Momentos [Dylmas]

Sobre la tristeza.

Newt tiene muchos años de maltrato psicológico sobre los hombros y, aunque generalmente puede con ellos porque es una persona fuerte, hay días que más y días que menos. Cuando cambia la hora en otoño y en primavera es simplemente insoportable así que podríamos decir que Newt padece trastorno afectivo estacional. Y eso, por cierto, es una mierda porque él es una persona triste por definición, así que no necesita más ayuda, gracias, pero no, gracias.

Su vida hasta el momento no ha sido fácil, pero en la actualidad es estable: vive y está prometido con Thomas; le quedan pocos días para terminar las prácticas de FCT y obtener por fin su título después de tres años de duro trabajo; es voluntario y catequista así que tiene un grupo de críos a su cargo que le dan la vida; su círculo social es más grande que nunca y no le faltan amigos para elaborar un plan cuando lo necesita o le apetece.

Sin embargo, una vez que la conoces, la tristeza nunca se va. Tan solo aprendes a vivir con ella, pero siempre te acompaña. Y él la conoció, por desgracia, las personas que debían evitar que lo hiciera lo empujaron directamente hacia ella. Así que, a pesar de todo, Newt sigue teniendo días normales, días malos y días muy malos. No hay días buenos, no del todo, porque ya sea por la mañana, por la tarde o por la noche, justo antes de cerrar los ojos, ella viene y asola todo a su paso. El rubio sólo puede esperar estar demasiado cansado para tener insomnio.

Se siente solo, aunque es consciente de que no lo está, pero se siente solo. Y es una soledad horrible porque no se la puede arrancar del pecho, que es lo que le gustaría. Thomas le promete que le quiere, que lo ama y Newt lo sabe, pero no es suficiente para alejar la soledad, para creerlo del todo... y lo odia, claro, con toda su alma, pero no sabe qué hacer al respecto, no sabe cómo superarlo.

Se siente ansioso. Casi todos los días, casi de cualquier cosa. Para Newt un grano de arena se convierte en una montaña con facilidad si viene a él con el viento equivocado en el momento equivocado. Y no, nadie puede convencerle de lo contrario. Ni siquiera Thomas y eso es mucho decir porque es Thomas, joder, para él no hay nadie como Thomas.

Se siente obsesivo. Si algo lo caracteriza es la pasión con la que vive las cosas que le gustan o disfruta, también el defecto que tiene para repasar las cosas mil veces y buscar todo lo malo aunque no lo haya. Newt vive con una presión constante en el pecho que sólo tiende a aumentar, nunca a disminuir y eso es lo que le indica que sigue vivo cuando cree que puede morir por sentir tanto.

Se siente egoísta. Porque esos días, esos instantes, Newt no valora lo que tiene. Ni a Thomas, ni a sus amigos. Vale que no tiene una familia que lo quiera, vale que su madre lo abandonó, pero hay más fuera de todo eso y él no es capaz de verlo aunque sabe que está ahí porque Newt vive con una venda semitransparente que le permite percibir, pero no asimilar, procesar.

Se siente hiperactivo. Cada maldito minuto del día su mente no para, no descansa ni durmiendo. Newt tiene Twitter y Newt lo usa mucho porque Newt piensa demasiado. En todo. En cosas importantes y en cosas estúpidas. Newt no conoce la expresión tener la mente en blanco, Newt siempre está pensando. Es una hiperactividad interna, si es que eso siquiera existe.

Se siente agotado. Siempre, independientemente de si ha podido dormir muchas horas o no ha tenido un día tan ajetreado como acostumbra, siempre. Su cuerpo duele. La psicóloga le dice que haga deporte, Newt siempre piensa a dónde puede ir a pastar esa mujer, pero lo intenta, porque sabe que la señora tiene razón, así que trata de salir a caminar con Thomas aunque todo su ser pida a gritos que se acurruque en el sillón y no salga nunca.

Se siente incorrecto. Lleno de tantos TOCs que sabe debe corregir, debe tratar, pero no le hacen daño a nadie, sólo es un reflejo más de lo que está mal con él.

Se siente pesimista. Respecto al presente que no existe y al futuro que está continuamente a la vuelta de la esquina. Solo desea desaparecer, pero no tiene el valor o la cobardía necesaria para hacerlo así que se limita a sobrevivir día a día tratando de no ser aplastado.

Se siente prescindible. Es consciente de que Thomas no estaría ahí de no ser por él, también es consciente de que si él muriera probablemente Thomas le seguiría, pero no se lo cree. No cree que sea necesario para nadie. Y quiere serlo, le frustra no serlo, pero no puede obligar a los demás a necesitarlo. No puede.

Se siente carga. Newt necesita que le demuestren todo de forma constante. Y claro, Thomas hace lo que puede, pero él necesita más. No solo de su pareja, también de sus amigos. Cosa que no es lógico ni justo porque cada uno tiene sus vidas y cada uno tiene sus problemas y confían en que cuando Newt dice que está bien sea verdad. Pero no lo es, así que ni siquiera saben que necesita ayuda, pero Newt los juzga igual y, oh, eso es una mierda. No es que desarrolle rencor, ni mucho menos porque los ama más que a nada. Ese es el problema, que Newt ama demasiado. No cree ser amado en consecuencia.

Se odia. Odia todo de sí mismo. Su mierda de carácter y su mierda de cuerpo. No hay nada que le guste, nada.

No sabe por qué vive, no entiende qué le mueve cuando él solo quiere morir.

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Hoy, desnudo mi mente, aquello de lo que menos orgullosa estoy, aquello que me asquea de mí misma, para visibilizar algo muy necesario: la depresión y la tristeza que queda cuando consigues superarla.

A través de Thomas y Newt, siempre con ellos, con mis niños lindos.

Bueno, ya lo advertí, pero se aproxima una oleada de drama: os quiero.