CAPÍTULO 178

90 10 6
                                    

*NARRA VEGETTA.

-Besarnos dentro del cubículo del baño de la discoteca, no era de lo más cómodo, ni higiénico. Te gustaría volver al hotel y que continuemos haciendo esto allá, sugerí entre besos.

-Por favor, respondió sonriente.

-Tenemos que decirle a los chicos que nos vamos y que los veremos mañana.

-Y perder el tiempo buscándolos entre la multitud, cuando prefiero besarte. No te preocupes por ellos, de camino al hotel le mandaré un texto a Luzu, para que le diga a los demás, exclamó Willy, entre besos a mi cuello.

-Vale, respondí dándole un beso más en los labios, para luego salir del baño e irnos al hotel.

-Estábamos sobre la cama, él me besaba y acariciaba con pasión pero al mismo tiempo con ternura y delicadeza. Lo deseaba, y era obvio que él a mí, nuestras erecciones nos delataban marcando con dureza la tela de nuestros vaqueros que rozaban entre si. Comencé a desabotonar su camisa.

-Que haces, preguntó cogiéndome de las manos.

-Desnudarte.

-Para qué?! Vas a ayudarme a poner el pijama, comentó burlón, obviamente evadiendo mi intención.

-Como si durmieras con pijama, comenté sarcástico, provocando una mirada y sonrisa maliciosa en ambos, ya que en general, dormimos en calzones o desnudos cuando hacemos el amor. Me acerqué de nuevo a sus labios para besarlo, bajando hasta su cuello donde reparti varios besos que terminaron en suaves mordidas, provocando que Willy se retorciera de la excitación, al sentir contra mi entrepierna la dureza de su miembro, al mismo tiempo que soltaba pequeños gemidos. Prometí que no te dejaría dormir en toda la noche, susurré a su oído.

-Me cogió de los mofletes con ambas manos, mirándome dulcemente. Mi Amor, no tienes que cumplir esa promesa esta noche.

-Quiero hacerlo.

-Samu, no!

-Estoy bien, no lo diría sino fuese así.

-Ya me mentiste sobre eso esta noche, dijo mirándome serio.

-Vale, es cierto, pero justo en este momento no miento, te lo aseguro.

-Y como sé que me dices la verdad y no éstas tratando de complacerme de nuevo.

-Desabroche mi vaquero y bajé un poco mi calzoncillo. Crees que miento respondí, mostrando mi completa erección.

-Lamió sus labios, me miró y sonrió. Vale te creo.

-A menos que tú, no quieras hacerlo, pregunté.

-Tú que crees, preguntó desabrochándose el vaquero y bajando su ropa interior, dejando al descubierto su erección.

-No se diga más, expresé cogiéndolo de los mofletes para continuar besándolo.

-Cariño, dijo deteniéndose. No quiero lastimarte, estás seguro que quieres que lo hagamos, me preguntó con preocupación en su rostro.

-Te deseo dentro de mí, respondí, él sonrió y continué besándolo. Sólo tómalo con calma, manifesté entre besos.

-Vale, contestó besándome de nuevo, sentiendo su sonrisa contra mis labios en medio del beso.

-Terminé de quitarle la camisa, seguido él se despojó del restante de su ropa, dejando al descubierto su hermoso cuerpo. Después delicadamente se abalanzó sobre mí, besándome y quitando lentamente cada prenda al mismo tiempo que repartía besos sobre mi cuerpo. Giré sobre la cama quedando de lado, Guille se posicionó atrás de mí, colocando su antebrazo para servirme de almohada, y rodeándome el pecho con el otro brazo, abrazándome, sintiéndome completamente protegido y amado por él, comenzó a lamer y besar mi cuello, de forma suave deslizaba su mano por mi abdomen acariciándome hasta llegar a mi miembro, podía sentir su erección rozar mi culo, provocándome, seduciendome, haciéndose desear, después de algunos minutos de tiernas y delicadas caricias, colocó una mano sobre mi cadera y de manera cuidadosa y lenta me penetró, provocándonos un gemido de placer, y así comenzó a moverse dentro de mi, a un ritmo lento.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora