CAPÍTULO 192

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*NARRA VEGETTA*

Después de escribir los tweets, fui directo al jardín donde me esperaban mis padres para comer.

-Madre mía, el mejor asado de la historia, comenté mientras me llenaba la boca con la deliciosa carne.

P: Pero mastica un poco quieres, dijo entre risas.

M: Hijo no comas tan rápido, pareciera como si alguien fuese a quitarte la comida.

-Lo siento, es que tengo mucha hambre,...

P: Tranquilo, que hay mucha más en la parrilla.

-Gracias papi, voy por otra chuleta.

M: Yo la traeré, tú sigue comiendo.

-Gracias mami.

-Joder! esto está buenísimo, como extrañé su comida.

M: Y nosotros a ti, Cariño, dijo poniendo la chuleta sobre mi plato, abrazarme y besarme un moflete, provocandome sonreír.

P: Que os parece una copa de vino para acompañar, dijo levantándose de la mesa.

M: Trae sólo dos copas, Samuel no puede beber vino porqué ha tenido insomnio,.. y no me pongas esa cara de tristeza, me regañó, el vino solo alterará más tu insomnio, acaso quieres pasarte otra noche más sin dormir, solo hay que verte esas ojeras, pareces mapache.

Mi padre se echó a reír y se encogió de hombros, como diciéndome, ni modo ya la escuchaste. Sonreí, debo estar loco, pero como extrañaba verla regañandome.

-No, no quiero pasarme otra noche más sin dormir.

M: Luego que termines de comer, te prepararé una infusión especial para que puedas dormir, ya otro día beberas esa copa, vale.

-Vale, gracias mamita.

.......

Después de comer fuimos al salón para ver una pelí, mi madre preparó té para todos, pero el mío según dijo era una infusión especial para el insomnio, y vaya que hacía efecto, también tenía que darle mérito a la gran comida que me di, ambas cosas hicieron que poco a poco mis ojos se fueran cerrando.

M: Hijo, ve a la cama, me susurró.

-Quiero quedarme aquí con vosotros, exclamé sumamente cansado y casi a ojos cerrados.

M: Vale, ven, apoya la cabeza aquí, expresó señalando su regazo.

Rápidamente me acosté, mi madre me dio un beso en la frente y comenzó a acariciar mi cabello con sus manos, y como por arte de magia me quedé dormido.

Cuando desperté, el regazo de mi madre había sido sustituido por una almohada, me habían quitado los zapatos y cubierto con una manta, mis padres ya no estaban en el salón conmigo, la televisión estaba apagada, al igual que todas las luces, a excepción de la pequeña luz del pasillo en dirección a mi habitación.

Me senté y encendí una lámpara, el reloj marcaba las tres de la madrugada, había dormido toda la tarde, joder y me había perdido la cena que con seguridad estuvo tan rica como el almuerzo, pero bueno, bendita y milagrosa infusión. Me levanté y fui a la cocina a beber agua, después fui a mi habitación para acostarme, tenía un sueño de la leche.

............

M: Samuel,... Samuel,... hijo despierta.

-Qué... que pasa.

M: Perdona que te despierte, pero es un poco tarde, salimos en treinta minutos.

-Vale, a donde vais, pregunté adormilado.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora