Owen - Capítulo 10: Todo o nada.

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Llegué al club en muy poco tiempo. La verdad es que me había sido difícil alejar mi pie del acelerador en cuanto salí de casa de Kahli. Bajé del auto cerrando de un portazo. Caminé rápidamente sin dejar de gruñir. Las chicas comenzaron a gritarme en cuanto salí del estacionamiento. Joder, no estaba de humor para esto. Fui directo hacia la entrada.

-¡Owen! -Me saludó Jack efusivo. Hice un parco gesto con la mano y me dirigí al salón vikingo. ¿Cómo había podido hacerme eso? ¡A mí! Abrí la puerta molesto, y me tropecé con la pequeña papelera que había junto a la entrada. La pateé con fuerza antes de cerrar la puerta. Alex y Carl se encontraban ahí. Me miraron con los ojos abiertos de par en par en cuanto entré.

-¿Pasa algo? -Preguntó Alex. Lo ignoré, me serví un poco de whisky, lo bebí de un trago y comencé a caminar en círculos por la sala, intentando tranquilizarme. ¿Quién se creía? ¿Acaso lo prefería a él? Habíamos pasado días increíbles juntos, y ahora que éste imbécil regresaba, me botaba así como así. Bufé molesto, miré el pequeño vaso que tenía en la mano y lo presioné con fuerza. Recordé cómo me sentí justo antes de que nos interrumpieran, y cómo me sentí cuando la miré en sus brazos. ¿Acaso estaba poniendo demasiado de mi parte? ¿Ella en realidad no pensaba lo mismo que yo? Quizá me estaba interesando demasiado en esa niña. Joder. Lancé el vaso con todas mis fuerzas contra la puerta que daba a mi apartamento, éste estalló en pedazos. Gruñí una vez más, estaba más que furioso.

-Owen. -Giré bruscamente para ver a Max, se encontraba mirándome desde el umbral de la otra puerta. Noté que no aprobaba mi comportamiento, me obligué a respirar profundamente, llevé mis manos a mi cabeza y me dirigí a mi sofá-. ¿Está todo bien? -Maxi me miraba preocupado.

-Sí. -Gruñí. Pero, ¿qué caso tenía mentirles?-. No, en realidad no. ¿Sabes? Las mujeres son extrañas, no las entiendo. ¡¿Qué demonios quieren?! Ni siquiera creo que ellas lo sepan. -Carl y Max me miraban como si no me conocieran, pero para mi sorpresa, Alex me sonreía.

-Es por Kahli, ¿verdad? -Asentí, intentando tranquilizarme, y Maxi rió.

-Vaya, en verdad te gusta, ¿no? -No contesté, enterré mi rostro entre mis manos y suspiré-. Ella es adorable. Lo siento amigo, pero no veo cual es el problema, ustedes parecen ser el uno para el otro -dijo Maxi al plantarse frente a mí.

-Eso díselo a ella -siseé. Era claro que yo no le interesaba a Kahli.

-¿Qué? Venga Owen, ella piensa lo mismo, incluso han estado saliendo, ¿no es así? -alegó Carl. No pude más y estallé.

-¡Claro! ¡Todo estaba perfecto hasta que ése imbécil llegó a arruinar el momento en que íbamos a besarnos! -Max abrió los ojos de par en par.

-¿Besarse? espera, ¿un beso de acuerdo mutuo?

-¡Por supuesto que sí, Maxi! ¡No iba a obligarla a hacerlo! -Me exasperé.

-Contrólate Owen. -Intervino Carl-. ¿Quién los interrumpió?

-"Jesse"-Escupí el nombre-. El mejor amigo de Kahli. Una de sus lagartijas.

-Geckos. -Me corrigió Alex-. Pensé que sus amigos estaban de campamento. Habla de ellos todo el tiempo. -Eso me molestó. No necesitaba que me lo recordaran.

- Y así era, pero éste acaba de regresar, justo hoy, justo en el momento perfecto. ¡Al fin iba a besarla!

-Bueno, no es para tanto, siempre están juntos, ya habrá otra oportunidad. -Se me hizo un nudo en el estomago. No lo admitiría frente a los chicos, pero estaba preocupado. Me preocupaba que con su amigo aquí, Kahli pasara mucho tiempo con él y se alejara de nosotros.

-Yo no estaría tan seguro -mascullé. Me sentía ofendido. Estaba consciente de que era una cuestión de vanidad, pero nunca ninguna chica me había dejado plantado a la mitad de un casi beso, y mucho menos por otro tipo. Estaba molesto con ella-. Creo que lo de Kahli se acabó.

Geckos y VikingosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora