La novia de Will II

587 57 18
                                    

El plan es quedarse un tiempo por allí así que pronto te ves sumergida en una placentera rutina: levantarte, hacer el amor con Will, desayunar, vestirte o intentarlo, ir al set a ver a los demás, conocerlos un poco más cada día que pasa, salir por ahí con ellos, llegar al hotel, más amor, dormir y volver a empezar. Sinceramente, estabas muy contenta y cómoda. Satisfecha incluso. Te hacía muy feliz ver a Will entre sus amigos, habías descubierto facetas desconocidas de él que te enternecían por completo.

Por eso, quizás deberías haber estado un poco más alerta cuando sales del set rumbo al Starbucks con la intención de regalarles un café mejor que el insípido que toman todos los días y del que, por cierto, llueven las quejas. Pero no lo haces, porque tú no eres de pensar que va a pasarte algo por abandonar tu zona de confort. Así que cuando estás a punto de atravesar la puerta trasera del set tienes la decencia de al menos sorprenderte por el hecho de tener a una chica rubia, salida totalmente de la nada hay que recalcar, gritándote. Ahora, seguro que Will se enfada contigo.

Escuchar el nombre de Dylan te devuelve a la realidad.

- De verdad que no entiendo nada de lo que me estás diciendo - respondes por fin a los gritos ajenos.

- Os hundiré - masculla la amenaza.

La chica se detiene un momento justo para sacar el móvil, el flash te toma desprevenida y te desorienta lo suficiente para que la extraña pueda salir corriendo.

- ¿Pero qué...? - niegas con la cabeza, supones que habrá sido alguna fan loca.

Al entrar por la puerta te das cuenta de que no estás sola: Thomas y Dylan acaban de pegar un brinco, ambos muy alterados y sonrojados con sus ropas curiosamente revueltas. Sin embargo, antes de comenzar a excusarse sus rostros componen una expresión preocupada.

- ¿(T/N)? ¿Estás bien?

- Estás muy pálida.

Se acercan a ti, entonces te das cuenta de que la bandeja donde llevas los cafés tiembla un poco.

Coges aire.

- Sí, sí... es que... - señalas la puerta haciendo referencia al exterior.- Me he encontrado con alguien que ha empezado a gritarme y...

- Espera, ¿esos gritos eran hacia ti?

- ¿Los escuchasteis? - alzas una ceja, mirándolos con sorna y esta vez sí que se sonrojan.

- Sí - Dylan se rasca la nuca.- Lo siento, no pensé...

- No, no pasa nada - le restas importancia y le pasas la bandeja de café a Thomas que la recibe con gusto.- Es solo que... - callas un momento, no muy segura de si quieres que se enteren.- Te ha mencionado - miras a Dylan.

El moreno se tensa y comparte una mirada extraña con Thomas.

- No he entendido mucho de lo que me ha gritado, perdón por eso, pero después me ha hecho una foto y...

- Perdona, ¿que te qué?

- Ah... Sí, se supone que nadie debe saber que estoy aquí - te pasas la mano por la cara.- Lo siento.

Los miras a los dos, no parecen enfadados o molestos contigo, pero sí bastante inquietos.

Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora