Escena I

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Cuando la campana del descanso suena, Newt ya tiene sus cosas recogidas así que sale de la clase con prisa y busca a su mejor amigo. Deberían haber compartido laboratorio, pero por algún extraño motivo Thomas decidió que la práctica de la asignatura de química no es lo suficientemente importante para él.

Está preparado para echarle la bronca en cuanto lo vea hasta que gira la esquina y sus ojos lo localizan. Thomas lleva unos días extraño, más de lo normal, un chico tan inteligente como él no entra dentro de lo que Newt describe como normal. Pensativo, taciturno, silencioso, ausente... igual que ahora: con las manos dentro de los bolsillos del pantalón de chándal porque después tienen educación física y la vista perdida en algún punto fuera de la ventana.

A Newt le gusta observarlo cuando no se da cuenta, pero también disfruta hacerlo cuando sí porque han sido amigos desde los 13 años, así que ahora que tienen 18 la confianza es suficiente como para hacerlo y seguir haciéndolo incluso cuando es descubierto. Thomas a veces pregunta por qué y Newt le responde que es agradable la forma en la que sus facciones cambian según lo que esté pensando. Y Thomas piensa mucho, así que, en consecuencia, Newt lo mira un montón. Como ahora. Pero es precisamente por los años de observación que el rubio sabe que hay algo diferente, así que se acerca dispuesto a averiguarlo.

- Hey - lo llama.

Los ojos de Thomas pasan del exterior a los suyos, Newt siente que su corazón da un vuelco por la intensidad de su mirada.

- Thomas, ¿qué pasa?

- Hace días que tengo unos sueños muy extraños - confiesa, estirando la mano para tocar a Newt.- Estábamos encerrados en un laberinto, éramos un... experimento para encontrar la cura de una enfermedad. Escapamos, pero el mundo había sido destruido - juega con los dedos de Newt, aún demasiado ausente para gusto del rubio.- Y al final...

- ¿Qué?

- Te perdía.

Oh, así que era eso. Thomas no soporta perder a nadie, nunca ha entendido por qué, pero cada vez que alguien lo traiciona o lo abandona al moreno le cuesta un mundo recuperarse. Como pasó con Teresa, como pasó con Gally. Aunque el segundo volvió, la primera no.

- Te prometí que nunca me iría, Tommy - le recuerda, cuando el otro entrelaza sus manos.

- ¿Y si algo nos separa? ¿Algo que ninguno de los dos puede controlar?

Newt recapacita su respuesta un segundo.

- En este mundo o en cuantos universos paralelos existan, siempre te encontraré. Lo sabes, ¿verdad?

Thomas asiente y vuelve a mirar por la ventana sin soltarlo, así que Newt se acomoda a su lado y disfruta de su compañía y del silencio.

Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora