Caseta II

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Hoy es un mal día para Thomas. Casi llega tarde a la universidad; ¿el café que compró para intentar despertarse? Chocaron con él y se lo tiró encima; como si su mierda de día cliché no fuera más que suficiente tuvo que aguantar la visión de su ex morreándose con su nuevo ligue delante de la puerta de su primera clase. Siendo estrictamente sinceros, a Thomas le da igual. Mucho. Como si se los hubiera encontrado teniendo sexo. Le importa una verdadera mierda porque él hace mucho tiempo que se fijó en alguien más, pero ha sido un día muy malo así que Thomas pensó que no pasaba nada si lo añadía a la lista de por qué su día ha sido una puta mierda.

Deja caer la cabeza contra la puerta de su casa mientras trata de meter la llave con los ojos casi cerrados.

- Hey, vecino.

Vaya por Dios, justo cuando conseguía encajarla en la ranura.

- Hey... - responde, agotado.

Su atractivo vecino lo mira extrañado, tan acostumbrado siempre a la calma sonrisa.

- Thomas, ¿verdad? - asiente.- Parece que tienes un mal día.

- No me digas - replica con sarcasmo, pero un poco más animado.

El moreno extiende una mano hacia él.

- Soy Dylan - no es como si no lo supiera, hace años que se conocen e intercambian alguna que otra conversación.

El rubio se la estrecha.

- Y quiero invitarte a visitar la perrera.

Arquea una ceja hasta que el recuerdo de hace casi un mes surge desde algún lugar recóndito en su memoria por lo que tiene la decencia de sonrojarse hasta las orejas.

- Claro - asiente.- Dime cuándo -sonríe con suavidad, terminando de abrir la puerta.

- Venía a darte la oportunidad de elegir el día, pero teniendo en cuenta cómo estás... - le brinda una mirada rápida que analiza el estado del rubio.- Creo que deberíamos ir hoy. Ya, tal vez.

Thomas parpadea.

- ¿Sin ducharme ni nada?

Dylan sonríe y se acerca para olisquearlo, Thomas da un respingo y lo mira como si estuviera loco.

- Yo creo que hueles genial. ¿Vamos? - ofrece su brazo.

Thomas se queda un momento en stand by, pero suelta los bolsos de la universidad cogiendo únicamente las llaves y la cartera con toda la documentación necesaria para adoptar y se dirigen juntos al coche de Dylan.

- ¿Vamos en tu Jeep? - alza una ceja.

- ¿Tienes algo en contra de mi preciosidad?

Thomas ríe.

- Para nada.

- Voy a avisar a Tyler de que vamos para allá - coge el móvil.- ¿Tienes alguna preferencia?

- Siempre he querido tener un perro grande - se encoge de hombros.

- Captado, rubiales.

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Cada día que pasa queda menos para "La cura mortal" y yo no sé si tengo muchas ganas o estoy muy acojonada al respecto.

Ayer vi el corto que hizo Thomas con los actores de "Love Actually" por el RedNoiseDay y casi muero de amoooor.

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Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora