CAPITULO 125

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Narra Willy: Durante toda mi vida mis padres me han advertido sobre las drogas u otros vicios, sobre lo adictivos y peligrosos que pueden ser, y he seguido sus consejos, soy una persona sin vicios, bueno... sólo de uno que no soy capaz de controlar, mi vicio llamado Samuel, pero es que nunca me hablaron de él, jamás me advirtieron sobre drogas con grandes ojos marrones y una linda mirada triste y un hermoso corazón. Al darnos cuenta que estábamos solos nos miramos abriendo paso a una descomunal pasión, comenzamos a besarnos de una manera arrasadora de sentidos, deseo su perfume recorriendo mi ser, deseo respirarlo desde el cuello al alma, impregnarme de sus labios, de su corazón agitado, de su sexo, deseo bañarme en su esencia, después de que él me desvistiera y me hiciera suyo con su habilidosa boca sobre mi miembro, abrió mis piernas lanzándose dentro de mi, haciéndome temblar de una pasión desbordante, amo abrazarlo, aferrarme a él y sentirlo moviéndose dentro de mi mientras me besa, separándonos levemente para entrelazar alientos mirándonos a los ojos, aunque sus ojos no son azules es como si viese el cielo en ellos, y fue desde el día en que lo conocí en que me di cuenta tan sólo mirando sus ojos, que él enciende cada parte de mi alma, cada espacio de mi ser, no tengo corazón ni ojos para nadie, sólo para Samuel porque con él me dan ganas de vivirlo todo, porque es la persona que siempre soñé conocer, todo lo que amo está en él; me vuelve loco tocarme mientras él se hunde una y otra vez en mi interior, es una sensación arrebatadoramente gloriosa de placer, mi alma se estremece con cada roce de su piel con la mía, nunca nos imaginamos que está noche tendríamos oportunidad para liberar tantos deseos reprimidos, era una noche cómplice de todo, para todo, en todo, él está en mis ojos, en mis manos, en mis labios, en mi lengua, en mi aliento, su olor está en todo mi cuerpo y me encanta, en uno de sus magníficos movimientos me perdí, me desorbité, me volví un temblor, un estruendo, algo que se derrumba sin forma, sin fuerzas, que sucumbe, alcanzando la plenitud mientras una avalancha tibia desciende por mi miembro y cae sobre mi abdomen, segundos después él se liberó en un gran gemido, empapando mi interior; aún agitados por el magnífico momento que nos dejó sin aliento, lo cogí de los mofletes halándolo hacia mi suavemente para besarlo, quedando completamente acostado encima de mi, me fascina sentir su cuerpo desnudo sobre el mio, como nuestros miembros rozan entre si, sintiendo nuestro sudor y semen deslizarse entre nosotros, no fue mucho tiempo comparado con las otras ocasiones que hemos hecho el amor, pero el suficiente para liberar deseos y emociones contenidas, fue tan intenso que rápidamente nos hizo sudar y jadear, pero logrando la misma espectacular satisfacción, fue majestuosamente perfecto, su manera de moverse fue sensacional; fue increíble le dije aún con la respiración acelerada, si que lo fue respondió sonriente para luego repartir pequeños y castos besos desde mi boca, mi cuello, y depositando un último sobre mi pecho, dejando su cabeza descansando sobre el, abrazándome fuertemente, lo rodee con mis brazos, deposité dos pequeños besos sobre su frente y pegué mi rostro a ojos cerrados sobre su cabello quedándome ahí y absorbiendo su aroma, mientras lo acariciaba con una mano sobre su cabeza y la otra a su espalda, habíamos estado así por dos minutos cuando escuchamos las voces de sus padres fuera de su habitación, que hasta ahora me doy cuenta que fue a ésta a la que entramos, tus padres dije dándole rápidas palmaditas a la espalda, no hay que hacer ruido seguro se van directo a su habitación dijo susurrando, nos quedamos callados y quietos esperando que así fuera; ya habrán llegado los chicos? veré si Samuel está en su habitación escuchamos decir a su madre, puedo jurar que está parada frente a la puerta de la habitación de Vegetta puesto se escucha bastante claro, Vegetta, tu madre va entrar expresé asustado, Shhh expresó poniendo su dedo índice sobre sus labios, Samuel exclamó su madre tocando la puerta, le pusiste seguro a la puerta pregunté susurrando, no lo hice respondió, y por qué no?tenía las manos ocupadas sosteniéndote a horcajadas sobre mi cintura y besándote que apenas pude cerrar la puerta empujándola con una pierna, me estás echando la culpa pregunté un poco molesto, no Willy dijo tranquilamente y en serio quieres discutir ahora? No Vegetta es sólo que para la próxima dime Willy ponle seguro a la puerta mientras te sostengo el culo con las manos expresé sarcásticamente, él sonrió levantando las cejas, en serio haces esa cara ahora, oye tú eres el que está hablando de una próxima vez y cómo no quieres que imagine cosas, sonreí tontamente por qué tenía razón, no hagamos ruido seguro se va dijo, hijoooo ya estás en casa? volvió a llamarlo, querida mira la hora es seguro que ya vino, deja de hablar tan fuerte puede que esté dormido después del día tan agotador por el evento y lo despertaras y a Guille en su habitación también déjalos descansar escuchamos decir a su padre, no voy a acostarme a dormir tranquila si no lo veo que ya está en casa le respondió su esposa muy decidida, jodeeer va entrar, nos encontrará desnudos sobre la cama, no puede ser Vegetta, levantate, levantate, levantateeee le susurré desesperado mientras daba palmatidas a su espalda, de lo nervioso que me puse lo terminé empujando que cayó sentado sobre el piso, Auch!! exclamó quejándose, lo siento amor dije cogiéndolo rápidamente de un brazo para ayudarlo a levantarse, escuché un ruido creo que si está en su habitación dijo la señora, empecé a ver en todas direcciones buscando mi ropa, que estaba dispersa algunas prendas sobre la cama y otras en el piso, y comencé a recogerla lo más rápido que podía mientras rogaba mentalmente a Dios que ella no entrará y si lo hacía que al menos me diese tiempo para recogerla toda y correr hasta el baño a esconderme, Vegetta corrió al closet mientras se sobaba el culo, lo empuje muy fuerte pobrecito, hijooo estas ocupado en algún vídeo o puedo entrar, seguro tiene los cascos puestos por eso no me escucha expresó su madre,Vegetta sacó un short poniéndoselo mientras reía suavemente de forma nerviosa al fallar meter una pierna por lo apurado que estaba, ya voy mamáaa, yo recogía la última prenda, y él término de ponerse el short, al escuchar la voz de su hijo que si estaba en su habitación vi como la perilla de la puerta empezó a girar, no me daría tiempo para correr hasta el baño y su madre me vería desnudo a media habitación, Vegetta tampoco alcanzaría a llegar a la puerta para detenerla unos segundos más, no tuve más opción que tirarme al piso como Dios me trajo al mundo, rogando que su madre al entrar a la habitación no decidiera dar un recorrido sobre ella y llegando hasta donde yo estaba con el culo al aire, por debajo de la cama vi como la puerta se abría y Vegetta estaba a dos pasos de llegar hasta ella. 

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora