Geckos y Vikingos

Kahli - Capítulo 49: Hermanas.

Desperté en el sofá de la sala. Andy, Josh y Dann, se encontraban dormidos en la alfombra frente a mí, entre montones de almohadas y cobijas, ignorando completamente los sacos de dormir que estaban apilados sobre la cabeza de Josh. Me eché a reír, seguro era obra de Jesse, quien se encontraba sentado junto a mí, profundamente dormido, y temblando de frío. Sonreí cuando me di cuenta de que yo estaba cubierta con las frazadas que le correspondían a él, así que me levanté intentando no despertarlo, y lo cubrí del frío. ¡Dios! ¡Cómo había extrañado a mis chicos! A pesar de que había dormido en un incómodo sofá, y de que no había dormido más que un par de horas, me sentía de maravilla. Esperé hasta que Jess dejó de tiritar para besar su frente y correr escaleras arriba.

Entré a mi habitación, tomé un par de shorts de mezclilla y una blusa roja, y fui directo al baño de Hanna, quien se encontraba profundamente dormida, y no se inmutó cuando entré a su habitación. Sonreí, la pobre debía estar exhausta, así que intenté hacer el menor ruido posible, y tomé una ducha rápida, me vestí, y fui a acostarme junto a mi hermana.

-Venga, floja, ya es tarde. -Ella gruñó, pero sonreía.

-Te juro que ésta no es una de las cosas que extrañé de ti, las personas normales dormimos hasta después de las doce en vacaciones. -Se quejó.

-Pues yo sí que lo extrañé. -Aseguré-. Pero eso es lo de menos, iba a ir por el desayuno, y pensé que querrías acompañarme. -Ella gimió.

-¿No puedes ser una linda hermana menor y traerle el desayuno en la cama a tu guapa hermana? -Me levanté y miré mis uñas distraídamente.

- Claro, pero quería ir al Valhalla a saludar a los chicos antes de regresar a casa, estaba segura de que querrías... -Ni bien terminé de hablar, saltó de la cama y fue directo a su closet.

-¿¡Hablas en serio!? ¡Santo Jimmy! ¿Qué me pondré? -Reí, pero Hanna se detuvo de golpe-. Espera, ¿en dónde está Josh? -Me miró intrigada. Levanté una ceja.

-Está dormido en la sala, los chicos pasaron la noche aquí, aunque creo que eso ya lo sabías, ¿no? -Hanna soltó un gritito y corrió a abrazarme.

-¡Me invitó a salir! ¿Fue por la entrada al club? -Asentí-. Ge...nial.

-Más que eso. -Le sonreí-. Aceptó en seguida en cuanto le dije que te debía una cita, y dijo que no sólo lo hacía por eso. -Ella me miró como si le hubiera regalado un auto nuevo en navidad-. Dijo que eras linda. -Me encogí de hombros. Ella gritó de nuevo.

-¡No-Puede-Ser! ¡Eres la mejor hermana del mundo! Y es por eso que debo declinar tu oferta, debo verme hermosa para cuando haga mi primera aparición del día. -Usualmente los chicos pasaban el día aquí cuando se quedaban a dormir. Reí y asentí.

-No tardaré, ¿comida china? -Asintió. Fue hasta su mesa de noche, y tomó las llaves de su auto, me las lanzó.

-No olvides traer algo más para Andy, y un smoothie para mí. -Andy detestaba la comida china.

-Volveré antes de que despierten. -Le sonreí, y me dispuse a irme, pero Hanna me envolvió en un abrazo en cuanto di la vuelta.

-Tonta. -La miré con una ceja levantada-. Te extrañé. -Dijo al apretarme en un abrazo doloroso.

-Y yo a ti.

-Ve, trata de oponer resistencia, y conserva tu ropa en su lugar. -Me sonrojé.

-¡Hanna! ¿De qué demonios hablas? -Ella levantó una ceja.

-¿Acaso crees que tengo cinco? El desayuno es pésima excusa. -Sonreí.

-Vale, tengo ciertos asuntos que atender, pero te aseguro que no hay nada sexual en ellos. -Cedí.

-Ajá, y yo soy dueña de la NHL*. -Rodó los ojos-. ¿Tú y Owen? -Me encogí de hombros y asentí con una sonrisa.

-Algo así, ese es justo el asunto que debo arreglar.

-Vaya, debo admitir que no está nada mal... Siempre supe que lo de Jesse no hubiera funcionado. -Me eché a reír.

-Pudiste habérmelo dicho. -Bromeé.

-Aunque si yo fuera tú, iría a por Marcus. -Ella se abanicó con la mano e hizo un gesto de aprobación. Solté una carcajada.

-Eres una descarada. -Juré.

-¿¡Qué!? No puedes culparme, es jodidamente sexy. Los pelirrojos son mejores. -Se unió a mis risas.

-¿Qué puedo decir? Has visto a los otros chicos, yo no lo había hecho. Imagina mi reacción cuando de pronto me vi en el salón vikingo con todos ellos. -Reímos-. Y es por eso que me sorprende que no quieras ir, admito que fue un ardid, porque el único que está en el club ahora, es Owen, pero aún así... Lo de Josh es serio, ¿eh? -Hanna asintió y bajó la mirada-. Pensé que era sólo un flechazo. -Confesé.

-También yo. -Suspiró.

-¿Estás segura de que no lo botarás en cuanto salgas con él? -Negó en silencio-. Eso pensé, debes saber que en esta relación, él es la chica, y debo cuidar de ella, todo mi apoyo esta con él. -Aclaré-. Espero que las cosas no se vuelvan incómodas, es decir, he visto partes de Josh que ni te imaginas. -Provoqué.

-¡KAHLI! ¡No quiero escuchar eso! -Se tapó los oídos.

-¿Qué? Pensé que querrías saber todo de él, y en los vestidores no hay muchos secretos. -Reí mientras ella me empujaba fuera de su habitación.

-¡Iuuugh! ¡Basta! Ve con tu albino y sé feliz. -Gruñó, avergonzada.

-Tienes un serio fetiche con los pelirrojos. -Solté antes de correr escaleras abajo.

-¡Kahli! -Se quejó, pero no gritó, no queríamos despertar a los chicos. 

Salí y subí a su auto entre risas, antes de conducir hasta el Valhalla.