CAPÍTULO 107

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Narra Willy: Vegetta es el tipo de droga que crea dependencia en el alma, esa que se deposita en la raíz del corazón, esa droga que necesito en mi cuerpo, deseando que corra en mis venas y habite todo mi ser. Esto que siento por él es tan apasionante, tan intenso, sus labios son poderosamente magnéticos, sus besos tremendamente sexual, con sus besos me deshago en suspiros, en sus brazos me he encontrado perdidamente enamorado, con mi sexo excitado, enloquecido porque nuestra vida vibre en cada profundidad del amor, entre mis piernas la exquisita caricia de su hombría se ha vuelto un gusto extraordinario, en su sexo la excitante muerte de mi cuerpo se ha convertido en mi mayor vida, en mi alma ha florecido el más grande amor. Nos besábamos apasionadamente como si no hubiese mañana, me aferraba a él con fuerza como si alguien fuese a quitármelo, se separó un poco del beso y preguntó, seguro que no deseas comer primero, en serio me pregunta eso pensé, cuando está besándome de esta ardiente manera, cuando está rozándome con la yema de sus dedos en mi piel que provoca a mi cuerpo estremecerse, y donde se acogen los gemidos de la llama de la pasión, lo único que deseo en este momento es a ti respondí, sonrió, y nos fundimos en otro intenso y vigoroso beso, de mis labios pasó a mi cuello para besarlo y dar pequeñas mordidas, que me excitan cada vez más, cerré mis ojos para disfrutar de sus labios recorriéndome, continuó por mi tórax, luego mi abdomen llenándolo de besos de forma rápida e intensa y aferrándose a mi fuertemente con sus manos, parecía que no hubiese comido en días y yo fuese un platillo que saciaría su hambre, llegó hasta mi pantalón, volví a verlo, me miró seduciéndome, descomunal pasión que despierta su mirada, sus caricias, sus besos, lentamente empezó a bajar el cierre, mirándome provocativamente mientras lo hacía, me quitó el pantalón por completo dejándome sólo en calzoncillo, se acercó a la altura de mi miembro besándolo por encima de la tela, que me provocó soltar un gemido y que toda mi piel se erizara, Guille sólo déjate llevar exclamó, a que se refiere con eso, si ya estoy sumido en el calor erótico pensé, no dije nada solo sonreí, lentamente fue quitando el calzoncillo besando cada parte de piel que descubría, luego quedé completamente desnudo, separó mis piernas para quedar en medio de ellas y comenzó para mi un descontrol total de gemidos cuando cogió mi miembro con su mano izquierda y empezó a besarlo y lamer la punta con su lengua, al mismo tiempo que acariciaba mis testículos con su mano derecha, nos mirábamos mientras lo hacía, sus ojos desprendían lujuria, perdí contacto visual con él, cuando arquee mi espalda, pegué mi cabeza a la almohada y me aferre con las manos fuertemente a la colcha bajo nosotros, cuando sentí su boca ingulliendo mi miembro por completo y meter sus dedos en mi entrada, lamiendo, acariciando masturbándome con su boca, provocando enloquecerme y retorcerme de la excitación, solamente lograba pronunciar su nombre de manera entrecortada entre gemidos, minutos después estaba al borde de la locura y a punto de correrme en su boca, y aunque me estaba haciendo suyo de una nueva forma para mi, sentía vergüenza y no quería correrme en su garganta, Samuel, Samu voy.... voy a correrme exclamé entre gemidos, extendí mis manos hasta su cabeza para separarlo, pero él cogió mis manos con las suyas y siguió masturbándome con mas intensidad, en el frenesí recordé sus palabras "Déjate llevar" ahora sé a lo que se refería, no lo soporté más y sucumbí, mientras una avalancha tibia descendía por mi miembro, lo sacó de su boca, lo miré, tenía mi semen en sus labios, me miraba de forma triunfante, porque había logrado su cometido, que me liberara en su boca, con el pulgar limpió el exceso en sus labios y luego lamió su dedo tragándoselo, levantó las cejas pícaramente y continuaba mirándome como diciendo, estas satisfecho?, casi podía escucharlo decirme monstruito goloso, ahí está lo que deseabas!, y el ímpetu de revancha se posicionó en mi, es mi turno exclamé sonriendo y levantando las cejas, lo halé hacia mi, rodé sobre la cama quedando encima de él, comencé a besar, lamer, mordisquear su cuello, él soltaba pequeños gemidos al mismo tiempo que acariciaba mi culo, mi móvil sonó, lo ignoré y continué besándolo, volvió a sonar, Guille tu móvil exclamó, ignóralo expresé, volvió a sonar por tercera vez, cariño tu móvil volvió a decir, Shhhhhh nada va a apartarme de ti ahora exclamé, sonrió, le quité la camisa, para continuar mi estampida de besos por su pecho, mordisqueando sus pectorales, sus pezones, puedo sentir la excitación de su miembro bajo la tela de su pantalón, continué besando su abdomen, desabroche su pantalón y un tirón lo quité junto con su calzoncillo, me miró sorprendido por mi arrebato, e hice lo que nunca antes había hecho, cogí su miembro entre mis manos y empecé a besarlo, lamerlo, y luego lo metí completo a mi boca, así Guille exclamaba entre gemidos, me excita escuchar mi nombre con su gemir, y continué lamiendo, saboreando, degustando su miembro a mi antojo, duro y suave a la vez, cómplices de una nueva forma de amar, profanamos nuestros cuerpos mutuamente, donde nos dejamos llevar por el sentir sin restricciones, sin prejuicios, sin pudores, minutos después Samuel se corrió en mi boca, ahora era yo quien lo miraba triunfante por haberlo hecho mío, cogió un poco de semen en su mano, se acercó a mi y me besó, esto apenas empieza susurró, la lujuria en sus palabras provocaron que una corriente de energía atravesará mi cuerpo, ansiedad, emoción, excitación me invadían, ven aquí dijo, obedientemente gatee sobre la cama, y rápidamente se colocó atrás de mi, abrí mis piernas deseoso, esperando la gloriosa embestida, empezó a tocar mi entrada con su mano llena de su semen, sentí sus dedos entrar y salir de mi en repetidas veces, luego mordió mis glúteos, sentir las presión de sus dientes me excitaba, segundos después lo que yo estaba esperando, me penetró, introduciéndolo todo en la primera embestida y comenzó a moverse gozosamente en mi interior durante varios minutos mientras yo gemía de placer, salió de mi, date la vuelta cariño me susurró, lo hice quedando tumbado completamente sobre la cama, dame la almohada expresó, no sabía que haría con ella pero obedientemente se la alcancé, levanta el culo manifestó, lo hice, cogió mis piernas levantándolas sobre sus hombros, y me penetró de nuevo moviéndose lentamente y aumentando el poder de sus movimientos en el transcurso de los minutos, sentimientos absortos abriendo las puertas al mero placer, conexión tibia, mojada, nuestras bocas besando lo sublime de las puertas del hedonismo, me masturbo a través de su olor, mientras él se hunde en mi cuerpo, nuestros cuerpos en la entrega se sienten, se moldean, se descubren, entre el amor, el deseo y la excitación nuestros cuerpos alcanzaron el clímax del alma, salió de mí, se acostó de lado frente a mi abrazándome fuertemente, nuestros ojos se encuentran como estrellas brillantes y como si nuestras mentes estuviesen conectadas, al mismo tiempo en un susurro nos decimos te amo y jadeantes nos besamos. Nos quedamos acostados abrazados por un largo rato, sin decirnos nada, sólo mirándonos sonrientes el uno al otro, dándonos uno que otro beso, acariciando nuestros rostros, el cabello, embelesados en nuestro amor. Minutos más tarde, tienes hambre preguntó, si respondí, de que tiene antojo este estomaguito preguntó sonriendo y pasando su mano por mi abdomen, sonreí, de una hamburguesa con mucho queso, patatas y de tomar Aquarius, muy bien exclamó, voy a ordenar la comida, se levantó de la cama, fue hasta su escritorio y cogió su móvil, mientras él realizaba la llamada, observaba su sensual y tonificado cuerpo, terminó la llamada, volteó a mirarme, que sucede preguntó, solamente disfruto de la vista exclamé sonriendo, sonrió, pues disfruta los últimos segundos exclamó guiñando un ojo, porque me vestiré ya que la comida no tardará en venir, hice un puchero y luego sonreí y él conmigo, se puso el calzoncillo, se dirigió al closet, cogió un short y se lo puso, estuvimos conversando mientras esperábamos la comida, minutos más tarde tocaron el timbre, debe ser la comida ya vuelvo dijo, vale exclamé, se levantó y cogió su cartera, estaba a punto de salir de la habitación, amor a donde crees que vas le dije, me miró confundido, pues a traer la comida, pero no sin camisa, toma le dije tirándole su camisa que estaba sobre la cama, que todo eso es mío y sólo yo lo puedo ver, se sonrojo y me lanzó un beso, se puso la camisa y salió de la habitación, en