Sexto: recíproco.

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y él te ama, también.

Thomas vuelve a tener miedo entonces, cuando Newt extiende una mano hacia él y entrelaza sus dedos en una respuesta silenciosa a sus palabras porque eso significa que tiene algo que perder. No recuerda cómo es, pero está seguro de no querer experimentarlo. Así que se mueve lo suficiente como para invadir el espacio de Newt y envolverlo con sus brazos, su pecho contra la pequeña espalda. No, no puede perderlo, no a él. Thomas sabe que nunca se recuperaría porque el rubio no sólo tiene su corazón, sino que su alma también ha decidido pertenecerle. Se quedaría tan vacío... estrecha a Newt con fuerza contra él, sintiendo los dedos que le acarician los brazos con extremo cariño tratando de transmitirle un millón de cosas sin palabras. Newt lo entiende, siempre lo hace y eso es algo que Thomas valora por encima de todas las cosas. No puede perder su luz, el planeta es incapaz de sobrevivir sin el sol.

- Tommy, tranquilo, estaremos bien - le asegura.

Pero sabe que miente. Sin embargo, los latidos perezosos del corazón de Newt que poco a poco le informan de que el rubio ha caído dormido sí que consiguen tranquilizarlo. Saber que ahora mismo está a salvo, a su lado y prometerse que mientras esté en su mano nadie lo dañará. Bien. Puede empezar por ahí. Ya pensará en el después mañana, cuando Newt también esté despierto y pueda aconsejarle.

Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora