En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.

CAPITULO 46

Narra Vegetta.

La sugerencia de Frank, era mi excusa perfecta para pasar mas tiempo con Willy, llegamos al hotel y nos dirigimos al salón de juegos, me dio curiosidad por preguntarle a Willy, sobre cual es la relación de Rubius y Mangel, respondiendome que lo de ellos es un "bromance", y ya que estábamos hablando de relaciones porqué no investigar un poquito sobre la vida amorosa de Willy, que luego me arrepentí de haberlo hecho porque para mi desgracia dijo que le gusta un chaval y de remate le agregó la palabra mucho, "le gusta mucho", además mencionó que se sentía mal por saber que la persona que a él le gusta esta enamorado de alguien más, estábamos en la misma desdicha amorosa.

No pasa nada me dije, no entres en pánico, calmate y respira profundo que le guste alguien más no es tan malo en comparación que hubiese dicho que tiene novio, eso me hubiese matado y me repetí mentalmente lo que le había dicho a Willy "no hay peor lucha que la que no se hace", y yo estoy dispuesto a luchar con uñas y dientes por él.

Y al verlo triste y suspirar por ese tío provocó en mi abrazarlo, quedándome siempre con las ganas de hacer más que eso, y le dije que no se preocupara, que encontraría a alguien que si sienta lo mismo por él y que ese chico lo amará con locura e incondicionalmente, que solo tenía que ver a su alrededor, pueda que estuviese más cerca de lo que él cree, pero eso se lo quería decir directamente, que ese a su alrededor soy yo que lo amo con locura e incondicionalmente, y que deseo con todo mi ser que sea mi novio y poder presumirlo con mi familia y amigos, no voy a perder las esperanzas, algún día podré gritar al mundo que eres mío y yo tuyo, pensé. Pasamos toda la tarde en el salón de juegos, hasta que cerraron el lugar.

Esos juegos son la leche, dijo Willy.

Sí que lo son, expresé. Me la voy a jugar pensé, tengo hambre, le dije.

Sí, yo también, quieres ir por algo de comer, tengo antojo de fruta, dijo Willy.

Yo de un café y un postre, respondí, <aunque ninguno compite contigo obviamente, pensé>,

Si un postre suena bien, pero sin café porque no me gusta.

De acuerdo vamos a por ello, respondí sonriente, y él devolvió la sonrisa.

Pasamos el resto de la tarde y parte de la noche en el restaurante del hotel, llegamos por un postre y terminamos cenando, conversamos sobre juegos, nuestros canales en Youtube, nuestros amigos, incluso sobre la historia familiar de cada uno, me contó que vive con sus padres y su hermana menor Karol, <tengo una cuñadita> yo le platiqué que también vivo con mis padres y que soy hijo único, pero que tengo muchos primos y primas con los que me llevo excelente.

Seguíamos platicando y de repente se acercó un mesero a decirnos que lo disculparamos pero el servicio había terminado y que cerrarían el restaurante, le dijimos que no había problema, le agradecimos por la excelente atención y nos fuimos, eran las once de la noche.

Creo que es hora de dormir, dijo Willy.

Sí lo es, respondí, aunque deseaba seguir pasando tiempo con él.

De camino a nuestras habitaciones la mía estaba primero. Llegamos hasta mi puerta, esta es mi habitación, comenté.

Vale, que pases buenas noches, dijo Willy.

Y antes que diera vuelta para irse le dije, me gustó mucho pasar la tarde y parte de la noche contigo, gracias, le sonreí.

Sonrió, a ti, respondió, la pasé muy bien, gracias por tu compañía.

El placer fue todo mío, exclamé y ambos sonreímos.

Buenas noches Vegetta.

Buenas noches Willy.

Se dio la vuelta y empezó a caminar, y yo seguía parado en la puerta embobado viéndolo irse, de pronto volteó hacia atrás y me vio observándolo, mierda me sorprendió, disimula me dije e hice gestos fingiendo que la puerta no habría, luego abrí y levanté mi mano en señal de despedida y él correspondió mi saludo, pero no dejé de verlo hasta que cruzó el pasillo.