Historia de dos ciudades.

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Thomas observa el techo de la habitación mientras su respiración se vuelve lenta poco a poco, obligándose a tranquilizarse o no podrá dormir después de lo que se le ha metido en la cabeza y ya es de madrugada.

- Thom - masculla Teresa a su lado, sintiéndolo dar vueltas.

- Lo siento - le da la espalda, su melliza deja escapar aire resignada.

- ¿Qué pasa?

Thomas no está seguro de responder al respecto, pero sabe que si no habla ahora 1) no podrá dormir en toda la noche y 2) su hermana no dejará de molestarle hasta que suelte prenda.

- Quiero pedirle a Newt que se case conmigo - cuando se decide a responder, teme que Teresa se haya quedado dormida de nuevo, pero la voz suave le sorprende.

- ¿Primero no deberías pedirle que sea tu pareja?

- Touché - acepta, tapándose con las sábanas hasta la barbilla.

- Además, tienes que hablar con su padre y pedirle permiso - aconseja, dándose la vuelta y acurrucándose contra él como cuando eran pequeños.

- Hecho, ese hombre me adora - lo que es totalmente cierto, pero sabe que Jorge es extremadamente protector con sus dos progenitores así que quizás sí que sea un poco complicado.

Así que con la bendición de Teresa, Thomas parte esa mañana rumbo a los laboratorios del FBI que tiene el padre de Newt. Observa todo a su alrededor con la misma maravilla que si fuera la primera vez cuando la realidad es que lleva años visitando ese sitio, ser el mejor amigo del pequeño príncipe Newton tiene sus ventajas. Se muerde la lengua para no reír por el discurrir de sus pensamientos cuando llega hasta Harriet, la secretaria, una chica solo un poco mayor que él.

- Buenos días, Thomas, qué extraño verte por aquí - saluda con un ligero sarcasmo y poniendo los ojos en blanco mientras remueve su café.

- Linda Harriet, un placer como de costumbre. ¿Está el jefe? - ella asiente y Thomas se cuela por el pasillo hasta llegar al despacho antes de que pueda advertirle sobre el extraño humor que carga hoy.

- Oh, bueno - se encoge de hombros, tirando el envase de plástico.- Tampoco es como si fuera a matarlo - aunque sabe que a veces lo haría, Thomas es muy Thomas.

Thomas toca la puerta con una ligera combinación de sonidos que está seguro de que Jorge reconocerá. Y deja que su mano descanse sobre el manillar de la puerta hasta obtener el permiso para pasar.

Thomas sabe que no será fácil porque Jorge es un hombre soltero con un gran patrimonio y fortuna que tuvo la desgracia de perder a su mujer y a su hija no nata el día del parto así que Newt y Brenda son, en realidad, adoptados. Gracias a todo el dinero que movió pudo arreglar los papeles con más facilidad de lo normal y llevarlos con él cuando apenas tenían dos años así que siempre, siempre los ha cuidado como lo habría hecho con su descendencia de sangre.

- Thomas - saluda el hombre cuando lo ve, ofreciéndole su mano como siempre.- ¿Qué te trae hoy por aquí?

Y no, Thomas no se caracteriza especialmente por tener cuidado a la hora de hablar. No, es bastante conocido por su honestidad.

- Quisiera pedirle permiso para empezar a salir con Newt.

Jorge contiene el aire. Sabía que este día terminaría llegando, está tan poco preparado como siempre pensó que lo estaría. Quiere decir que Newt ha tenido parejas antes, nada serio realmente, según le ha contado Brenda ni siquiera le han besado. Sin embargo, sabe que Thomas es quien establecerá la diferencia. Desde el día que Newt lo trajo a casa por primera vez, después de mucho insistir, lo supo. Por la forma en la que se miraban, por la forma en la que se tocaban. Y de eso hace casi 10 años. Lleva todo ese tiempo preparándose mentalmente, no ha sido suficiente.

Momentos [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora