Abby miró por la ventanilla y se asqueó de observar la horripilante escena en donde las chicas acababan sus necesidades en el pasto, pues ella no pensaba limpiar tal asquerosidad. Dejó la taza en la mesa y suspiró lentamente; la broma había sido muy graciosa pero ella pensaba en Erick, en su reacción si se diese cuenta de lo que ella hizo. Tras imaginar que él pudiese tomar carta en el asunto, Abby tomó el laxante y lo escondió entre la parte baja de los gaveteros.
Erick sudaba, sentía desbordarse por el baño. Pensó que estaba algo llenito antes de entrar allí, pero ahora habia comprobado que nunca había engordado, que tenía un acumulo de heces y que gracias a esos tacos él se liberó de ellas. Y sí, por asqueroso que pareciese, él se sintió mejor, pero a la vez recordó que la única causante fue aquella mujer de ojos azules y decidió dar por acabado el proceso de limpieza para reclamarle.
Se miró al espejo, lavó sus manos y su rostro sudado, respirando con dificultad tras lo ocurrido.
-Creo que he rebajado -dijo al observarse al espejo-. Me veo bien sexy, pero como sea me la pagas chiquita.
Salió como alma que lleva el diablo directo a donde aquella jovencita de ojos azules; se detuvo a su frente y ella lo miró sin importancia.
-¿Por qué lo hiciste? -le preguntó dando evidencia de su enojo.
Abby mostró un gesto de confusión, fingiendo no saber nada, y dijo:
-No sé de que hablas, mi señor.
Él empezó a buscar por doquier la muestra de lo que ella hizo, pero no encontraba nada referente a algún laxante.
-¿Donde está el laxante? ¡le has echado un maldito laxante a la comida! -gritó enojado, ella se mantuvo frívola a un lado de la encimera, temía de que él actuase peor.
-¡Yo no he usado ningún laxante, no sé de que me acusa! -defendió su mentira y eso lo hizo enojar girándose a ella, pero a través de la ventana miró a las chicas sobre el pasto, haciendo totalmente un caos de heces por doquier. Se asqueó y la tomó del brazo teniendo una mejor idea.
-Tú tendrás que responsabilizarte de esto, estúpida. Tú le echaste algo a la carne por eso estamos así, pero eso es tu responsabilidad -le gruñó arrastrándola y ella negándose con miedo.
-¡No por favor! ¡yo no hice nada! -gritó.
-¡Busca la maldita manguera y limpia ese desastre! -le dijo señalando a donde estaban las demás, quienes apenas se levantaban recuperándose, pero no encontrando nada para limpiarse.
-¿Hay papel de baño? -gritó Latzy dejando la vergüenza a un lado.
Erick se había asqueado tanto, que juró no volver a buscar a aquellas mujeres. Pensó que ya era demasiado haber soportado eso, y queriendo eliminar todo rastro de suciedad o bacteria, tomó la manguera que estaba conectada a una pequeña llave y la abrió.
-¡Claro que hay papel! -exclamó caminando hasta Abby-. ¡Limpia toda esa mugre, ahora! -Le gruñó y Abby con una idea en su cabeza, tomó la regadera y mientras las chicas esperaban que llevasen el papel, ella caminó un poco más y apuntó.
-Es una orden, señor -le dijo al instante de apretar el sprint que permite que el agua salga. Fue tanta la presión, que llegó a todas en segundos, tumbándolas en su propia heces. Gritaron, rodaron e intentaron escapar, pero Abby se rió mientras las limpiaba por todo lado.
Erick la miró, no era lo que tenía en mente pero el que ella haya hecho eso le causó muchísima gracia, y no soportó para reírse a carcajadas.
-Limpiala bien, que no huelan mal -le dijo a Abby.
-Eso es difícil de que suceda, si desea puede meterse a bañar con ellas -sugirió, él sólo le echó una mirada de odio y se sentó sobre una camilla.
Los gritos de las chicas fueron exasperantes. Abby tuvo que finalizar lo que hacía sin dejar de disfrutar de verlas a ellas mismas nadando en sus propios desechos.
-¡Eres un maldito Erick! -gritó la rubia desesperada llegando hasta él.
-Debían limpiar sus traseros, ¿cómo se les ocurren hacer popó en mi patio wey? ¿donde tienen la maldita cabeza? ¡esta casa tiene más de tres baños y ustedes hacen eso ahí! ¡pinches estúpidas!.
Abby se rió y entonces recibió un golpe inesperado de Ally, quién le dió una bofetada, la cuál despertó la fiera que Abby ocultaba, pues esta tomó del brazo a Ally y le metió un puñetazo en la nariz hasta sacarle sangre. Ally se lanzó a ella y por la fuerza que había hecho, terminó tumbado a Abby a la piscina, pero ambas cayeron, pues Abby no fue tonta para soltarla.
Al caer en el lado más hondo, siguieron peleando, el problema es que Abby se estaba ahogando, pues la piscina tenía una profundidad del doble de su tamaño.
Ally logró salir, pero la que había quedado dentro fue Abby, el agua empezaba a pasar por su garganta, y al Erick notar que se ahogaba, se lanzó a buscarla. Nadó hasta ella y la hizo sostener de su cuello, para luego ir hasta la orilla; Abby desvanecía lentamente entrecerrando sus ojos.-¡Nosotras nos vamos de esta mierda! -gritaron las demás saliendo de allí para evitar problemas con Erick.
Erick logró sacar a Abby quién estaba desmayada producto de tragar cierta cantidad de agua, la puso sobre el suelo y trató de recordar de como se le daban los primeros auxilios a las personas ahogadas. Se dió dos veces por la cabeza y la miró a ella pálida, entonces recordó todo. Empezó a presionar su pecho y luego supo que debía hacerle respiración boca a boca. Se agachó y apretó la nariz de ella, acercándose a aquellos labios pálidos, sintió algo extraño pero sin embargo lo hizo, pegó sus labios de ellos de ella y le dió respiración boca a boca hasta que ella había reaccionado lanzando el agua lejos. Toció y tocó su estomago, se sentía mareada y fue cuando justo lo miró a él, quién la miraba fijamente.
-¿Me salvaste? -preguntó ella con total confusión.
-No, vino una paloma blanca y lo hizo -bromeó pero ella lo miraba seria-. Si, lo hice -afirmó.
Abby se tornó roja de vergüenza al imaginar que él pegó su boca de la suya, y se asqueó enseguida.
-¡Asco!. -Rascó su lengua y escupió varias veces, eso había hecho que Erick se ofendiera enseguida.
-Te hubiera dejado morir ahogada, para ver quién diablos te iba a salvar, desconsiderada -le dijo enojado yéndose de allí.
Abby no entendía nada, él tampoco, sólo eran juegos del destinos.
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Enseñame A Ser Tu Hombre (Libro2) Terminado✔
Romance(Libro paralelo, puede contener spoirler de Enseñame a seducir, no lo leas los dos a la vez. Si el primero no te interesa, puedes continuar con este) El idiota más grande de "Enseñame a seducir" llega a contar su historia. (Segundo libro) Erick O...