Caseta III

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Cuando llegan a la perrera, el amigo de Dylan ya los está esperando. Thomas siente que la timidez vuelve a adueñarse de su cerebro, culpa también del cansancio. Así que cuando Tyler le estrecha la mano con una sonrisa, Thomas apenas tiene fuerzas para devolvérsela, pero intenta ser lo más agradable posible ya que después de todo los dos le están haciendo un gran favor.

- Así que... vecinos, ¿eh? - Tyler los guía hasta la zona donde se encuentran los canes.

Thomas asiente, distraído, y Dylan codea a Tyler como advertencia.

- ¿Y qué tal la convivencia?

- ¡Ty! - jadea Dylan.

El rubio los observa entonces, divertido.

- Bastante bien, no es de los que montan alboroto - se encoge de hombros, parándose de repente.

- ¿Ah, no? 

Thomas mira el interior de la jaula de donde ha recibido un gruñido. Se inclina para ponerse a la altura y poder ver. Se trata de un perro grande, probablemente de la raza standford con el lomo de color negro y el pecho blanco, su cara mitad de un color y mitad del otro. Thomas se encuentra realmente fascinado.

Tyler deja de meterse con Dylan y se acerca hasta él.

- Oh, veo que te has fijado en Eclipse.

El veterinario mete las manos en los bolsillos de su bata antes de recibir una mirada curiosa.

- ¿Quién le puso el nombre? - Tyler señala detrás de él, hacia Dylan que está mirando las jaulas de los gatos.- Yo diría más bien que he sentido un flechazo - responde al comentario anterior y Tyler no está seguro de por qué, pero juraría que Thomas no habla solo del perro.

- ¿Quieres decir que te gustaría adoptar a Eclipse? - no puede evitar mirarlo sorprendido.

Thomas se incorpora.

- Sip.

- ¿Estás seguro?

Ladea la cabeza, confundido.

Dylan llega en ese momento.

- ¿Qué pasa?

- Tu amigo quiere adoptar a Eclipse - entonces, las miradas sorprendidas que recibe son dos no una.

- ¿Por qué me miráis así? ¿El perro es el diablo animalizado o algo?

Dylan ríe abiertamente, Tyler sólo sonríe.

- No, no, es que... - se rasca la nuca, no quiere arruinar la primera posibilidad que tiene Eclipse de adopción.- ¿Sabes que es un perro de raza peligrosa? - Thomas asiente.- ¿Y que vas a tener que pagar un seguro y empatronarlo en el ayuntamiento? - otro asentimiento.- ¿Y aún así lo quieres?

- Realmente no entiendo por qué te sorprendes.

- Es que... lleva aquí mucho tiempo - acaricia los barrotes de la jaula con tristeza.- Siempre que han querido adoptarlo se han arrepentido por alguna de las cosas que te he preguntado.

Thomas observa al veterinario en silencio, la tristeza se le ha contagiado también a Dylan.

- Tyler - llama el rubio, el aludido se pone de pie.- ¿Me matará mientras duermo?

- ¿Qué? ¡Claro que no!

- Genial, porque de todas formas tiene una caseta en el patio así que podría ponerlo fuera de darse el caso. Quiero adoptar a Eclipse - dice, convencido.

Tyler lo observa sorprendido, luego se vira hacia Dylan.

- No sé de dónde lo has sacado, pero no lo dejes escapar.

Los dos jóvenes se sonrojan.

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