En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.

CAPITULO 158

Narran Vegetta y Willy.

VEGETTA: Me paré a su lado y aclaré la garganta, él volvió a mirarme de esa dulce forma en que sus ojos se hacen más chinitos, y así sin más el hecho de necesitar que mi ordenador funcionara pasó a segundo plano, dándome cuenta que todo lo que necesito se encuentra en esos ojitos, pensé feliz al verlo que al mismo tiempo me sonreía, pero no me dedicó una sonrisa cualquiera, era una sonrisa de extrema felicidad y alegría como cuando encuentras algo que has perdido, o simplemente ves algo y en este caso alguien que amas, y de todas las sonrisas, elegí la más bella, la suya. 

Despues de todo lo que le dije, al parecer no está cabreado conmigo, me hizo señal con la mano que lo esperara un momento mientras terminaba la llamada, a lo que asentí sonriendo y me senté en la cama. 

-Sí, continúa funcionando bien, y puedo navegar en internet perfectamente, lo escuché decir, Vale... sí, yo te llamo si me da problemas nuevamente,... te lo agradezco mucho,... Oye y quedamos pendientes para mañana y jugar unas partidas,... No olvides decirle al pringao de Frank para que se una,... Vale, le doy tus saludos, de nuevo te agradezco la ayuda,... Adiós.

-Willy, volvió a mirarme con una amplia sonrisa, Volviste!!, pronunció emocionado levantándose rápidamente de la silla.
-Asentí sonriendo, al mismo tiempo que me levantaba de la cama, para quedar parados de frente a un metro de distancia, Guille perdóname por todo lo que dije y haberme cabreado contigo expresé si más vacilación,... y la verborrea de nuevo se apoderó de mi, pero esta vez para disculparme,... Amor, por favor perdóname por haber actuado como un bruto, por gritarte y decirte todas esas tonterías, en verdad lo siento mucho Guille, perdóname, expresé suplicante. Y sin decir nada rápidamente me cogió de los mofletes y me besó, sorprendido me separé del beso, Gui... expresé pero no me dejó terminar de pronunciar su nombre porqué volvió a besarme, volví a separarme del beso, pese a que no deseaba hacerlo, pero necesitaba escucharle decir si me perdonaba o no, aunque estaría de más que lo hiciera porqué no me besaría si estuviese cabreado conmigo, su perdón estaba implícito en esos apasionados besos. 

Finalmente nos separamos del beso en busca de aire, ambos nos sonreímos, Guille! pronuncié agitado.

-Shhhhh! pronunció callándome al mismo tiempo que ponía su dedo índice sobre mis labios.
-Deberías hablar menos y besarme más, o tal vez si hablar, pero sólo para que tenga la oportunidad de hacerte callar con un beso, manifestó sonriente, provocándome sonreír junto a él.
-Me hubieras callado a besos hace rato para evitar que actuara como como un bruto, expresé avergonzado.
-Si debí hacerlo, dijo riendo.
-Willy...
-Mmmm?! exclamó sonriente.
-Está de más que lo diga pero necesito saber y escucharte decir si me perdonas o no.
-Sonrió de esa dulce forma en que sus ojos se hacen más chinitos. Si, Cariño, pero la verdad no tengo nada que perdonarte, al contrario perdóname tú a mi por haber actuado tan indiferente cuando me necesitabas, por haberme burlado y desistido rápidamente en ayudarte cuando tú me lo pediste, por todas las cosas que dije, me perdonas, preguntó mostrando arrepentimiento en su voz y su mirada.
-Si, mi amor, claro que sí, exclamé acariciando su moflete. Sonrió y me haló hacia él para abrazarme, suspire tranquilamente por haber hecho las paces, y como si estuviésemos conectados al mismo tiempo nos susurramos al oído Te Amo, apenas dos palabras, y cabe una galaxia de sentimientos, donde un astronauta como yo, me sé de memoria su constelación; nos separamos levemente del abrazo para sonreír por nuestra sincronía, y darnos un casto beso.
-Amor, la próxima vez que te cabrees conmigo podrías por favor llevar tu móvil, así cuando te llame pueda saber que estás bien, en donde sea que estés, pidió con una mezcla de preocupación y exigencia en su mirada y su voz.
-Me llamaste, pregunté.
-Si, tío.
-Vale, pero tú también recuerda ponerle llave a la puerta, porqué no tenía, Willy, ya lo habíamos acordado!
-No le puse porqué tampoco te llevaste las llaves.
-Pude haber tocado a la puerta.
-Ahora es mi culpa, preguntó serio, se cabrea tan fácil pensé riendo para mis adentros.