Tormenta y lluvia.

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Newt es lluvia en todo el amplio sentido de la palabra, por sí mismo es una leve llovizna, nunca con demasiada fuerza, no le gusta destacar.

Nadie que lo conozca puede negar su pureza, siempre con una pequeña sonrisa en la cara, siempre cuidando a sus amigos, siempre tratando de que sean felices incluso cuando su propia felicidad flaquea, siempre tratando de ver el lado bueno de las cosas, siempre confiando a pesar de las traiciones. 

Además, pertenece al tipo de persona del que uno siempre puede obtener algo: un abrazo en un mal día, un hombro sobre el que llorar cuando la ansiedad gana, una palabra de ánimo ante algo complicado, una demostración de afecto en la soledad, la certeza de que las cosas pueden empezar a ir bien. Newt nutre a todos los que están a su alrededor, les hace ser mejores versiones de sí mismos.

Es impactante. Una vez que lo conoces, no puedes olvidarlo. Newt se te mete bajo la piel, peor que un tatuaje. Newt es permanente como el primer amor que siempre deja un regusto amargo en la vida.

Pero, por sobre todas las cosas, Newt es triste. Todos lo saben, todos lo entienden, ninguno trata de averiguar por qué ya que están cómodos con la situación. Pero los ojos chocolates siempre tienen un brillo diferente si lo pillas con la guardia baja, como si hubiera dejado caer sus defensas. Es extraño porque Newt siempre está atento, nunca lo suficiente relajado como para verse expuesto, pero a veces pasa y nadie se para nunca a averiguar el motivo.

Hasta que llega Thomas que es tormenta, en ocasiones calma y otras furiosa. Thomas arrasa y no suele importarle.

Thomas es salvaje por la fuerza de sus convicciones, único a la hora de llevar a cabo aquello en lo que cree con fuerza, indiferente ante todo lo que se lleve por delante con tal de conseguirlo. Muchos le temen, otros tanto le veneran porque es capaz de hacer lo que muchos desean, pero se reprimen.

Es mortal. Y esto Newt lo sabe muy bien. Conocer a Thomas es como morir una y otra vez debido a la intensidad de las emociones que provoca en los demás. Uno puede ahogarse en Thomas y hacerlo con ganas porque el simple hecho de que tal fenómeno les permita hacerlo puede ser considerado un honor. Claro que él no es consciente, no sabe la cantidad de cosas que provoca en los demás. 

Tiene más poder del que cree. Cuando llega está asustado y temeroso, cuando entiende que nadie le va a explicar por qué mierda está en ese sitio su actitud se vuelve astuta y analítica, debe encontrar las respuestas. Es ese poder sobre sí mismo el que le lleva a tener poder sobre los demás sin notarlo. Sus ojos centellean, su voz es fuerte y clara. Newt puede sentir cada parte de su cuerpo estremecerse cuando el moreno alza la voz un poco más de lo normal. Siente ese poder, está seguro que los demás también.

Y es fuerte, más fuerte que nadie. No importa todos los obstáculos que le pongan o las veces que sea traicionado, no coloca una sonrisa como Newt, pero sí una determinación que promete no volver a pasar nunca por lo mismo. Y es una fuerza que tira de los demás, la fuerza de Thomas es simbiótica. Así que si Thomas se levanta, los demás también lo harán, ninguno quiere pensar en qué podría pasar el día que decida no hacerlo.

Thomas se convierte en el único capaz de hacer que la densidad de la llovizna de Newt cambie. Juntos cambian climas y modifican el mundo a su antojo con la fuerza de sus sentimientos. 

 

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Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora