Momentos [Dylmas]

TMR x American Assassin II

Una, dos, tres, cuatro... lleva toda una hora dando vueltas en la cama sin conciliar el sueño. Newt tiene miedo y la tormenta fuera no hace más que empeorar. Piensa unos minutos en las opciones que tiene hasta que se destapa, con resignación, y se pone en pie rumbo a la única habitación ocupada aparte de la suya.

Mitch mira el techo oyendo la lluvia que cae fuera y hace un ruido espantoso en las planchas del patio. Está lejos de sentirse tranquilo, agitado tanto física como mentalmente no es capaz de cerrar los ojos y simplemente dormir. Lo desea, con locura, pero no está seguro de si una vez que probara su piel sería capaz de dejarle marchar.

Suenan leves toques en la puerta que hacen saltar su corazón.

- ¿Mitch? - le llama.

- Por favor no... si entras en ese cuarto no voy a ser capaz de dejarte ir - se tapa la cara con los brazos, deseando que el rubio abandone y vuelva a su propia cama.

- ¿Estás dormido? - pregunta en voz baja, Mitch gime.

- Me gustaría estarlo - responde, traicionado por su propio deseo.

- ¿Puedo pasar? No consigo dormir - admite, la voz ahogada por la madera de la puerta.

Mitch admite que ya da igual, que ya tiene el infierno ganado por toda la gente que ha asesinado así que robarle la pureza a semejante ángel no hará mella en su historial. Suelta una afirmación y cuando Newt abre la puerta enciende la luz de la mesa de noche. El rubio traga saliva, Mitch solo tiene puestos los pantalones del pijama.

Lo mira detenidamente: tiene una mueca ligeramente desencajada en el rostro y abraza con fuerza una almohada contra su pecho. ¿Por qué tiene que ser tan jodidamente irresistible?

- Ven aquí - palmea el lugar libre a su lado. Newt obedece y se acuesta, Mitch lo observa apoyado sobre su lado izquierdo.- ¿Cómo puedes meterte con tanta facilidad en la cama de un hombre?

- Sé que contigo estoy a salvo - admite, bajito.

Mitch gruñe, si Newt supiera solo la mitad de las cosas que quiere hacerle huiría espantado.

- Quizás yo sea el mayor peligro que existe ahora mismo, Newt.

El rubio lo observa por un tiempo que parecen minutos hasta que decide deslizarse más hacia él y quedar ligeramente debajo casi obligando a Mitch a inclinarse sobre él para poder encajar.

- Quizás sí - alza las manos y dibuja la línea de la dura mandíbula, la barba de varios días le hace cosquillas en la yema de los dedos.- Pero no puedo resistirlo más, Mitch.

- El problema es que yo tampoco.

Suelta un gruñido frustrado antes de atrapar los labios de Newt con los suyos, haciéndole gemir por la sorpresa del movimiento. Un beso desesperado y apasionado, recorre el labio inferior del rubio hasta que abre la boca y puede introducir su lengua para luchar y ganar como buen asesino que es en tanto sus manos recorren el cuerpo que se estremece por cada una de sus caricias.

- ¿Te haces una idea de lo irresistible que eres con una camisa mía? - dice con voz ronca, contra la piel hinchada de sus labios.

- Trataré de recordarlo - gime cuando Mitch vuelve a besarlo.

Las manos del moreno se cuelan por la camisa que se ha subido hasta los muslos a causa de los movimientos frenéticos de ambos. Mitch acaricia sus muslos, dejando besos a lo largo del hueco entre el cuello y el hombro. Newt echa la cabeza hacia atrás con un jadeo, el moreno muerde su nuez con suavidad y con ambas manos rompe los botones de la camisa, quedando su joven amante totalmente expuesto. Mitch gruñe por la visión de la pálida piel y los rosados pezones que lame y muerde provocando pequeños gemidos en Newt. Las grandes y venosas manos de Mitch se afirman en su pelvis, pegando sus cuerpos con fuerza y asegurándose de que Newt sienta en el estómago la fuerza de su excitación. Lo abraza por la cintura y lo arrastra con él hasta sentarlo sobre su regazo. Newt coloca las piernas alrededor de su cintura. El asesino rompe el beso para sustituir su lengua por sus dedos, Newt jadea antes de comenzar a chupar y sin romper el contacto visual. Mitch se muerde el labio inferior antes de retirar los dedos de la boca de Newt y clavárselos con muy poca delicadeza en el culo. El rubio gime sonoramente y respira con más fuerza, acostumbrándose a la intrusión. Mitch está a punto de preguntar si está siendo demasiado brusco cuando Newt le coloca la boca en el cuello y muerde con fuerza para dejarle marca. Los dedos dentro de su culo se mueven en círculos y se abren para prepararlo. Newt gime y se retuerce cuando Mitch toca su próstata. El asesino se anota un punto a favor de sus dedos largos justo antes de tomar con la mano libre su pene y el de Newt, juntos, y comenzar a masajearlos con fuerza hasta que siente que ambos están al límite.

- ¿Listo, pequeño genio? - susurra en su oído deslizando las manos desde los hombros por toda la espalda.- Levanta un poco el culo - le pide pasando la lengua por la oreja, Newt obedece.- Bien - coge su propio pene y coloca la punta en la entrada.

- Mitch.

- ¿Hmm?

- Mírame.

El moreno lo hace, distrayéndose lo suficiente para que Newt se deje caer sobre su pene. Mitch abre los ojos sorprendido, un jadeo de placer escapa de su garganta y se agarra a Newt para no moverse.

- ¿Te has vuelto loco? - gruñe, extasiado.

Newt coge todo el aire que puede, recuperándose.

- Dicen que de golpe duele menos - jadea, moviéndose con suavidad para encontrar una posición.

- Joder - entierra la cara en el cuello pálido, lo abraza por la cintura y comienza a moverse muy lentamente hasta que el cuerpo de Newt se acostumbra a él.

Cuando el rubio jadea de placer en lugar de dolor, los dedos de Mitch se hunden en la piel de la pelvis y lo impulsa con más rapidez hacia abajo en lo que él empuja hacia arriba. Marcando un ritmo perfecto.

- No pares, por favor - se agarra a los hombros de Mitch con fuerza clavando sus uñas cada vez que el pene del moreno entra del todo.

- ¿Hasta cuándo, Newt?

- Hasta que olvides todo lo que te hace sufrir, Mitch.

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