CAPÍTULO 166

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NARRAN VEGETTA Y WILLY.

Narra Vegetta: Aún puedo hacer que pierdas el vuelo, dijo mi novio con ojitos y sonrisa pícara como si ideara un plan maléfico, mientras íbamos en el taxi hacia el aeropuerto.
-Ah siiii?! y como harías eso pregunté sonriente.
-Uuum, pues, cuando estemos en el aeropuerto podría señalarte y gritar, "este hombre lleva una bomba", te detendrían y ya no te irías.
-Estas loquito chaval, dije entre risas.
-Cariño, es broma, no diría que llevas una bomba, diría que la llevo yo, y que tengo otras escondidas en todo el aeropuerto, lo que provocaría suspensión de vuelos y también lo cerrarían y no te irías, dijo sonriente guiñando un ojo.
-Solté una carcajada ante descabelladas ocurrencias. Sabes, no quería que vinieses a dejarme, primero porque no quiero que regreses solo al apartamento, en taxi en esta ciudad...
-Samu, no va a pasarme nada, dijo interrumpiendome al mismo tiempo que rodaba los ojos, como si yo exagerara con mi comentario.
-.... vale pero me avisas cuando llegues al apartamento....
-Vale.
-.... y en segundo lugar porque durante el trayecto sabía que se te ocurrirían ideas locas, manifesté devolviendo el guiño, y provocando sonrisas en ambos.
-Oye, que pasaría si mientras no estás, hay un apocalipsis zombie?!
-Yo vendría a por ti, a como de lugar, expresé cogiéndole la mano, a lo que sonrió.
-Pero y si me he convertido en zombie?
-Pues tienes dos opciones, la primera morderme y convertirme en un zombie como tú, y la segunda comerme, respondí.
-Claro que me gusta y me inclino por la idea de morderte y convertirte en zombie para estar y andar juntos por ahí comiendo cerebros, peeeroo admito que me siento fuertemente tentado a comerte, empezando por ahí dijo bajando la mirada hasta mi vaquero a la altura de mi miembro, al mismo tiempo que se relamia los labios.
-Yo te dejaría hacerlo, Willy, comenté, lo que provocó miradas lascivas y luego desató carcajadas en ambos, y así fuimos por todo el trayecto, hablando pura chorrada entre risas.

Estabamos en el aeropuerto, nos abrazamos en despedida.
-Está mal que lo diga y peor justo ahora, tampoco deseo parecer egoísta, pero no quiero que te vayas, quédate conmigo, susurró tristemente a mi oído, palabras que se quedarían tatuadas en mi mente y mi corazón.
-Me separé un poco del abrazo para mirarlo, me dedicó una sonrisa pero sus ojitos mostraban tristeza. Sabía que te sucedía algo, porque no me lo dijiste en el apartamento cuando te lo pregunté?!
-Por qué, aunque sé que no cambiará el hecho que te vayas de viaje, no quería incomodarte de alguna manera, pero ahora que estamos despidiendonos, no lo soporté más y tuve que decírtelo o me iba a explotar el corazón, perdona.
-Mi Amor, sabes que conmigo tienes la libertad se hablar del tema que quieras, por ejemplo, como la vez que me contaste sobre la cicatriz que te hiciste en la rodilla cuando tenías diez años, o cuando tenemos esas conversaciones sobre el universo en las que se nos va la olla, exclamé provocando hacernos sonreír por el recuerdo; o sobre como nos vemos en un futuro, de por qué no hablamos con ciertas personas, de nuestros miedos, sabes que puedes decirme lo que sea, Willy, siempre voy a estar para ti, te lo prometo, pero sobre todo, quiero que me digas siempre, lo que sea que esté sintiendo tu corazoncito, le dije tocando el centro de su pecho, vale?!
-Vale, exclamó sonriente pero con la misma mirada triste, que me parte el corazón, y es que tampoco quiero separarme de él y dejarlo solo, si amo con locura y cada parte de mi ser, estar a su lado y hacer todo juntos, pero tengo que irme aunque sea por pocos días. Oye tengo una idea, que tal si te metes en el equipaje, así te llevo conmigo, le dije sonriente en broma para hacerlo reír y así fue, siguiéndome él, mi chiste, a lo que respondió, Si tan solo hubieses traído una maleta más grande, provocando risas en ambos.
-Te Amo Mi niño, volveré pronto le dije abrazándolo de nuevo para terminar besándole ambos mofletes.
-Ya vete dijo soltándose del abrazo, que sino me pongo a gritar que traes una bomba, para que no te vayas.
-Solte una carcajada. Serías capaz de gritar eso?!
-La verdad no, respondió con una sonrisa. Pero anda largate ya, que sino perderás el vuelo, manifestó, tratando de mostrarse indiferente por mi partida, pero sus ojitos se pusieron vidriosos cuando lo dijo, lo que me provocó una punzada en el corazón al verlo así.
-Vale, pero dame otro abrazo antes que me vaya, le dije, puesto no quería dejarlo de esa manera.
-Que empalagoso y latoso tú, que te vayas he dicho, expresó haciéndose el enojado.
-Empalagoso y latoso?! Vale, está bien, ya me voy, adiós Amor, exclamé dándome la vuelta para empezar a caminar, porque si le seguía insistiendo con el abrazo, en verdad se cabrería, o peor, lo haría llorar; sonriente y levantando una mano en despedida, volví a verlo una vez más para luego seguir mi camino.
-Samuel!! me llamó un par de segundos después, me di la vuelta, para sentirlo abalanzándose sobre mi, y abrazarme fuertemente. Pero mío, mi guapo empalagoso y latoso,.... dijo haciéndome sonreír,.... Por cierto, tardas un día más en volver y te mato, entendiste?
-Si, respondí entre risas.
-No te rías, hablo en serio.
-Vale, Amor.
-Que tengáis un buen viaje, expresó para terminar con un Te Amo Samu, a mi oído tiernamente.
-Sonreí, por su cálido y fuerte abrazo, pero también lo percibí necesitado y triste por la forma de aferrarse a mi, como diciéndome con el "quédate no te vayas", como él literalmente me lo había dicho hace un par de minutos; sabía que sólo estaba haciéndose el duro para no mostrar lo triste que se siente por qué me voy, típico de Willy cuando se siente realmente afectado por algo, tratando de comportarse como el malote, de lo cual no tiene ni una pizca en todo su cuerpo.
-Te Amo Chiqui, te escribo desde el avión, vale?! expresé mirándolo, a lo que él asintió sonriente. Y así comenzaron las doce horas y con seguridad un poco más, de mi viaje hacia Madrid.

Narra Willy: Sonreía lo más que podía, venga que solo serán tres días, me repetí mentalmente varias veces, pero odiaba la sensación de verlo ir, es que pasar con él, las veinticuatro horas de los siete días de la semana, hacer todo juntos, lo cual amo con la vida entera y ahora separarnos por primera vez desde que nos mudamos a Los Ángeles, no me gusta en lo absoluto; y eso ocurre en cualquier circunstancia de la vida, a todas las personas en nuestras primeras veces, o nos gustan o desagradan, y a mí, esto me desagradaba totalmente, aunque sea por pocos días, y por exagerado que parezca, en verdad me sentía muy afectado por el asunto, a tal grado que tenía ganas de llorar, y trate de mostrarme fuerte y adoptar una ruda actitud cuando nos despediamos, porque no quería parecer un crío inmaduro y ponerme a llorar frente a Samuel, y retrasarlo en su viaje, aunque al principio me resistí a abrazarlo una vez más cuando me lo pidió por última vez, porqué me conoce muy bien y sabía que me sentía triste porque se iba y no quería dejarme así, pero es que yo tenía miedo a estallar en llanto por el nudo que se había formado en mi garganta desde que llegamos al aeropuerto, pero deseaba su abrazo con desesperación y no pude soporta negarme y dejarlo marchar haciéndome el cabreado e indiferente por su partida, en especial cuando volvió a mirarme acompañado de su hermosa y dulce sonrisa al mismo tiempo que me levantaba una mano en despedida, así que lo llamé y abalancé sobre él, abrazándolo lo más fuerte que pude. Miraba por uno de los ventanales que dan vista a la pista de los aviones, suspire nostálgico al ver como su avión despegaba hasta elevarse y perderlo de vista, unos minutos después emprendí camino en taxi, de regreso hacia el apartamento, iba pensando, Y ahora que voy a hacer por tres días, solo?! Pues grabar, me respondí al instante, pero eso lo hago durante las mañanas, Que voy a hacer durante las tardes?! Puedo ver televisión, volví a responderme mentalmente, si claro Guille, con lo que te encanta, pensé sarcástico, Podría practicar y mejorar mi nula experiencia en la cocina, preparando algún platillo, Ja! si como no, reí para mis adentros, que viva la comida a domicilio. Llevaba un risible, irónico, triste, aburrido, sarcástico y lastimero monólogo mental, Samuel llevaba a penas unos veinte minutos de haberse ido y ya me estaba volviendo loco. De pronto la felicidad volvió a mi vida, bueno en una diminuta proporción puesto mi felicidad completa iba en un avión con destino a Madrid, había recibido un mensaje de texto de mi novio. -*Hola Amor💚💜*

-*Hola Cariño😍*

-*No llevo ni media hora sentado y ya me duele el culo 😓😅*

-*😂 y las 11:30 horas que te faltan, y a eso sumale el tiempo en taxi hasta casa de tus padres 😂*

-*😫que fastidio de asiento y de vuelo, y ya estás en casa?

-*No, voy a medio camino, hay bastante tráfico*

-*Bueno no se te olvide avisarme cuando llegues*, (Sobre protectorgetta le dicen, Que ya me lo ha dicho, pensé quejoso)

-*😒😑 que si, macho! No me trates como un a niño*

-*Eres mi niño, me preocupo por ti, y no quiero que te pase nada malo😞* (Sonreí al leer "eres mi niño", y me remordio la conciencia por ser borde con él, cuando hace unos minutos me quejaba, entristecía por verlo marchar, y sigo extrañandolo con la vida entera).

-*Lo sé, perdona 😘 Cariño, igual me avisas tú cuando llegues a Madrid, no importa la hora que sea, vale?!* (Porqué ambos sabíamos que aquí en Los Ángeles, aún sería de madrugada de Viernes, cuando el llegase al mediodía a Madrid, por las nueve horas de diferencia horaria).

-*Vale, mi hermoso 😊😘* (Es mi Cariñosogetta pensé sonriente, anhelando con desesperación que los días pasasen lo más rápido posible para tenerlo conmigo de nuevo).

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora