En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.

CAPITULO 162

NARRAN VEGETTA Y WILLY.

NARRA WILLY: Mientras me dirigía con bandeja en manos para llevarle el desayuno por su cumpleaños, aún venía sonriendo por el recuerdo del harinoso Willy, pero cuando entré a mi habitación (FIN FLAHSBACK) mi sonrisa se amplió mucho más al ver un adormilado y angelical rostro acompañado de una despeinada cabellera color azabache, comencé a cantarle Feliz Cumpleaños y luego me fue imposible resistirme a no llenarlo de besitos. Después de desayunar me pidió que volviese a la cama junto a él para dormir un rato más. -Creí que dormiríamos, le dije sin poder evitar soltar una risita al final después del apasionado beso y sentir su miembro erecto.

-Si prefieres dormir, dijo encogiéndose de hombros al mismo tiempo que se bajaba de mi cuerpo.
-Aah no chaval, ahora te quedas donde éstas le expresé en una desafiante sonrisa, al mismo tiempo que lo cogía de la cintura para regresarlo a donde estaba. -Sonrió, igual no iba a quitarme dijo cogiéndome de los mofletes y lanzándose de nuevo a mi boca para besarme, haciéndome reír.
-Además es tu cumpleaños, y no podría negarle al festejado lo que él desee hacer, manifesté entre besos.
-Pues serás mío chaval, expresó seductoramente a mi oído, que terminó por excitarme. Quédate quieto que es hora de soplar mi vela de cumpleaños susurró. Lo miré confundido, Vela, pregunté. A horcajadas sobre mi fue retrocediendo sobre sus rodillas hasta sentarse sobre mis piernas, y mirándome con lujuria, despacio fue quitándome el short junto con el calzoncillo, dejándolos hasta las rodillas. Miró mi miembro relamiéndose los labios.
-Feliz cumpleaños a mi, expresó mirándome con lascivia para luego de manera lenta y gloriosa engullir todo mi miembro.
-Y para seguirle el juego de palabras, Es tu cumpleaños, pero yo también quiero comer tarta, manifesté halándolo hacia mi varios minutos después, sonreímos y comencé a besarlo profundamente, rodando sobre la cama para quedar sobre él, y empezar a recorrer su cuerpo a besos al mismo tiempo que lo desvestía, hasta llegar a su miembro, comiéndomelo entero, un par de minutos después me detuvo.   

-Te dije que serías mío! dijo con sonrisa maliciosa, y con fuerza me giró para quedar de nuevo sobre mi, terminó de desvertirme y abrió mis piernas, penetrándome lentamente, y ese momento, como llevados hacia el infierno, ardimos en pasión hasta la ultima llama, por eso digo que el orgasmo con él, está a la caricia de su cuerpo, porqué si de amor hablamos, él ha besado mis ojos, él ha abrazado mi vida, me ha abierto la carne con filo de esperanza, y se ha conducido por cada una de mis venas, si de amor hablamos, él se ha quedado en mi corazón.
-Feliz cumpleaños a mi, repitió de nuevo mientras me abrazaba, depositando varios besos en la base de mi cuello provocándome sonreír, para segundos después quedarse dormido con una sonrisa en su rostro, y un par de minutos después, yo también.
Despertamos a las 11:00 de la mañana, dándonos una hora y media para ducharnos y vestirnos tranquilamente, para ir a comer con Luzu y Lana por el cumpleaños de mi novio. Nuestros amigos dieron a escoger a Willy, el restaurante de su elección, y con lo que le encanta escogió uno de comida china, el almuerzo pasó entre anécdotas, chistes, bromas y risas de todos, y la entrega de regalos para el festejado, Luzu le regaló y como él lo describió cuando Willy lo abrió, "Un clásico eterno, en versión HD remasterizado y tanto para PlayStation como para Xbox, uno de esos ítems obligatorios en la lista de cualquier gamer que se aprecie y para otros una manera de revivir, con nostalgia, uno de los mejores videojuegos de la historia, el Metal Gear Solid HD"; Lana, le obsequió una alegante camisa manga larga color celeste, que Willy agradeció cortésmente pero estoy seguro no fue un regalo de su agrado puesto a menos que sea totalmente obligatorio se viste con ellas, porqué lo suyo son las camisetas. Era mi turno de entregarle mi regalo, algo que compré y traje conmigo desde Madrid antes de mudarnos y que ha Willy le fascina, y que me fue un tanto difícil esconder desde el tiempo que llevamos aquí, aunque es poco, pero Willy tiene un olfato de sabueso,  peor aún, es como un tiburón que puede oler una pequeña gota de sangre en el agua ha muchísimos metros de distancia, razón por la cual, tuve que cambiarlo de lugar dentro del apartamento muchas veces para que no lo encontrase, y para envolverlo como regalo fue otra odisea, porqué el chaval no se me despega, cosa que me encanta, a menos que sea para grabar vídeos, pero eso no impidió que casi me descubriera puesto en varias ocasiones durante la mañana, horario que ambos ocupamos para grabar, se suponía que él ya estaba grabando cuando me mandaba un mensaje preguntando, si yo lo hacía porque necesitaba algo, las dos primeras veces tontamente le respondí que no había empezado a grabar, a lo que él respondía "llego en unos segundos", "no te muevas, voy para ahí', o simplemente respondía con unos emojis 😏😋 y rápidamente como loco me tocó poner todo bajo mi cama, las otras ocasiones ya me imaginaba lo que "necesitaba" y aunque yo llevara varios minutos grabando igual respondía que aún no había empezado, no puedo evitar sonreír al recordar que ese algo que él necesitaba eran ganas de hacerme el amor, argumentando que necesitaba fuerzas para grabar sus vídeos, "fuerzas" que algunas veces después de hacerlo desaparecían, puesto se quedaba dormido abrazándome, de lo cual jamás tendría queja alguna, así que para evitar ser descubierto tuve que armar y envolver su regalo en la madrugada, mientras él dormía.

NARRA WILLY: Mi regalo para ti lo he dejado en casa, expresó mi novio.
-Qué, por qué?
-Porqué te lo daré cuando lleguemos al apartamento. Soy un pervertido de lo peor, no pude evitar mal pensar lo que dijo porqué me eché a reír, y obviamente Luzu tampoco por la carcajada que soltó seguido de su gesto pícaro de levantar sus cejas.
-Sweety (cariño) expresó Lana, con gesto apenado, como diciéndole con la mirada, baja la voz, hay más personas aquí, aparte de nosotros cuatro.
-Eso sonó mal, expresó Vegetta uniéndose a nuestras carcajadas, a lo que Lana uniéndose al escandaloso grupo, rió, y luego en un susurro le dijo a Luzu, que iría al baño. -Di la verdad Vegettoide, lo has dejado olvidado en el apartamento, expresó Luzu entre risas.   

-Calla tío, manifestó tirándole un trozito de fideo que había en su plato, No lo he olvidado, continuó diciendo mientras cogía su móvil y escribía algo, Sucede que el regalo es grande y pesa, y pues no quiero que Willy se incomode en cargarlo.
-Que es?! pregunté carcomiendome de la curiosidad.
-Ya lo veras cuando lleguemos a casa.
-Me has comprado un auto, le dije en broma.
-No, Willy, además no sabes conducir.
-Sabes que aprendo rápido, le respondí sonriente levantando una ceja.
-Devolvió la sonrisa entendiendo mi doble insinuación, sonrojándose por completo, Eres tontito chaval, manifestó abrazándome al mismo tiempo que despeinaba mi cabello con una mano, soltándome para responder un mensaje que recibió.
-Luzu, aclaró la garganta, y luego nos sonrió de forma picaresca, obviamente había entendido no ha cabalidad, pero tenía una idea de nuestra conversación en clave.
-Bueno entonces, cuando Lana vuelva, nos vamos, pedí dando pequeñas palmadas sobre la pierna de mi novio, ansioso por recibir su regalo.
-Claro que si, respondió él, Pero antes de que nos vayamos, solo falta una cosa más.
-Que cosa, pregunté.
-Apartó la mirada de su móvil, Eso, dijo refiriéndose al cuarteto de hombres chinos que se acercaban en compañia de Lana, a nuestra mesa, cantando en inglés la canción de feliz cumpleaños, a la que Luzu se les unió, uno de ellos traía consigo una tarta de chocolate con una vela al centro y escrito sobre ella, Happy Birthday Willy.
-Feliz Cumpleaños Mi Amor, susurró Samuel, a mi oído. -Cuando terminaron de cantarme, pusieron la tarta de cumpleaños frente a mi y en coro los cuatro chinos dijeron Happy Birthday (feliz cumpleaños).
-Yo no podía parar de sonreír.
-Make a wish and blow the candle. (Pide un deseo y sopla la vela) dijo uno de ellos.
-Volví a ver a Samuel, que podría pedir si ya lo tengo todo, pensé feliz, al verlo sonriéndome y mirándome con ese destello en su mirada que dice que me ama.