CAPÍTULO 180

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*NARRA WILLY.

Eran las cuatro de la mañana, cuando me levanté para ir al baño, que espectacular noche habíamos tenido con Samuel, bueno, la que él preparó para mí, para celebrar nuestro primer año de aniversario siendo novios, y es que me había sorprendido, con una reservación de la misma habitación donde en el pasillo fuera de ella me besó por primera vez y me pidió ser su novio, claro está que, como típico despistado que soy,  lo recordé un par de horas después, y no es que haya olvidado el significado de esa habitación número 824, sino que preocupado por la falsa lesión de Vegetta olvidé que estaba frente a esa habitación cuando fui a buscarlo. También me confeso y disculpó al mismo tiempo, respecto a que me había mentido fingiendo que se sentía mal del estómago desde horas de la mañana, y que lo había hecho para tener tiempo de preparar la habitación, ordenar la comida y demás, y que Luzu y Lana le habían ayudado un poco, sobre todo distrayéndome para evitar que fuese a la habitación a buscarlo, ya que obviamente Vegetta no sé encontraría ahí porque estaba preparando la otra habitación que contenía la sorpresa.

Regresé a la cama, Madre Mía! suspiraba enamorado, que suerte tengo, pensaba al verlo apaciblemente dormido, me acosté de nuevo, sin apagar la lámpara sobre la mesita a mi costado de la cama, metiéndome bajo la sábana, comencé a repartir suaves besos sobre su rostro, bajando por su cuello hasta sus pectorales, los cuales lo despertaron en un suave suspiro.

-Guille, expresó en una dulce y adormilada sonrisa.

-Te Amo, le dije sin parar de besarlo.

*NARRA VEGETTA.

-Y yo a ti Amor. Pasa algo?

Se colocó a horcajadas sobre mí, cogió mis mofletes, acercándose a mis labios para besarme apasionadamente, correspondí su beso, mientras deslizaba mis manos por su espalda, hasta su culo para acariciarlo. Hazme el amor, susurró, con un destello de lujuria en su mirada, provocándome. Sin pensármelo dos veces, giré sobre la cama para quedar encima de él, abrí sus piernas para posicionarme en medio de ellas, y continué besándole de manera lenta y apasionada.

(Y así duda, si le merezco. Si es por este tipo de cosas que lo amo, porque busca momentos de adrenalina pura que me hacen vivir y sentir maravillas, por esas incansables ganas de hacer con mi cuerpo lo que se le viene en gana, por esa mirada que me cala hasta el alma, y esa facilidad de ponerme duro, simplemente con sus gestos y sensuales palabras, por esa forma de hablarme y mirarme aún cuando está cabreado, pero que me dice que soy todo para él, por ese jugueteo tonto como si fuésemos críos, en los que terminamos colorados y sin aire al hacernos cosquillas sobre la cama, y hacernos reír por la más mínima tontería, por las conversaciones interminables en las que planeamos nuestro futuro, por las veces que sabe lo que siento y pienso sin que se lo diga, por sus mimos, su preocupación por mi, sus palabras de aliento, su apoyo incondicional, por todo eso y más, lo amo!)

Se aferraba a mí con fuerza, y me besaba profundamente. Nuestra respiración estaba acelerada, rozaba su entrada con mi miembro, provocándole pequeños gemidos. Hazme tuyo!, susurró desesperado, penetrandolo al instante de manera lenta, provocándole un gemido de placer, así continué moviéndome, lenta y suavemente dentro de él, y era mi suave vaivén el que, le provocaba los más sensuales y tiernos gemidos. En algunas ocasiones Willy me ha pedido que aumente el ritmo, pero está vez parecía estar a gusto y disfrutar de cada uno de mis movimientos, mientras jugaba con mi cabello, segundos después deslizó sus manos hasta mi culo, y aprisionó mis caderas con sus piernas y sus manos, para detener mi vaivén, dejándome dentro suyo.

-Sólo quedate así unos segundos, exclamó jadeante, seguido me cogió de los mofletes y me miró a los ojos con ese tierno destello y sonrió. Te Amo Cariño.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora