Geckos y Vikingos

Kahli - Capítulo 33: Explicaciones.

Raksha corría por la playa, feliz, jugando con nuestros zapatos. Jesse miraba el suelo sonrojado, y yo no podía dejar de reír.

-No es gracioso, Scoffield. Tuve que colarme en su casa. -Gruñó sentado en la arena, junto a mí. Intenté contenerme un momento antes de soltar una carcajada-. Basta ya, Kahli. Deberías estar avergonzada. -Por supuesto que lo estaba, no debí salir corriendo así.

-Tienes razón, pero las cosas no pasaron como tú piensas, Jess. -Él me miró sin saber que decir, parecía decepcionado.

-¿Qué fue lo que pasó, Kaa? ¿Por qué no pude encontrarte ayer? Te busqué todo el día. Ni siquiera contestabas el celular. -Palpé mi bolsillo derecho.

-¿En verdad? -Saqué mi celular y lo miré. 29 Llamadas perdidas, además de las de mamá, claro. 5 mensajes de voz y 3 mensajes de texto. 22 llamadas eran del día anterior y pertenecían a Jesse, 7 eran de hace algunos minutos y eran del número de Owen. Joder-. Dame un momento, Jess. -Me levanté y me alejé un poco antes de revisar los mensajes de voz, a pesar de las quejas de mi amigo.

Ayer. 12:01 Jesse: "Hola, Kahl. Oye, necesito hablar contigo, ¿puedo ir a tu casa?"

Ayer. 13:32 Jesse: "Kahl, estoy afuera de tu casa, ¿en dónde estas?"

Ayer. 17:13 Jesse: "Kahli, ¿estás enojada conmigo?"

Ayer. 22:41 Jesse: "Me estoy preocupando, llámame"

Hoy. 09:04 Owen: "¿Que ocurrió? ¿Estás bien? Llámame."

Me sentí un poco mal por Jesse. Había pasado todo el día anterior buscándome. Ya lo arreglaría. Los tres mensajes de texto eran de Owen, al parecer, estaba bastante confundido. No podía culparlo. Busqué su número y marqué. Intenté pensar en lo que iba a decirle, pero antes del segundo timbre, contestó.

-Kahli. -Sonreí al escuchar su voz.

-Buenos días. -Saludé nerviosa. Pude escucharlo bufar.

-¿Buenos días? ¿Es todo lo que piensas decir? -Mordí mi labio.

-Ammm, ¿lo siento?

-Claro que lo sientes, ¿por qué te fuiste de esa manera? -No pude contenerme y me eché a reír-. Esto no es gracioso, Kahli. -Era la segunda vez en el día que me decían lo mismo-. Pensé que algo te había pasado.

-¿Estás diciéndome que estabas preocupado por mí? -Owen se quedó en silencio un momento y después gruño. Rodé los ojos, al parecer se encontraba enojado. ¡Era tan orgulloso!-. No, claro que no. De todas maneras, estoy bien, no pasó nada malo, simplemente me confundí un poco.

-¿En dónde estás? ¿Qué hacía esa lagartija aquí? ¿Estás con él? -Sonreí de nuevo.

-En la bahía. Y no es una lagartija, es un Gecko, se llama Jesse, y fue por mí porque yo se lo pedí. ¿Quieres calmarte un poco? Me lo prometiste. -Le recordé, sin mencionarle que me encontraba con Jess. Él gruñó por segunda vez, y después suspiró.

-Está bien. ¿Podemos vernos más tarde? -Pidió conteniéndose.

-Claro. -Me giré para ver a mi amigo, quien miraba la arena frente a él con expresión triste. Esto no iba bien.

-¿Nos vemos en el club o prefieres que vaya a tu casa? -Ofreció.

-Creo que tuve suficiente del Valhalla por este día. -Él se echó a reír. Me encantaba escucharlo reír, su risa era demasiado melodiosa. Maldito vikingo coqueto.

-Vale, pasaré por eso de las cuatro, ¿está bien? -Seguro que a Gerry le gustaría verlo.

-Sí, nos vemos más tarde. -Raksha se acercó y comenzó a saltar junto a mí. La levanté con mi mano libre y comenzó a lamerme.