Owen - Capítulo 18: De amigos y amenazas.

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-Estúpida lagartija. -Aún me dolía la mejilla cuando conducía a casa con Marcus como mi copiloto. La froté un poco-. Al menos todo salió bien al final, estaba muy preocupado. -dije con una sonrisa. Marcus miraba por la ventana-. Y por supuesto que ese tonto no salió ileso. -Aseguré. Marcus seguía sin prestarme atención. Levanté una ceja. Normalmente me hubiera molestado por siglos con algo como eso-. Oy...

-Ella lo ama. -Me interrumpió aún mirando por la ventana-. Lo sabes, ¿no? -Fijé mi atención en el camino sin poder disimular mi sorpresa. ¿De dónde había salido eso?

-Claro, son amigos desde hace tiempo. -Expliqué-. Pero así se mantendrán las cosas. -Aclaré.

-No me refiero a eso, Owen, y lo sabes. -Bajé la velocidad al llegar al club y aparqué en la acera, confundido-. Ella de verdad lo ama. Los vi ahí dentro, vi cómo lo miraba, se rompió al verlo. -Las palabras de Marcus me atravesaron para dejar una estela de dolor a su paso. Yo sabía lo que Kahli sentía.

-Lo sé. -Fijé mi vista en el volante-. Quizá esto suene patético, Marcus, pero ella también me quiere. Sé que no de la misma manera, pero eso es bueno, porque eso no define la intensidad. Y yo la quiero como un estúpido, en verdad, nunca había sentido algo así, ella es lo que siempre busqué. -No podía descifrar la expresión de mi amigo, pero estaba seguro de que no se burlaría de mí, o eso esperaba-. Y voy a hacer hasta lo imposible para estar a su lado, él tuvo tres años de ventaja que jamás aprovechó. Yo he hecho mucho más en poco tiempo, sé que somos el uno para el otro, y haré que Kahli lo vea. Al final, si las cosas no resultan de esa manera, al menos sabré que di todo por estar con la chica que amo. -Di un respingo. Joder, me sonrojé como un imbécil y me apresuré a meter el auto en la cochera.

-Owen. -Marcus me miraba con el ceño fruncido-. Kahli no es uno de tus juegos, ni otro de tus caprichos. Ella es parte de nosotros ahora, y es importante para todos, no permitiré que le hagas daño alguno. -Nunca había visto a Marcus tan decidido-. Sé que ella te quiere, pero no quiero que vuelva a sufrir justo cuando ha superado lo de Lyschko. -Rugió. Lo miré con los ojos abiertos de par en par.

-¿Cómo sabes lo de Lyschko? -Pregunté.

-Eso no importa ahora, Owen. ¡Joder! Si esto va en serio, quiero que me jures que en verdad la amas y que la cuidarás. ¡Júralo! -Asentí sin salir de mi asombro.

-Lo juro. Yo la amo, no la dañaría jamás, esto no es un juego más, Marcus, en verdad la quiero. -Prometí de todo corazón. Él cerró los ojos con fuerza y llevó sus dedos a su puente nasal-. ¿Está todo bien?

-Sí, yo... Lo siento, viejo, sabes que no tengo muchas amigas, ahora la considero parte del club y no soportaría que alguno de ustedes sufriera. -Le restó importancia al asunto.

-Si, te entiendo. -Me esforzaría por hacer las cosas bien. Le sonreí-. No te preocupes por eso, ¿vale? -Asintió con su clásica sonrisa descarada. Ése era el Marcus que conocía.

-Vamos. -Salió del auto sin decir más, y lo seguí.

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