CAPITULO 75

211 28 0
                                    

Narra Willy.

Me siento sumamente cabreado e indignado por la actitud de Vegetta, es que no me lo creo, como puede decir que lo he ignorado toda la semana, sabe que he estado muy ocupado grabando vídeos sin parar para dejarlos adelantados por los tres días que estaré aquí, si alguien debería entenderlo mejor que cualquiera es él, y ahora incluyendo al gilipollas de Lisandro, como pudo ser capaz de ponerse del lado de ese imbécil, sabe muy bien que no soporto a ese tío, porqué tenía que tomarse una foto con él, puedo cerrar los ojos a las cosas que no quiero ver como la estúpida foto, pero no puedo cerrar mi corazón a las cosas que no quiero sentir, seguramente sigue con él en este momento, maldita sea!!!!.

Me levanté de la cama, tengo que salir de aquí pensé, iré a caminar para tratar de calmar este enojo y frustración, despejar mi mente, antes que empiece la otra prueba, no puedo tener esta actitud frente a los demás.

Te sientes bien, me preguntó Mangel, quien estaba en otra cama junto a Rubius a unos dos metros.

Y como no le iba a contar absolutamente nada porque para empezar no quiero que sepa aun que Vegetta y yo somos novios.

Me duele el estómago, respondí, es que comí demasiado rápido. Me di la vuelta para salir del bungalow.

Seguro que te sientes bien, volvió a preguntar.

Sí, estoy bien.

Seguro, pero muy seguro, preguntó.

<pero que insistencia con este tío, pensé>

Que siii Mangel, contesté cansado por su insistente pregunta.

Es que tienes una cara, expresó.

No le dije nada y seguí caminando.

A donde vais, preguntó.

Iré a caminar, respondí.

Voy contigo, exclamó y se levantó de su cama.

<Aaah! pero que rayos, no quiero compañía en este momento>

Vamoh Rubiu, dijo Mangel.

A donde, preguntó.

Vamoh con Willy a caminar.

<esto tiene que ser una broma, yo queriendo estar solo y ahora no sólo tengo que soportar a Mangel, sino también a Rubius.

Salimos del bungalow, afuera estaban Frank y Luzu, jugando con una rama seca cada uno simulando ser espadachines.

Ey chicos a donde vais, preguntó Frank.

Vamos a caminar, quieren venir les dijo Rubius.

Claro, que sí, respondieron.

Ya estaba de más quejarme por que también vinieran con nosotros. Empezamos a caminar y yo iba absorto en mi enojo, recordando todo lo que Vegetta y yo nos habíamos dicho.

Te pasa algo Willy, me preguntó Luzu.

Le duele el estómago, le respondió Mangel.

Así es expresé, con una mueca en el rostro simulando dolor, tratando de ocultar el verdadero, el de mi corazón.

Es una lástima que no este con nosotros Vegetta para hacerle de doctorgetta como en Los Ángeles, dijo Rubius.

Volteé a verlo fulminándolo con la mirada.

Mo molestes a Willy con eso, dijo Frank, que no veis que no se siente bien.

Miré a Frank, sonriendo en agradecimiento por su comentario.

Vale lo siento, exclamó Rubius, pero en verdad pienso que hubiese sido genial que Vegetta viniera, me parece un buen tío y así nos hubiésemos divertido todos juntos, ojalá Alexby si se nos pueda unir para los últimos retos terminó diciendo.

Luego los chicos empezaron a hacer bromas y reír por cualquier tontería que decían, al inicio no les prestaba mucha atención porque me sentía cabreado, pero al final acabé uniéndome a sus bromas, de pronto recordé lo que Rubius opinó sobre Vegetta, que es un buen tío y que hubiese sido genial que viniera, y si que es bueno pensé, y fue ahí cuando me di cuenta de que aún lo extrañaba y a pesar de haber discutido, aun deseaba que estuviese aquí, y así el cabreo que sentía hace rato se fue disipando hasta ser sustituido por culpa y remordimiento, tal vez exagere con la fotografía, y Vegetta no tiene la culpa por como lo mire Lisandro, tomé mi móvil y empecé a ver todos los mensajes que Vegetta había mandado y me enfoqué en el que decía:

*Tú crees que no te extraño y no me hubiese gustado estar ahí contigo...y que aceptó ir a almorzar con Lisandro por el favor que hizo en llevarlo al hospital y que no tenga amigos en Madrid*

La he liado demasiado, pensé, y yo que lo mandé a la mierda, seguí viendo los mensajes y leí el que decía:

*Hace una semana me mandaste ahí, no es nuevo para mi, veté tu a la mierda, y así ves lo que se siente*

Ahora que lo analizo, Vegetta tenía razón, yo no le había llamado ni una tan sola vez y solo contesté dos de todas las llamadas que me hizo, apenas y le contesté unos cuantos mensajes, nunca le mande uno por iniciativa, pero que tonto he sido, de que me sirve querer y extrañar a Vegetta si no le digo lo importante que es para mi, y así como a mi me gusta escuchar que me lo diga, él también necesita escucharlo, joder la he liado parda, voy a dejarme de tonterías y le llamaré.

Dejé que los chicos se adelantaran un poco para que no escucharan la conversación, llamé a su móvil pero de inmediato se escuchó el buzón de voz, <apagó su móvil> seguro esta cabreado por todo lo que le dije y no lo culpo, intentaré llamarle mas tarde, de pronto nos llamaron con un megáfono para que regresáramos y cumplir el último reto de este día.

Iniciamos al cuarto reto, el de la tirolina y teníamos que tomarnos una selfie mientras nos íbamos deslizando por cuarenta metros sujetos al arnés sobre un cable, cuando todos terminamos ese reto Julian dijo que aunque todos lo habíamos hecho bien había un ganador que resulté ser yo, aunque la prueba de la escalada no la hice pero le había echado mucho valor en la segunda prueba, Julian dijo que tendría el privilegio de ir a la sala de Far Cry 4 y llevarme a un compañero que eligiese así que escogí a Frank, que me había ayudado un montón moralmente en las pruebas, pasamos una hora jugando hasta que nos dijeron a Frank y a mi que nuestro tiempo en la sala de juego se había acabado.

Se hizo de noche, cenamos y todos nos dirigimos al bungalow asignado, porque nos sentíamos muy cansados por todo el esfuerzo físico de este día, pero antes de acostarme a dormir tenía que llamar y arreglar las cosas con Vegetta, llamé y de nuevo se escuchó el buzón de voz, me fui a la cama triste y deseando arreglar las cosas con él, me sentía muy mal por todo lo que le dije, aunque el también dijo cosas que me dolieron, pero yo empecé la discusión y seré yo quien lo arregle, me quedé dormido pensando en él y en todos los bonitos momentos que hemos pasado juntos, y diciéndome que no puedo seguir cabreado por una tontería con la persona que más quiero.

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora