.CAPÍTULO 189.

69 8 0
                                    

*NARRA WILLY*

Desperté dando un suspiro de satisfacción, sonreí al recordar la nochesita que habíamos tenido, joder, de puta madre! besarnos, tocarnos, acariciarnos, hacernos el amor hasta el cansancio, quedarnos dormidos abrazados, pero más que todo eso, es el simple hecho de que día a día estamos el uno para el otro, apoyándonos en nuestros malos ratos, trabajando en nuestros canales, consintiéndonos, y hacemos todo juntos, madre mía! es lo mejor de mi vida, si cualquiera pudiera leer mis pensamientos, estaría harto de escuchar que tengo el mejor novio del mundo, y a quien amo con locura.

Lo abrazaba de costado, mientras apoyaba mi cabeza sobre su hombro, repasaba su masculino pero también tierno rostro, por unos segundos me centré en esa boquita que tiene, madre mía, pero la de cositas que hace con ella, magia pura.

Minutos después empezó a moverse, acostandose de costado, para quedar frente a frente, abrazándome.

-Tengo hambre, murmuró.

-Creí que seguías dormido, comenté entre risas.

-Desperté hace unos minutos, pero no quería abrir los ojos, ni levantarme de la cama y dejar de hacer esto, manifestó hundiendo su rostro a un costado de mi cuello, y abrazándome mucho más fuerte.

-Te Amo Cariño, susurre a su oído, sintiendo su sonrisa contra mi piel.

-Y yo a ti, expresó depositando un beso sobre mi cuello.

-Willy!

-Mmm?

-Tengo hambre.

-Sonreí. Vale, vamos a la cocina.

-Pero no quiero levantarme y dejar de abrazarte, comentó frotándose contra mi.

Sonreí.

-Vale, entonces iré a preparar algo y te lo traeré.

-Mejor voy contigo.

-Tienes miedo de que queme el desayuno como la última vez, cierto?

-No,... tal vez,.. un poco,.. bueno sí, dijo con una risita. Amor, es que te distraes demasiado con el móvil.

-Claro que no. Vale, está bien, no me mires así. Pero esa vez fue tu culpa por dejarme solo, no sabía que hacer.

-Willy, expresó mirándome con reproche nuevamente, te dije que solo tenías que darle vuelta al panqueque sobre el sartén, mientras iba al baño a hacer pis.

-Y le di vuelta, o no!

-Sí, cuando ya se había quemado.

-Vale, te prometo prestar más atención a la hora de cocinar.

-Ay chaval, sino fuera por mí, te mueres de hambre.

-Buah! que dices! Siempre puedo pedir comida a domicilio.

-Ya lo sé, te encanta hacer eso, aunque no sea del todo saludable como lo que yo te preparo con amor.

-Es broma, le dije dándole un pequeño beso sobre los labios. Me encanta que cocines para mí. Sonrió, devolviendo el beso.

-Y cuando no quieras o no puedas cocinarme, siempre puedo beber leche.

-Solo eso? Mira que con lo que te encanta cocinar, te digo que, no podrás vivir tanto a base de leche.

-No hablo de cualquier leche, sino de una muy particular y mi favorita, expresé cogiendolo del miembro, provocándole soltar una carcajada.

-Madre mía,... Amor, que cosas dices, porqué todo lo sexualizas,...

En cualquier parte del mundo, siempre que sea contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora