CAPITULO 164

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Narra Vegetta: -Me lo pones, pidió sonriente mi novio.
-Cogí el reloj y se lo puse en la mano izquierda. -Eres el mejor, manifestó sonriente, cogiéndome de los mofletes y mirándome con ese brillo en su mirada que dice que me ama.
-Me alegra mucho que te gustara el regalo.
-Gustarme?! Me encanta, tío! Es lo más bonito e impresionante que han hecho por mi, te lo curraste, en todo expresó viendo el reloj, seguido volviendo su mirada hacia el buró.
-Sonreí satisfecho y feliz porque le había gustado mi regalo, el cual la verdad si me costó trabajo, primero guardar los dulces desde que nos mudamos aquí, comprar el buró y los recipientes de los dulces en línea, estando atento a que Willy, no mirase cuando los viniesen a dejar, luego armarlo y escribir cada pensamiento en los corazoncitos de papel, pero la sonrisa en su rostro me lo compensa. Bueno aún es temprano que quieres hacer?!
-Comer dulces, exclamó cogiéndome de la mano y llevándome hasta el buró. Cogió uno, leyó el corazoncito, volvió a mirarme y sonrió, seguido lo abrió y se lo metió a la boca. Anda coge uno.
-Son para ti, cariño!
-Lo sé, pero vamos coge uno.
-Bueno, coge uno, lo lees y luego me lo das.
-Vale, expresó, cogió un pequeño chocolate, leyó el corazoncito de papel, sonriendo de inmediato, y cuando creí que iba a darme el chocolate lo puso entre sus labios, y con mirada seductora se acercó a mi boca, rápidamente entendí su insinuación, provocándome sonreír, y así lentamente mordi la mitad del chocolate de entre sus labios, ambos sonreímos.
-Miró el empaque en el cual había quedado un poco de chocolate derretido en el, y luego volvió la mirada hacia mi boca. Vegetta de chocolate, expresó sonriendo con malicia, sonreí pensando que lo decía, por el reciente chocolate que habíamos compartido de entre nuestras bocas. Con su dedo índice quitó el resto de chocolate del empaque, Quedate quieto expresó con una risita, elevando su dedo hacia mi.
-No, tío que haces, exclamé dando dos pasos hacia atrás. -Nada malo, ven aquí.   

-No chaval, seguro quieres jugarme una travesura, vas a limpiarte en mi camiseta o qué?!
-Ven aquí a averiguarlo, manifestó seductor levantando la ceja y con una media sonrisa que denotaba lujuria.
-Al ver sus instigadores gestos, la tentación y curiosidad me invadieron, quería acercarme pero Willy es muy juguetón a veces y seguro iba a llenarme de chocolate en broma. Mira chaval, si me untas ese chocolate en la camiseta, tu tendrás que lavarla, hablo en serio Willy. -Soltó una carcajada. Amor, confía en mí, ven aquí, se me ocurrió algo que te va gustar.
-Hablo en serio Willy, expresé demandante.
-Tío, no seas terco y ven aquí de una vez expresó en el mismo tono.
-Mandón, exclamé y vacilante me acerqué, y sin decir nada más comenzó a pasar su dedo lleno de chocolate sobre mis labios. Willy pero que...
-Shhhhh! dijo silenciandome y acto seguido se lanzó a mi boca, para hacerla presa de ella, recorriéndola de manera lenta, lamiendo todo el chocolate que había untado en mis labios, apasionadamente profundizó el beso y cuando probé ese chocolate de su boca me creó un adicción, pero no por el chocolate sino por sus besos, como si adicto a ellos no fuese ya, pero deseaba más. Haz eso de nuevo pedí agitado y maravillado por el chocolatoso beso.
-Sonrió limpiando la comisura de sus labios, Y tú que no confiabas en mi!
-Es que creí que me jugarías una broma.
-Creíste bien, dijo poniendo rápidamente la envoltura del chocolate en mi moflete el cual se adhirió por lo pegajoso que estaba. Willy comenzó a reír a carcajadas.
-Willyyyy!! expresé en una mezcla de sorpresa y molestia fingida, quitándome la envoltura del moflete, Ya verás chaval, pagarás por ello, manifesté cogiéndolo de un brazo.
-No, no, no, no, exclamó entre risas, tratando de soltarse.
-Oh si, si, si, si, expresé levantándolo entre mis brazos y tumbándolo boca abajo sobre la cama, para darle una fuerte nalgada.   

-Como si no supieras que eso me gusta, dijo burlón.
-Que masoquista eres, expresé entre risas.
-Es tu culpa tío.
-Mi culpa, porqué, pregunté.
-Por ser tan guapo,... dijo dándose la vuelta sobre la cama para luego sentarse.... Sexy, expresó poniéndose de rodillas frente a mi,... Y dulce conmigo, exclamó cogiéndome de ambos mofletes para darme un casto beso,.... Que me he vuelto adicto a ti en todos los sentidos, en particular a lo que me hagas sobre ésta cama, manifestó besándome el cuello, provocándome sonreír.
-Bueno pues eso es también tu culpa, por ser lo más maravilloso que me ha pasado en esta vida. Sonrió y me dio otro casto beso. Te apetece seguir comiendo dulces, le pregunté mirando hacia el buró, Te traigo algunos para que los comas aquí en la cama?!
-De esos luego, porque ya tengo mi dulce favorito sobre la cama, manifestó cogiéndome de los mofletes para besarme apasionadamente, seguido comenzó a acariciarme por debajo de la camiseta hasta quitármela, e hice lo mismo con él, hasta despojarnos de la última prenda, y así sin pena, con humedad, con libertad, con atrevimiento, con mucho coraje, ardientemente, delicadamente, románticamente, agresivamente, pero eso si, con muchos besos tiernos y deseos perversos para vivir de nuevo otro magnífico derroche de amor y pasión, que tanto nos encantan. -Willy, había cogido varios dulces para comerlos estando acostados sobre la cama, me fascina ver su carita sonriente luego de leer cada corazoncito, pero más me fascinaba el beso que yo recibía luego que lo leyese.
-Samu, como le hiciste para armar el buró y todo, y luego colocarlo sin que yo te viese, preguntó.
-Todo lo armé en varias madrugadas mientras dormías, y hoy en la mañana mientras te duchabas vine a montarlo aquí a tu habitación.
-Por eso cuando te pedí ducharnos juntos dijiste que no, y pediste ducharte solo y entrar al baño tu primero, que mentiroso chaval, me dijiste que te dolía el estómago, por ello no insistí, para darte privacidad, creí que era por las cosas picantes que comes, dijo riendo.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora