CAPÍTULO 167, NARRAN VEGETTA Y WILLY.

74 5 0
                                    

NARRA VEGETTA: Mierda! Que aburrido soportar doce malditas horas de vuelo, sino fuera porque voy hablando por WhatsApp con Willy, ya hubiese buscado la manera de salir del avión y lanzarme al vacío, pero que estoy diciendo, que luego dejo solito a mi Willy, y no quiero que venga otro a besarlo, abrazarlo, acariciarlo, cuidarlo, pero sobre todo, que nadie le va dar más lata y cabreo que yo, pensé riendo para mis adentros al recordar en las veces en que lo he hecho enojar solo porque me resulta divertido ver como se cabrea y luego contentarlo a besitos, no seré yo el mejor novio del mundo.

Aproximadamente unos veinte minutos después de nuestro primer mensaje por WhatsApp, mi novio me avisó que había llegado al apartamento, me sentí feliz y aliviado por ello, no me importa que piense que soy sobre protector, pero no me gusta que ande por ahí solo, en esa ciudad.

Poco a poco la conexión del Wifi iba más lento, se lo comenté a Willy, por si ya no le podía contestar supiera el motivo, alrededor de cinco minutos después, la conexión se perdió por completo, ahí mi aburrimiento total comenzó, porque ya no pude hablar con mi novio.

Sin WiFi, tenía un circulo vicioso, escuchaba música, luego me ponía a jugar con el móvil, veía mi galería de fotos, principalmente repasaba una y otra vez el álbum de las fotos con Willy, y así habían transcurrido cinco horas de vuelo, de manera excesivamente lenta, a las ocho de la noche, según mi reloj, porque quien sabe que hora sería por donde sea que fuesemos sobrevolando, las señoritas azafatas sirvieron la cena, pollo asado acompañado de verduras al vapor, y un bollo de pan con mantequilla, tenía buena pinta, pero al probar las verduras, a algunas les había hecho falta más cocción, porque estaban duras, madre mía! y con el hambre que tenía, y me salen con esto pensé quejoso, cuando terminé de comer lo que si estaba bueno y comestible, volví a mi circulo vicioso hasta que apagaron las luces para que pudiésemos dormir, me cubrí con la manta que me ofreció unos minutos antes una señorita azafata, Que estará haciendo Willy, pensé, mientras abrazaba la almohada que también me había dado la chica, puede que esté grabando algún vídeo, pero lo más seguro es que esté jugando con su móvil, una sonrisa se dibujo en mi rostro al imaginarlo abstraído con el aparato, ya que parece un niño pequeño cuando lo hace, a veces he tenido que sacudirle del hombro porque no escucha cuando le hablo, ay mi Willy, pensé soltando una risita que no pude evitar, lo extrañaba muchísimo, deseaba que fuese él a quien tuviese abrazado en lugar de la almohada, sonriente porque pensaba en él, me quedé dormido, y aunque físicamente no lo tenía conmigo, fui feliz porque en sueños me encontré con él.

NARRA WILLY: Estaba en el salón, cenaba y veía televisión, en realidad sólo comía, porque había encendido la televisión sin siquiera buscar algo que me interesase, dejándolo en el canal que ya estaba desde la última vez que Vegetta vio algo, no sabía si era película o serie, y mucho menos de que iba, la tenía más bien de música de fondo, porque en realidad tampoco prestaba atención a lo que escuchaba, y la había encendido porque me sentía solo y en un silencio sepulcral en todo el apartamento.

Cuando terminé de cenar apagué la televisión, lleve los platos a la cocina, y luego me fui a la habitación de Samuel, sentí muy feo en el pecho, entrar y no verlo ahí, eran las 10:15 de la noche, aún era temprano para mi, podría ir a mi habitación y grabar un vídeo más, con la intención de matar el tiempo mientras estaba solo, mejor no, ya tendrás tiempo de sobra mañana, me dije, soltando un triste suspiro, así que opté por acostarme, no para dormir, porque no tenía sueño, jugaría un rato con el móvil, me desvesti quedando únicamente en calzoncillo, me acosté en mi lado de la cama y cubrí con la sábana, cogí el móvil y empecé a jugar uno por uno todos los juegos que tenía instalados, un rato después estaba aburrido de jugar, pero la verdad es que me aburría porque odiaba estar solo, ya que los juegos de mi móvil no me aburren, es más muchas veces pierdo la noción del tiempo con ellos, pero está noche era la excepción, la cuestión era la soledad en la que me encontraba y provocaba que los suspiros nostálgicos salieran solos a cada momento, porque extrañaba muchísimo a Samuel, y estando solo en la cama era muchísimo peor, y es que por las noches, antes de dormir, Samuel ve la televisión aquí acostado junto a mí, algunas veces la miro junto a él, pero la mayoría del tiempo, yo juego con el móvil, pero lo divertido y bonito es qué él, pone una pierna sobre la mía, o coloca su cabeza sobre mi abdomen y me abraza, cada uno en lo suyo, pero con ese contacto físico que me encanta, y más aún cuando él termina o se aburre de ver su programa o película y empieza a manosearme mientras juego, encantado suelto el móvil y terminamos haciendo el amor, y lo mismo pasa cuando el qué tiene ganas de manosearlo a él, soy yo.

Qué estará haciendo?! obviamente va en el avión, pero Estará comiendo?, Jugando con su móvil?, Escuchando música?, Aburriéndose? O Extrañándome tanto como yo a él?.

Con esas interrogantes, otro triste suspiro salió, apagué la luz de la lámpara sobre la mesita de mi lado, me coloqué en medio de la gran cama, que estando solo se me hacía mucho más enorme, cogí la almohada de Samuel y la abracé, imaginando que era él, sonreí al percibir su aroma sobre está, pero mucho más impregnado como sutil perfume en los poros, entre las líneas del cuello, así tengo su recuerdo, recordaba sus dulces y cariñosos besos sobre mi frente y labios antes de quedarnos dormidos, el tierno "Te Amo Guille", a mi oído de todas las noches, que me vuelven la persona más feliz sobre esta tierra, y así pensando en él, me quedé dormido.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora