Jesse - Capítulo 2: Invasión de idiotas.

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-¿Qué es eso? -Pregunté una vez estuvimos dentro de la casa y Gerry corrió a la sala a mirar televisión.

-¿Qué? -preguntó. Señalé el sobre que llevaba en su mano. Lo miré, era negro con una pequeña "K" en él. Ella lo miró por un segundo antes de contestar.

-Es nuestro pase al torneo -aclaró. De pronto la voz de su mamá se dejó oír.

-La cena estará lista en unos minutos, ¿por qué no se ponen al tanto? -dijo desde la cocina. Kahli asintió y me hizo un gesto con la cabeza para que la siguiera.

-Estaremos en mi habitación -dijo antes de que nos dirigiéramos a sus dominios. La suave esencia de Kahli me asaltó en cuanto entramos a su habitación. Todo estaba tal y como lo recordaba. La pecera de Gonopolio tenía un matiz azulado en el agua y el aludido descansaba sobre el barco pirata que Kaa le había puesto. Me acerqué sonriendo.

-Hola amigo, ¿me extrañaste? -Sí, sé que sonaba patético, pero ese pulpo era especial. Kahli rió.

-No creo que te haya extrañado, ni siquiera sabe que te fuiste. -Me dijo. Al sonreír, unos delicados hoyuelos se formaron en sus mejillas. Era adorable. Tuve que recordarme no quedarme mirándola por mucho tiempo. Se sentó sobre su cama y abrió el sobre-. Es la parte que faltaba para la revista, mañana se la daré a Dann para que se encargue del resto. -Sacó unas cuantas hojas sujetas con un clip y varias fotografías. Dejó el sobre a un lado y miró las fotografías. Una mancha blanca proveniente del sobre llamó mi atención. Me acerqué y lo tomé. En su interior se encontraba un pequeño sobre blanco, lo levanté ganando la atención de Kahli-. ¿Qué es eso? -Preguntó curiosa, no le contesté y lo miré. En la parte del frente tenía unas palabras escritas con una elegante caligrafía.

"Me enteré hoy de la existencia de esto.
Decidí conservarlas, pensé que quizá te gustaría tener una copia.

Culpa a Max.

Owen."

Fruncí el ceño dispuesto a abrir el sobre, pero antes de que pudiera hacerlo, desapareció de mis manos.

-Dame eso, Jess. -Tomó el pequeño sobre y lo leyó antes de abrirlo.

-¿Qué hay adentro? -pregunté molesto.

Kahli abrió los ojos sorprendida, del sobre blanco sacó tres fotografías. Me acerqué para mirarlas, no hubo necesidad, ella me tendió la primera después de haberla visto. Mis puños se cerraron por puro reflejo. En la foto se encontraba Kaa... Con el vikingo. Se veía a Kahli escribiendo algo en un pequeño cuaderno, bastante concentrada y sentada junto al tal Owen, en una especie de diván, mientras éste la miraba embelesado. Estaban demasiado juntos para mi gusto.

-Maxi debió tomarlas mientras estábamos distraídos -dijo sonriendo. Miró la segunda y al mirar la tercera, se sonrojó.

-Quiero ver eso. -Demandé. Ella parecía estar en trance y no protestó cuando le arrebaté la foto. Era más que obvio que alguien la había tomado desde una distancia mas que considerable pero aún así, era una fotografía muy clara. Kahli estaba abrazándolo con fuerza. No podía creerlo, ella a él-. Y, ¿cuando pasó esto? -dije intentando sonar tranquilo. Ella se sonrojó aún más.

-Me parece que ayer -dijo con voz apenas audible. Ayer. Tardé lo menos que pude intentando salir del campamento en cuanto me enteré, y aún así, las cosas entre ellos siguieron avanzando.

-Así que, así de graves están las cosas, ¿eh? -comenté. Quizá aun estaba a tiempo para detenerlo, quizá aún podía mostrarle lo mucho que me importaba-. ¿Están saliendo juntos? -Ella miró el piso. Joder. O quizá había llegado demasiado tarde.

-No. Bueno, hemos salido un par de veces además de las citas programadas, pero n...

-¿Citas programadas? -No la dejé terminar. ¿De qué rayos estaba hablando?

-Pues verás, ¿recuerdas que te dije que no estaba siendo del todo sincera contigo? -Me miró a los ojos, apenada.

-Me mentiste por un chico. -La miré con una ceja levantada. Ella me miró extrañada, aparté la mirada. Estaba siendo demasiado obvio.

-No. Te mentí porque quería que disfrutaras del campamento, no quería que regresaras antes de tiempo, lo que de cualquier manera ocurrió. ¿Por qué regresaste antes?

-Quería ver como estaban las cosas por aquí. Al parecer, nada bien si comenzaste a ocultarme cosas. -Le dije con una mirada inocente. Ella levantó una ceja-. Venga, ¿de qué me perdí? ¿Quién demonios es este tipo, y por qué tuviste citas con él?

-Lo conocí poco después de que decidimos hacer la revista acerca del Valhalla, en el club. Él resultó ser uno de los dueños de éste -dijo rápidamente. Bufé.

-¿Aquellos de los que se dice que son unos vagos, ebrios y enfermedades de transmisión sexual en movimiento?

-¡No lo son! -Negó con vehemencia. La miré sorprendido. ¿Quién era esta chica? Kahli repudiaba a los hombres así, a los hombres como Lyschko-. Son mis amigos ahora, Jesse, ellos no son así.

-Vale, ¿qué pasó después? -Una enorme oleada de celos se apoderó de mí. Había sentido celos antes, pero nunca de Kahli.

-Le pedí que me dejara fotografiar el club y accedió a cambio de que saliera con él.

-¿¡Y tú aceptaste!? -Rugí. Ella asintió con una mueca. Esto no podría ser peor-. ¿Hasta cuando tendrás que salir con él? Porque, por lo que veo, sigues haciéndolo.

-Quedamos en que saldríamos doce veces, creo que ésta fue la última -dijo después de hacer un pequeño cálculo mental.

-Quedaron en salir doce veces, pero salieron más. -Ella se ruborizó.

-Venga Jess, no es tan malo como parece. Me agrada estar con él -confesó-. El articulo está listo y ahora estás aquí.

-¿Hay algo más que haya pasado en mi ausencia que no me hayas dicho? -pregunté indignado. Ella se mordió el labio y llevó sus manos a la espalda. Me quedé mirándola como un idiota, nunca antes había sentido tantas ganas de besar a alguien, y nunca antes había tenido ganas de besarla a ella. Bueno, eso no era del todo cierto... En fin, me obligué a centrarme en lo importante. Estaba nerviosa. ¡Joder! ¿Qué podría ser peor que el niño bonito?-. Kaa... -La insté.

-Lyschko está aquí -susurró mirándome a los ojos. De pronto, mi mente se puso en blanco, llegó la calma, llevándose la confusión que había en mi mente, y poco a poco, el odio comenzó a invadirme. Con Lyschko aquí, el vikingo era el menor de mis problemas. 

Ese maldito hijo de perra. 

Iba a matarlo.

Geckos y VikingosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora