CAPITULO 32

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Narra Vegetta.

Había sido un saludo serio, hasta el punto de catalogarlo como frío y distante, y totalmente ausente de esa hermosa sonrisa que me gusta.

Seguía sin comprender que le sucedía a Willy, pero tenía que averiguarlo.

-Bueno, vamos chavales, hora de irnos, dijo Rubius.

-A dónde iremos, preguntó, Alexby.

-Al Lexington Social House, contestó Luzu, les pregunté a unos amigos y me lo recomendaron, dijeron que hay un bar al aire libre con excelente ambiente y buenas mezclas de música electrónica y hip-hop.

-Ooh! eso suena guay, dijo Rubius.

Llegamos a la discoteca y era un lugar con decoración impresionante, con mezcla de viejas texturas, arte contemporáneo y objetos de diseño, el bar era un patio con cómodos asientos tipo cóctel, también había una chimenea, el Dj hacía mezclas y la pista de baile ya estaba medio llena.

-Ey Luzu! buena recomendación de tus amigos, le dije.

-Siempre lo mejor para mis bitchesitas, expresó sonriente, provocando risas en todos.

Nos sentamos y ordenamos, unos caña, otros cuba libre, y entre hablar tonterías, botanas y tragos se nos fue una hora.

-Pues hay que ir a bailar un rato, dijo Rubius.

-Es cierto, no venimos solo para estar sentados, comenté.

-Sí, vamos a estirar las piernas, siguió Mangel.

-Venga vamos!, expresé contento, tenía ganas de bailar. Todos nos levantamos a excepción de Willy.

-Yo me quedaré un rato más aquí, estoy un poco mareado luego los alcanzo.

-Seguro que estás bien, le preguntó Frank.

-Sí, estoy bien, no te preocupes.

-Ahh joder! para que abrí la boca, si hubiera sabido que Willy se quedaría sentado no hubiese hablado, ahora que pretexto digo para quedarme.

Nos fuimos a la pista de baile, y empezamos a bailar, que a mi no se me da nada mal, pero a los otros.. pues digamos que el alcohol había nublado su coordinación con la música.

-Que hacéis aquí parguela, me dijo Luzu, es tu oportunidad ve con Willy.

-Sí, ya voy, contesté sonriente.

Y poco a poco fui apartándome del grupo y tomé camino hasta nuestra mesa, y ahí estaba Willy, tan perfecto como siempre, vestido con vaquero negro y con esa bendita camisa blanca con líneas azules, sin abrochar completamente, era como si lo hiciera a propósito para provocar mis deseos.

-Te sientes mejor le pregunté.

-Sí, gracias, respondió con una media sonrisa.

-Esta bueno el ambiente, cierto.

-Sí, muy guay, contestó.

Quería preguntarle que le había sucedido en el restaurante, ofrecerle mi ayuda si tenía algún problema, porque su comportamiento no pareció ser de simple cansancio como él lo afirmó, pero si le había sucedido algo no grato y sumamente personal que no quisiera contarle a nadie, no quería recordárselo y arruinarle la noche.

-Quieres ir a bailar, le pregunté, para tratar de animarlo.

Sus ojos se clavaron en los míos, dio un ligero suspiro, yo no sabía si estaba cansado o triste, así que solo le sonreí, él me correspondió con una media sonrisa, respondiendo con un simple "sí".

-Te vas a divertir, ya lo verás, tus amigos son excelentes bailarines, le comenté.

-Sí ya lo creo, dijo en una ligera risa.

Venga te ayudo a levantarte, le dije ofreciéndole mi mano, sonrió cogiendola, y no pude evitar emocionarme, cuando se levantó rápidamente me soltó, y nos dirigimos a la pista de baile.

La noche avanzó de lo mejor, serían los tragos que me habían desinhibido, pero tenía deseos de decirle a Willy que quería hablar con él en privado y confesarle de una vez mis sentimientos por él, luego recapacité y pensé que no podía ser tan cutre y declararmele en este lugar, no sería para nada romántico, había demasiado ruido, tanto que apenas podía escuchar mis propios pensamientos.

De repente alguien choco conmigo, pero que cojones!, había derramado su bebida sobre mi abdomen, estaba fría y por el olor era alcohol puro sin mezcla de nada más, "lo siento guapo" me dijo el chico trigueño de ojos azules, permiteme ayudar a limpiarte un poco y empezó a "limpiarme" con una servilleta.

-No te preocupes, estoy bien, solo ten más cuidado.

-Oh por favor, insisto.

Pero ya no era sólo limpiar y secar, sino tocarme de más.

-Soy Diego, y lamento haber derramado encima de ti la bebida, ¿como te llamas?

Para mi sorpresa Willy se acercó, arrebatandole la servilleta de la mano al chico.

-No te molestes, yo le ayudaré a limpiarse, le expresó con semblante serio.

-Lo siento, dijo Diego, creí que estabas solo, me disculpo, terminó diciendo para darse la vuelta e irse.

-Estos borrachos imprudentes, estás bien, me preguntó cogiéndome del brazo.

Por unos segundos mi mente se quedó en blanco, no sabía como reaccionar o que pensar, estaba anonadado, pero luego me puse feliz ante la reacción de Willy.

-Sí, estoy bien, gracias le respondí sonriente.

Enseguida Luzu, Rubius, Mangel, Frank y Alexby se acercaron, preguntando que había sucedido.

-Un tío, derramó su bebida sobre mí.

-Uy chaval, y que bebida, apestas a alcohol, comentó Rubius.

-Será mejor que nos vayamos, porque Vegetta no puede estar así con la camisa húmeda con alcohol, expresó Willy, en tono de preocupación por mí, y yo no podía estar más feliz.

-Sí, es tarde, además mañana hay que levantarnos temprano, manifestó Luzu, correspondiendo mi disimulada sonrisa por la reacción de Willy.

Todos estuvimos de acuerdo, en especial yo, sonreí al sentir como el brazo de Willy, se colaba tras mi espalda, haciéndome sentir protegido por él mientras salíamos de la disco.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora