Confianza infantil

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Septiembre.

(T/N) se acerca una vez que todos los niños están en el porche para explicarle lo que suelen hacer allí. La chica es bastante bonita y tiene un tono de voz muy dulce, Thomas imagina que los críos deben amarla porque él acaba de decidir que también lo hace. Si tuviera que ser regañado no le importaría que ella lo hiciera.

- Ellos juegan y nosotros evitamos que se maten, básicamente - ríe y Thomas le responde con una sonrisa, Gally está detrás y no deja de mirarlo. Traga saliva. Desde el principio notó que ahí hay algo en lo que su homosexualidad no piensa meterse.- Hay que evitar que se pongan en la cuesta porque pueden caerse, pero de resto no hay que volverse locos - se encoge de hombros.

Thomas asiente en lo que la chica sonríe de nuevo y entra a los baños para abrir el armario con las toallitas y el jabón necesarios para la jornada, también es donde guardan los juguetes que sacarán cuando los profesores de las actividades extra escolares se lleven a sus alumnos.

Un niño asiático viene corriendo hacia él y lo abraza con fuerza, tiene que luchar por mantener el equilibrio.

- Hey, cuidado, campeón.

- ¿Cómo te llamas? 

- Mi nombre es Thomas, ¿y el tuyo?

- ¡Soy Minho!

Thomas se agacha para estar a la misma altura que el pequeño. Entonces, se da cuenta de que Minho no está solo, hay un niño rubio con él que lo mira con grandes ojos oscuros.

Noviembre.

Thomas trastabillea un poco cuando lo empujan con fuerza por detrás, suspira cansado antes de girar y encontrarse con la traviesa sonrisa que no se ha separado de él desde que se acercó el primer día.

- Minho, te he dicho muchas veces que no seas tan bruto.

De hecho, si su sueldo dependiera de las veces que lo ha dicho sería mileurista. 

- Es que Newt no quiere jugar conmigo.

El adulto arquea una ceja extrañado y mira hacia el niño rubio del que ahora sabe su nombre y que tiene una hermana mayor que de vez en cuando viene a verlo mientras están en el porche.

- ¿Newt? - lo llama, pero el niño solo lo mira como siempre sin ser capaz de moverse.

Thomas suspira derrotado, aunque lo ha tranquilizado ya dos veces debido a enfados por culpa de otros niños no hay forma de que el rubio se acerque a él. 

- Vamos, Minho, estoy seguro de que sí quiere.

Lo observa salir corriendo detrás de Minho.

- Me odia - susurra.

- Es así con todos - una conocida voz suena detrás y se da la vuelta para ver a Gally.

Siempre le pareció curioso el uniforme que tienen para trabajar: las chicas van con la camisa verde llena de dibujos infantiles y el pantalón del mismo color, pero los chicos solo tienen la camisa con pantalones de chándal o vaqueros normales. Aprecia al alto rubio reconociendo que tiene cierta gracia ver a semejante espécimen con una camisa con cuello en pico y dibujos de osos, biberones, tambores, aviones y calcetines. 

- ¿Incluso contigo?

A pesar de ser un gigante los niños lo adoran. Gally asiente.

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2019 ⏰

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