En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.

CAPITULO 42

Narra Vegetta.

Ver a Willy con las manos en su rostro me preocupó, era evidente su malestar, me sentía inútil y no sabía que hacer para hacerlo sentir mejor sin que él no se sintiera incómodo conmigo.

Quería cogerlo entre mis brazos y arrullarlo como a un niño pequeño hasta que su dolor se calmara, entonces me acerqué y agaché frente a él, sin pensarlo puse mis manos sobre sus rodillas.

-Puedes acostarte y descansar en mi cama si quieres, el tiempo que desees, no tengas vergüenza.

A pesar de su malestar me dedicó una mirada dulce, profunda, y lo que fuera que vi en sus ojos fue tan hermoso que parece ser de otro universo, porque un deseo de fuego invadió mi pensamiento, quería besarlo y entregarle mi vida en un beso, anhelaba poder morder su boca, quería besar esos labios para alimentar la pasión que se encarna en mi interior y que solamente él produce y podría saciar, quería decirle tantas cosas.

-Vegetta, yo.....

El chaval comenzó suavemente a apretar y morder sus labios, sin decir nada más, ese gesto me hizo suspirar, segundos después la razón volvió a mi, no podía besarlo en su estado, si iba a hacerlo tendría que ser en su total discernimiento y no vulnerable ante un dolor de cabeza que nublara sus sentidos, porque quiero que sea mío completamente y no a medias, ese dolor de cabeza no me robaría la gloria.

-Willy, que dices, te acuestas un rato a descansar, le pregunté, con todo el dolor en mi alma y mis fervientes deseos.

-Sí, respondió, bajando la mirada, mientras hace efecto el medicamento.

-Vale, ya estás en mi cama puedes acostarte.

-Gracias, respondió, se acostó y cerró sus ojos, necesitas algo más, otra almohada quizá o algo para tapar tus ojos para quitar el reflejo de la luz.

-No es necesario, estoy bien, gracias, dijo sonriendo.

-De acuerdo, si necesitas cualquier cosa, lo que sea, me dices, vale!

-Sí, te lo agradezco Vegetta, manifestó en una dulce sonrisa, pero sus ojitos reflejaban dolor, y volvió a cerrarlos.

Me acosté sobre la cama de Luzu, viendo hacia el techo, tapé mi rostro con las manos, quería gritar de impotencia, no podía creer lo cerca que estuve de besar a Willy, el deseo me remordía y reprochaba por no haberlo hecho,.. no hacerlo fue lo correcto, pensé, y recordé los consejos de Luzu, "para conquistar a Willy haría las cosas bien", despacio pero seguro, no quiero asustarlo y que se aleje de mi.

Decidí que no me dejaría llevar por mis impulsos como si fuese un adolescente de hormonas locas, con riesgo de arruinarlo todo, paso a paso, todo a su tiempo, me dije, porque deseaba que me conociera, no solo como el Youtuber, sino como todo lo que honestamente soy, la persona con defectos y virtudes, quería llenarlo de detalles, mostrando mis más sinceros sentimientos hacia él, para demostrarle lo mucho que me importa, y cuando fuera el momento indicado le confesaría lo que siento, que es mi primer pensamiento y sentimiento por la mañana, que es mi alegría, mi pasión, el que despierta en mi lo más profundo de mi ser, que con solo una mirada penetra mi mente, que es mi tiempo, mi espacio, mi todo.

Y aunque sentí lejano ese momento de confesarle mi amor, me alegré por tenerlo tan cerca y verlo acostado sobre mi cama, aunque no pude evitar desear estar junto él y abrazarlo.