lo que regresaba me vestí sólo con camisa y calzoncillo, a los pocos minutos regresó con nuestra comida, me miró e hizo un puchero, que sucede pregunté, yo quería comer disfrutando de la hermosa vista dijo centrando su mirada en mi calzoncillo, pero ahora que te has vestido no podré hacerlo, sonreí, no sonrías y empieza a quitarte la ropa exclamó picaramente levantando las cejas, dame mi comida exclamé sonriendo, no no no, si yo no tengo mi hermosa vista tú no tendrás comida, vamos ya quítate la ropa expresó tratando de ocultar una sonrisa, no me darás mi comida pregunté, no dijo aún conteniendo una sonrisa, ya veremos si no me la das expresé retándolo, me acerqué a él, lo cogí del cuello y besé lenta y profundamente, fui bajando mis manos por su tórax, luego su abdomen hasta llegar a su short, metí mi mano y acaricié su miembro, soltó un gemido y aproveché para quitarle la comida de las manos, no que no exclamé triunfante, me miró sonriente, debí dejar tu bebida en la cocina así tendría que volver por ella y negarme a dártela expresó, si debiste pero ahora ya sabes que hacer la próxima vez exclamé sonriendo y guiñando un ojo, sonrió y me dio un vigoroso beso, luego nos pusimos a comer, cuando terminamos, jugamos a la consola un rato pregunté, claro que sí respondió, mientras jugábamos mi móvil sonó con la alerta de WhatsApp, lo cogí y vi que se trataba de Frank, y fue él, el que me había llamado en tres ocasiones, joder olvide decirle a Frank que no podía grabar hoy pensé, su mensaje decía *Hola Willy, ya sé porque no contestabas el móvil pillo, llamé a tu casa porque me preocupe que no contestaras mis llamadas y además porque habíamos quedado de grabar el gameplay hace unas horas, tu hermana me dijo que estás en casa de Vegetta y te quedarás a dormir allí porque están ocupados preparando ideas para vídeos, jajaja si claro tanto tiempo en ideas, cuidado y terminen tontos de tanto esfuerzo mental, pero bueno aún me debes un vídeo, me llamas cuando te desocupes pillo pillo pillo o mejor dicho pillines, saludos a Vegetta*, es tonto pensé, pero al menos no se molestó porque no le contesté las llamadas, le llamaré mañana para disculparme me dije, continuamos jugando hasta la una de la madrugada, comencé a bostezar, amor nos vamos a dormir preguntó, vale respondí, se dirigió al closet y sacó un pants y un short de tela de algodón, quieres ponerte uno de estos o prefieres dormir así en calzoncillo preguntó, no que luego me da frío, quiero el pants respondí, muy bien pero recuerda que aquí estoy yo para calentarte mi vida expresó acercándose a mi, dándome un beso en el moflete y el pants junto con una de sus camisetas, lo sé gracias amor exclamé sonriendo, él también se cambió de ropa, necesito lavarme los dientes le dije, mi cepillo está ahí en el baño, lo siento pero no tengo uno nuevo para darte, descuida cariño esta bien, gracias a ti por prestármelo, yo te doy lo que quieras chiqui dijo guiñando el ojo, sonreí, Mmmm no me des ideas exclamé también guiñando el ojo y ambos sonreímos; después de habernos cepillado los dientes, nos acostamos a dormir, él me abrazaba por la espalda y en el calor de sus brazos me quedé dormido. A la mañana siguiente cuando desperté un sentimiento muy dulce me llenó el corazón, Vegetta se aferraba fuertemente a mi abrazándome y con su dulce rostro pegado a mi pecho, despertar abrazado al hombre que amo es maravilloso, me encantaría despertar así todos los días pensé, es que lo amo tanto, a decir verdad lo amo sin cordura, la cordura la perdí desde que me dio ese primer beso en el hotel de Los Ángeles, lo recuerdo como si hubiese sido ayer, ese día cuando me cogió del cuello y sentí sus labios en los míos, nuestras lenguas sumidas a un mismo ritmo, entrelazamos nuestros alientos, toqué el cielo en sus labios, nos detuvimos, me miró y dijo que estaba enamorado de mi y al escucharlo decir esas palabras mi corazón se llenó de una felicidad indescriptible, que alimentó las ardientes ansias de mi corazón por amarlo, ese día lo llevaré por siempre grabado en mi memoria y mi corazón, hemos pasado y tenido tantos momentos juntos que eternidad, infinito y felicidad, se me hacen palabras tan pequeñas, para describir mis deseos de una vida junto a él, junto a mi Vegetta, mi Samuel, mi vida, mi todo.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora