CAPITULO 155

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Narran Vegetta y Willy.

WILLY: Me acabo de dar cuenta que Samuel, es la única persona que puede cambiarme de humor tan rápido, que puede hacerme reír con lágrimas en los ojos, que puede hacerme olvidar en un abrir y cerrar de ojos cualquier problema. Cada vez que me besa, me sobran las ganas y a él la ropa, entre besos, jugueteo y risas caminamos hacia la cama, para empezar con una guerra de cosquillas. 

-Ya, por favor, me rindo! expresé agitado, porqué me dolía el estómago de tanto reír.

-Vale dijo entre risas, seguido depositó un tierno beso sobre mis mofletes y otro en mis labios, provocándome sonreír de amor por él.
-Amor, puedo ver tu fotografía junto a Sara, de nuevo?
-Si, dijo dándome su móvil.
-Me hubiese gustado estudiar en el mismo colegio que tú, para ver este adorable y sexy rostro a diario comenté viendo la fotografía, aunque tú seguramente no te hubieses fijado en mi en ese entonces. 

-Por que lo dices?

-Por los cuatro años de diferencia, yo era un niño medio empanao, con enormes mofletes y tú un guapo adolescente. 

-A mi también me hubiese gustado estudiar en el mismo colegio, y lo de empanao ya lo hemos dejado en claro dijo sonriendo, los enormes mofletes los sigues teniendo, los cuales me encantan manifestó apretando suavemente de ellos, y más aún cuando se tornan rojos cuando ríes, pero pensándolo bien fue mejor que no estudiáramos en el mismo colegio.

-Qué, por qué?
-Porqué me hubiesen acusado y castigado por acosar a un menor, un hermoso y adorable Chinito de mofletes regordetes, manifestó apretándome nuevamente los mofletes, provocándome sonreír. Aunque técnicamente ambos éramos menores, pero hubiesen visto extraño ver a un chaval de 16 o 17 años, tras un chavalito de 12 o 13.   

-Pues a ese chavalito de 13 años le hubiese encantado la atención y acoso de este chaval de 17 dije señalando la fotografía.
-Willyyyy!! expresó exaltado, abriendo los ojos como platos.
-Qué, pregunté entre risas.
-Empanao tú, de donde a los 13, manifestó sorprendido.
-Vale, vale, tranquilo que es broma, expresé entre risas, mientras miraba de nuevo la fotografía. Amor porque Sara dijo que tuvo que irse de Madrid o se volvería loca, que fue lo que le sucedió, pregunté.
-Su rostro entristeció, se sentó sobre la cama, soltó un suspiro y dijo: sus padres murieron en un accidente automolistico. 

-Me quedé mudo ante su respuesta.

-Eran una pareja muy maja, continuó diciendo, adoraban a su hija y ella los amaba muchísimo, hacían todo juntos, y al ser hija única, pues, el mundo se le vino abajo, no terminó el último año del colegio, dejó de ver a sus amigos, a mí, se alejó de todo, se mudó con sus abuelos, fui a visitarla en muchas ocasiones, pero estaba tan sumida en la depresión que no quiso verme, no quería ver a nadie, hasta seis meses después cuando un día llegó a casa a visitarme de sorpresa, fue a despedirse, dijo que la hermana menor de su madre, había conseguido un trabajo en Nueva York, y le propuso mudarse con ella, sería como un nuevo comienzo por así decirlo, alejadas del dolor por la perdida de sus seres queridos, ambas se harían compañía y Sara podría terminar el colegio. -Tenía un nudo en la garganta, no sabía que decir, toda la situación era muy triste.
-Samuel soltó otro suspiro, pero me alegra que todo haya mejorado para Sarita, dijo con una media sonrisa, aún después de varios años estaba realmente afectado por su amiga, y al ser como hermanos seguro la extrañó muchísimo luego que ella se fuera del colegio.
-Me senté sobre la cama, me acerqué y lo abracé, lamento mucho lo que le sucedió a Sara, al ser ambos hijos únicos, por ello eran tan unidos, cierto?
-Sí, susurró.
-Me alegra mucho que se hayan encontrado de nuevo, dije mirándolo sonriente.
-Gracias Chiqui, me dio mucho gusto verla expresó sonriente, fue como ver a la Sara del colegio, así toda gritona, efusiva y cariñosa, la que era antes de que sucediera la tragedia.   

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora