Geckos y Vikingos

Capítulo 66: Nostalgia.

-Joder, mi foto quedó horrible. -Se quejó Andy.

-¡Quiero ver! -Demandé desde la espalda de Josh, quien se acercó al rubio para que pudiera mirarla. Me sujeté con fuerza de sus hombros, inclinándome para ver la dichosa foto. Mi amigo aparecía en ella con los ojos cerrados, lo que hizo que el gigante y yo nos echáramos a reír.

-¡Dame eso! -Dann le arrebató el nuevo pasaporte antes de mostrárselo a Jesse entre carcajadas.

-¡Oye! No te burles, apuesto que tú no saliste mejor. -Gruñó. Jesse tomó el suyo, y sonrió con suficiencia, mostrándoselo. Su foto parecía digna de portada de revista, y no de un mugroso pasaporte, lo que hizo que Andy gruñera murmurando que había heredado de su madre el super poder de salir mal en todas las fotografías.

Habíamos tenido que hacer varios tramites para tener todo listo antes del viaje, que se encontraba casi a la vuelta de la esquina, y renovar pasaportes era el último de ellos. Si bien no todos iríamos a la misma universidad, sí que estaríamos muy cerca unos de otros, o casi todos. Lo que más me afectaba era que Jesse estudiaría biotecnología en la universidad de Toronto, que se encontraba a unas buenas seis horas en auto de la universidad de Montreal, a la que yo asistiría junto con Josh, y sinceramente eso me enloquecía. 

Sabía que en algún momento tendríamos que distanciarnos aunque fuera temporalmente, pero yo ya no podía estar lejos de Jesse, él insistía en que la distancia no sería problema, que siempre podría viajar en avión para verme al menos una vez por semana, ahorrando al menos cinco horas, y me recordaba que las cosas hubieran sido verdaderamente horribles si alguno de nosotros no hubiera conseguido la beca, y peores aún si uno de los dos se quedaba en casa y otro tenía la oportunidad de irse, porque no podríamos soportar el estar en diferentes países.

Él aclaró que no la hubiera tomado si yo no la hubiera conseguido, lo que hizo que las lágrimas escaparan de mis ojos.

Jess me alcanzó una botella de agua, que tomé mientras Josh afirmaba su agarre sobre mis piernas.

-¿Aún no te has cansado? -Preguntó Dann-. Sé que eres un mastodonte, pero Kahli no es tan liviana como parece, la pizza y las alitas también pesan, ¿sabes?

-¡Cállate, tonto! -Le lancé la botella cuando terminé de beber el agua, pero él la esquivó riendo. Josh soltó una carcajada, sacudiéndose y haciendo que lo sujetara con más fuerza.

-Para nada. -Se encogió de hombros-. Pesa tan poco que cargarla no representa ningún esfuerzo, quizá sería difícil para alguien tan débil como tú, pero yo no tengo problema alguno. -El castaño se acercó y fingió golpearlo, haciéndonos reír.

-Yo lo veo como un buen trato, todos ganan, yo no tengo que caminar, y él se mantiene en forma. -Expliqué, lo que me ganó un viaje al suelo-. ¡Noooo! -Lloriqueé. El pelirrojo rió de nuevo y con un solo brazo me puso de nuevo sobre su espalda-. ¡Siii!

-Venga, mono araña, es mi turno. -Jesse se puso de espaldas junto a Josh y salté de su espalda a la del rubio con una sonrisa-. Yo también quiero ejercitarme. -Se burló.

-Eres un maldito envidioso, eso eres, no soportas que me quiera más que a ti. -Gruñó Josh-. ¡Y tú! -Me señaló con su dedo indice-. Soy casi tu hermano, y me usaste... Pensé que teníamos algo especial... -Hizo una mueca de dolor.

-Hasta que llegó el capitán. -Se burlaron Andy y Dann al unisono. Me encogí de hombros.

-Ve a cargar a tu Barbie, Josh. -Desdeñó Jesse con una ceja levantada-. Para eso es tu novia. -Rió.

-Hablando de novias, ¿en dónde está Mark? -Cuestionó Andy. Habían descubierto un par de mensajes en mi celular en los que llamaba Mark a Marcus, y eso me ganó una vida llena de burlas de su parte. Lo usual.