En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.

CAPITULO 161

NARRA WILLY: *FIN FLAHSBACK* Regresé a la realidad cuando Samuel terminó de cantar la canción de cumpleaños, me senté sobre la cama apoyándome contra el respaldo de esta, él puso la bandeja sobre la mesa de noche a mi lado y se sentó junto a mi.

-Feliz cumpleaños mi hermoso, dijo cogiéndome de los mofletes y colocando una avalancha de castos besos sobre mis labios, seguido de un fuerte abrazo que correspondi felizmente al mismo tiempo que le susurraba al oído, Gracias Amor!.
-Te Amo Mi Niño, exclamó cogiéndome de los mofletes nuevamente, feliz, feliz, feliz cumpleaños, volvió a repetir mirándome con dulzura y una enorme sonrisa en su rostro.
-Muchas gracias Cariño, agradecí en una tríada de besos, primero un moflete, luego el otro, para terminar con un beso sobre sus labios, sintiendo su sonrisa en el último contra los míos.
-Quieres desayunar, preguntó.
-Si, exclamé sonriente moviendo la cabeza de arriba a abajo. Colocó sobre mis piernas la rebosante bandeja de comida, en un plato había huevos y tocino fritos, acompañados de pan tostado, en otro panqueques con nutella y otro tazón contenía fresas, bananas y kiwi en trozos, acompañado de un vaso con zumo de naranja, se veía absolutamente delicioso, se me hacía agua la boca, todo estaba simétricamente colocado en cada plato, con un olor impresionante, apetecible, parecía el desayuno preparado en un restaurante, digno de sacarle una fotografía para una revista. No sabía ni por donde empezar ya que todo se veía delicioso, así que vacilante cogí el tenedor y cuchillo, decidí no pensarlo más y me metí un trozo de fresa a la boca, luego mordi un tira de tocino, y así empecé a picotear toda la comida, cogiendo un poco de aquí y un poco de allá.

-Está bueno, preguntó.
-Delicioso, exquisito, manifesté con los mofletes a reventar. Segundos después reaccioné, y detuve mi masticar. -Cariño, disculpadme que he empezado sin ti, esto era para los dos o sólo para mi, pregunté asustado bajando los cubiertos. -Sonrió limpiando mi barbilla. Sólo para ti, pequeño, dijo depositando un beso sobre mi frente, Pero no te detengas, en un minuto vuelvo, iré por mi desayuno para acompañarte.
-Vale, expresé con sonrisa avergonzada.
-Metía el último bocado a mi boca, me lo había acabado todo, encontrándome alegremente satisfecho, podría desayunar así más seguido, bueno eso depende de Samuel, que quiera prepararme el desayuno, porque si lo preparo yo, que digo preparar, mejor dicho, intentar preparar porqué con seguridad quemo la cocina, es más el apartamento entero pensé mientras relamia el tenedor.
-Eso estuvo... expresé cortando la frase para soltar un suspiro de satisfacción,... delicioso, terminé diciendo, al mismo tiempo que ponía a un lado de la cama la bandeja. Gracias Amor, le dije acercándome a él para besarle un moflete.
-De nada Cariño, me alegra que te gustara el desayuno, lo prepare con mucho amor para ti.
-Creeme cuando te digo que sentí ese amor en cada bocado, gracias Cariño, expresé de nuevo acercándome para darle un casto beso en los labios.
-De nada Mi Cielo.
-Oye tú sabes cocinar y yo sé comer, somos el uno para el otro Mi Amor, expresé sonriente.
-Si que lo somos dijo entre risas devolviendo el beso.
-Me quedaré unos minutos más en la cama..., expresé en un bostezo... para luego levantarme y grabar, si no estás ocupado te quedas conmigo y dormimos y ratito más, pregunté.
-Sí, sólo dejame llevar los platos a la cocina, dijo cogiendo la bandeja.

-Samu, no, espera dije cogiendo de la bandeja para detenerlo, sólo ponla en la mesita por favor, luego la llevo yo, pedí! Porque sé que si lo dejó ir, no volverá hasta haber puesto los platos en el lavavajillas y seguro se pone a limpiar cualquier minúsculo desorden que haya dejado después de cocinar y quien sabe cuanto tardaría, pero fuese mucho o poco, sentía la imperiosa necesidad de tumbarlo inmediatamente en la cama junto a mi para abrazarlo y quedarme dormido nuevamente a su lado. Por favor, pedi otra vez.

-Sonrió y asintió, colocando la bandeja sobre la mesita, me moví sobre la cama para hacerle espacio, inmediatamente se acostó junto a mi, poniendo un brazo bajo mi cabeza para apoyarla, rápidamente me giré quedando de lado y lo rodee en un abrazo, él me cogió de la barbilla y depositó un casto beso.
-Espera tienes un poco de nutella, dijo al separarse del beso.
-Donde, pregunté.
-Aquí, dijo acercándose a la comisura de mi boca, pasando sensualmente su lengua sobre está, terminando con un beso sobre mis labios provocándome sonreír como bobo.
-Ummm!! Willy de nutella expresó relamiéndose los labios.
-De repente me imaginé cubierto de nutella y a Samuel lamiendo todo, absolutamente todo mi cuerpo, provocando estremecerme de la excitación, tanto que mi miembro junto al costado de mi novio, no le impidió el nulo espacio entre nosotros y felizmente se alzó.
-Samuel lo notó de inmediato, mostrando su pícara sonrisa, esa hermosa y sensual sonrisa que instiga al pecado, sin dudarlo lo cogí de un moflete, haciéndolo presa de mis deseos, para besarlo intensamente, de manera lenta y profunda, él me cogió de la cintura pegándome completamente a su cuerpo como si no lo estuviésemos ya, de manera fuerte y posesiva, así como me encanta. Poco a poco fui subiéndome a horcajadas sobre él, y ya no sólo mi miembro se había alzado felizmente sino también el suyo, anunciando el amor, el deseo y la pasión.