-¿Es que acaso murieron? -Pregunté un poco sobresaltado, mientras tocaba con mi dedo indice a uno de los amigos de Kahli, que estaba sepultado entre sacos de dormir. Kahli soltó una carcajada, habíamos llegado a su casa mientras ellos dormían, y no se habían despertado ni siquiera por el ruido que habíamos hecho al preparar el desayuno-. Creí que era yo quien tenía el sueño pesado. -Ella levantó una ceja.
-¿Josh? -Dijo en voz baja, entonces, el aludido levantó la cabeza e intentó librarse de lo que lo aplastaba. La miré sorprendido, y ella me miró con superioridad-. Lo eres. -Me confirmó.
-¡Bruja! -Acusé. Se echó a reír, mientras su amigo, que resultó ser enorme, se incorporaba.
-¿Quién demonios hizo esto? -Se quejó, masajeando su cuello. No lo pude evitar y me uní a las risa de Kahli-. ¿Hola? -Me miró con un ojo cerrado.
-Hola. -Me disculpé, dejando de reír-. Soy Owen. -Me presenté.
-Josh. -Saludó con una sonrisa.
-Owen es mi novio. -Informó Kahli.
-Joder, ¿así de serias las cosas? -El pelirrojo se desperezó un poco, entonces, escupió en su mano y me la tendió-. Josh. -Repitió.
-¡Oh, por la rana René! -Kahli llevó una mano hacia su frente, avergonzada.
-¿¡Qué!? -Se quejó el otro. Me eché a reír.
-Menos mal que terminamos de preparar las crepas. -Escupí en mi mano y estreché la suya con una mueca divertida-. Owen. -Él sonrió.
-¿Acaso dijiste crepas? -Levantó las cejas.
-Ni de broma te acercas a mi mesa si no te lavas las manos antes. -Sentenció mi chica-. Debes dejar de hace eso. -Reprochó.
-¿¡Qué!? -Se indignó él-. Tú lo aceptaste al entrar al grupo, y siendo una Barbie, él es un chico, era parte de su iniciación. -Me eché a reír, pero Kahli negó.
-Olvídalo, despierta a los chicos, ¿quieres?
-¿Cómo es que siguen dormidos? -Yo seguía sorprendido, si bien era cierto que yo tenía el sueño más que pesado, las personas normales hubieran despertado con el escándalo que estábamos armando.
-Estamos entrenados para eso. -Josh se encogió de hombros-. Si no interviene una alarma, despertamos hasta que nos llaman por nuestros nombres. -Lo miré, incrédulo-. Kahli también lo está. -Aseguró, miré a mi novia (Joder, que bien se sentía que fuera así), y ella asintió.
-Por el hockey, fue parte de un entrenamiento de sincronización. -Explicó-. Teníamos que crear un hábito juntos, nos tomó más de un año perfeccionarlo, y después fue imposible deshacernos de él. -Me eché a reír, puede que pareciera grosero, pero no pude evitarlo.
-Ojalá yo pudiera hacer eso. -Me apené-. Es casi imposible para mí despertar.
-Observa esto. -Kahli se sentó junto a Jesse, y se acercó a su oído-. ¿Andy? -Llamó en voz alta. Jesse no se inmutó, pero en el suelo, un chico rubio se removió y suspiró.
-Venga, aún tengo sueño. -Se quejó, los miré sorprendido. Joder, eran como golden retrievers.
-Dann, Jesse. -Llamó Kahli, y ambos se removieron en sus lugares-. Venga, hicimos crepas. -Eso terminó de alertarlos.
-¿¡Dónde!? -Dann se incorporó y Jesse se puso de pie antes de desperezarse y volver a sentarse.
-¡Vaya! En verdad deben gustarles las crepas. -Le dije a Josh, él rió de nuevo.
-No son las crepas, Kahli cocina de maravilla. -Aseguró, y se giró hacia la pelinegra-. ¿Puedo usar tu baño antes?
-Seguro, tu mochila está en mi cuarto. Apresúrate, Hanna no debe tardar en bajar. -Soltó una carcajada.
-¡Cállate, boba! -Se sonrojó.
-¿Hanna? ¿Me perdí de algo? -Cuestionó Jesse, mirándome. Claramente no esperaba verme ahí, pero no parecía hostil.
-A Josh le gusta Hanna. -Acusó Kahli.
-¡Kahli! -Se molestó el grandote.
-¿En verdad? -Andy lo miró sorprendido-. ¡De ninguna maldita manera! -Josh no contestó y corrió escaleras arriba. ¿Qué demonios estaba pasando?
-¡Hanna! -Gritó Kahli-. ¡A desayunar! -La rubia bajó unos minutos después, mientras su hermana y yo poníamos la mesa, las lagartijas se abalanzaron sobre la comida sin demora, y nosotros intentamos seguirles el paso. Lo que no fue nada difícil.
-Entonces, ¿qué tal eres jugando videojuegos? -Nos giramos para mirar al pelirrojo, quien hizo su aparición. Tenía el cabello mojado, usaba bermudas, y una playera sin mangas-. Novio de Kahli. -Aclaró. Jesse lo miró sorprendido y retrocedió como si lo hubiera abofeteado. Mierda, después de lo difícil que debió ser para él renunciar a ella, no quería parecer un imbécil presuntuoso.
-Eso depende del videojuego. -Me encogí de hombros-. Jamás he jugado uno de hockey ni nada parecido. -Confesé. Kahli se echó a reír.
-Josh sólo juega NHL*. -Los demás rieron, y Jesse también, al parecer quería pasar de página lo antes posible.
-¡Claro que no! -Se defendió-. ¿Acaso todos se pusieron de acuerdo para el día de "molestar al más sensual del equipo"? -Hanna fue la primera en soltar una carcajada, lo que claramente atrajo la atención del otro, que la miró embobado.
-En todo caso, probaremos tu destreza hoy. -Advirtió... ¿Andy?-. No podemos permitir que Kahli se la pase con alguien que no tiene ni idea. -Sonreí.
-Por cierto, ¿viste su collar? -Me preguntó Dann, y Kahli se echó a reír. No lo había hecho, pero entonces lo miré, ¿era eso una lagartija?
-Es... ¿Lindo? -Opiné levantando una ceja. Él asintió, al tiempo que bañaba una crepa con chocolate.
-Lo es. -Afirmó, convencido. Miré a mi chica, quien me miró disculpándose con una sonrisa, me acerqué y besé su frente.
-¡Oye, oye, oye! -Andy frunció el ceño, y me señaló con su tenedor-. Manten tus acercamientos a raya, aún no tienes nuestro consentimiento para salir con ella. -Josh se encogió de hombros.
-Tiene el mío. -Le restó importancia.
-Y el mío. -Apoyó su hermana, pero se giró en seguida para mirarme-. Aunque creo que está de más decir, que ninguno de tus amigos te salvará si llegas a hacerle algo malo. -Me amenazó-. ¿Comprendes? -Asentí serio. Joder, para ser tan pequeña, Tinkerbell* sí que era intimidante.
-Traidora. -Dann la miró mal, y se cruzó de brazos-. Está claro que debe ganarse el mío. -Frunció el ceño.
-Y el mío. -Secundó Andy-. Capitán. -Llamó-. ¿Qué opinas? -Kahli se giró para mirar a su amigo, preocupada, pero Jesse sonrió y me miró con una ceja levantada.
-Si puede ganarme en Mortal Kombat*, tiene mi consentimiento. -Dictaminó.
-¡OOOOOHHH! -Se mofaron todos al mismo tiempo, Kahli y Hanna incluidas. Los miré extrañado.
-¿Eres bueno? -Pregunté. Los demás rieron.
-El mejor. -Aseguró Hanna-. Sólo Kahli lo ha vencido.
-Y muchas veces. -Presumió ésta-. Pero nadie más lo ha derrotado. ¿Lo has jugado antes? -Asentí.
-Un par de veces.
-Entonces veamos si "un par de veces" es suficiente. -Jesse se puso de pie, y los chicos lo siguieron hacia la sala.
-¿Debería preocuparme? -Pregunté a las hermanas.
-No lo sé. -Aseguró Kahli-. Esto es demasiado bueno para ser verdad. -Se extrañó-. Algo debe andar mal. -Hanna se echó a reír.
-O quizá simplemente Jesse entendió que es preferible tenerte como su mejor amiga, a no tenerte. -Se encogió de hombros antes de ir tras ellos.
-Lo intentaré. ¿Qué tan difícil puede ser? -Sonreí, y mi chica me dio un beso.
No pude ganarle ni una maldita vez... Pero pasamos el resto del día entre juegos y comida chatarra.
Los Geckos resultaron ser sumamente divertidos y agradables, y yo pude pasar uno de los mejores días de mi vida a lado de mi recién adquirida novia.
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Geckos y Vikingos
RomanceElla en el mundo del hockey y él, dueño de un exitoso bar. Kahli pasa el tiempo rodeada de chicos y siendo la líder de su equipo de hockey, los "Geckos", hasta que conoce al jefe vikingo, quién de alguna forma la obliga a mostrarse como realmente...