Se han escrito mil libros al respecto.

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Una habitación color amarillo pastel con suave olor a fresas y un móvil de grullas que baila con el viento presencia a Thomas librando una batalla interna para coger a la pequeña Teresa porque, por supuesto, ese es el nombre que ambos habían soñado ponerle a su hija si alguna vez tenían una. Nótese el sarcasmo, pero están contentos, les gusta su pequeña Teresa porque fue Kaya quien eligió el nombre. Nombre que significa muchas cosas buenas para todos los implicados en la producción de The Maze Runner.

El rubio nota que le sudan y le tiemblan las manos cuando las pasa alrededor del pequeño cuerpo para cogerla como Dylan le ha enseñado.

Hace unas horas que llegaron a casa, pero mientras que Dylan no ha parado con ella e incluso le ha hecho un tour por la casa, él se ha mostrado un poco reticente al respecto porque, sinceramente, le produce pánico, por usar una palabra que se acerque un mínimo a lo que siente, sostener a un ser tan pequeño y delicado.

Dylan está apoyado en el marco de la puerta con una cámara en la mano preparado para captar el momento exacto. Su pareja no se ha dado cuenta de su presencia, demasiado concentrado en lo que está haciendo. Cuando Thomas sostiene a Teresa contra su pecho siente que se le llenan los ojos de lágrimas, por un momento, creyó que se había arrepentido de la decisión que tomaron juntos.

Toca con suavidad en la puerta para llamar su atención sin asustarlo. Thomas da la vuelta despacio y lo busca con los ojos, una pequeña sonrisa adorna su cara cuando lo localiza.

- ¿Todo bien?

- Todo bien.

Dylan y Thomas ponen una cabeza contra la otra para poder observar el nuevo reto que tienen delante

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Dylan y Thomas ponen una cabeza contra la otra para poder observar el nuevo reto que tienen delante.

- Kaya nos avisó.

- No lo digas como si eso lo hiciera menos duro - masculla el moreno que tiene las dos piernas de la bebé sujetas con una mano.- Teresa, me aseguro que comas lo mejor, que tu caca huela tan mal me ofende.

Thomas ríe.

- Ni que la tuya oliera a rosas - le da unas palmas comprensivas en la espalda, Teresa ha girado el cuello para poder observar a sus padres.- Oye, ¿no mencionó Kaya algo más?

- ¿El q...? ¡Tú, pequeño demonio!

En lo que Thomas ríe muy fuerte, Dylan se limpia la mano que Teresa le ha meado.

- Yo diría que se refería a esto.

Gana una mirada fulminante.

Gana una mirada fulminante

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Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora