El monitor IV

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Es una mala, malísima idea. Estar plantado delante de la casa de Thomas es, probablemente, el peor de todos los errores que ha cometido en su vida. Qué hacer. Rechazó la oferta del rubio que aún así le dio su dirección y su número de móvil. Pero allí estaba y eso que sólo había salido de casa para hacer unas compras. De alguna forma u otra había terminado allí.

Y su dedo no acaba de presionar el timbre, ¿VERDAD QUE NO? Casi se deja llevar por el pánico cuando la puerta es abierta por Thomas que le mira como si fuera una aparición. Seguramente no esperaba que su subconsciente lo traicionara después de la negativa que le había dado.

- Eh... hola.

El menor lo coge de la camisa y lo jala dentro con rapidez, cerrando sin delicadeza la puerta.

Dylan no está preparado para sentir los labios ajenos sobre los propios, pero los recibe más que gustozo. Es un choque más bien incierto, Thomas no tiene mucha experiencia y eso a él le gusta. Prefiere que aprendan juntos, gracias. Así que coloca una mano en su mejilla para guiarlo y otra en su cadera, para sostenerlo orowue aunque el rubio prácticamente se haya tirado sobre él, Dylan lo siente temblar entre sus brazos. Se separan un momento para verse a los ojos, frente contra frente. Thomas tiene la punta de la nariz roja y las mejillas salpicadas del mismo color. Para Dylan, es la imagen más tierna que existe.

- No tenemos por qué pasar de este punto, Thomas - susurra con suavidad y es verdad, el simple hecho de no tener que esconder lo que siente ya resulta un alivio inimaginable para su corazón. Lo demás son extras muy bienvenidos.

- ¿Seguro? - pasea sus fríos dedos por el borde del vaquero de Dylan que se estremece ante su toque.

Dylan también fue un adolescente, así que sabe lo que está pensando Thomas. Sabe que tiene miedo de hacerlo pues es 100% seguro que el chico es virgen en todos los aspectos posibles de esa palabra, pero también de no hacerlo por si Dylan se aburre. Ese pensamiento casi le saca una carcajada. No se ha aburrido en un mes, ¿cómo se va a aburrir ahora que lo tiene entre los brazos?

- Podemos ir poco a poco - desliza sus dedos por debajo de la camisa de Thomas que se estremece.- Después de todo parece que seré tu tutor.

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Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora