A petición del público, he decidido narrar en primera persona. Veremos como me sale en este libro 😅
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La atraigo hacia mi pecho y beso parte de su mejilla, mientras masajeo lentamente sus senos. Esta chica es una delicia, intenta controlar el momento y se lo permito porque no estoy tanto de humor para demostrarle que tan buen cliente soy.
Llevo mis manos instantáneamente hasta su culo, los masajeo y hago que se mueva encima de mi. La sensación es única. Así siempre será, puedo darme a quién quiero, no creo que aquella estúpida mucama se me resista, no le doy tanto tiempo para que ella caiga sobre este manjar.
—¡Oh que delicia de hombre me estoy comiendo, de haberlo sabido antes, ya te tuviera conmigo! ... ¡Vamos, hazme tu perra!
Me reí irónicamente cargándola y azotandola. Esta noche sería larga.
....
—¡Vamos amigo, bajemos del auto... Ya llegamos a casa!
Apenas si escucho a Daniel hablando entre mis oídos. Estoy hecho una mierda. Como puedo intento bajar un pie y termino cayendo al suelo; Daniel me socorre y me lleva hasta la puerta. Todo me da vuelta.
—Amigu yo no estar borracho, tu y yo follamos de a duro —le digo riendo.
—¿Follamos? ¡tú follaste a esa chica, yo folle a la otra!
—¡Pss! ¿y qué dije?
—De la manera en que me dices las cosas me haces confundir.
...
—Señor, despierte. —Escucho la voz de una muchacha y mi cabeza da vuelta de un lado a otro—.¿Señor Erick?
Abro los ojos y veo una mano negra moverse de un lado a otro.
—¿Qué quieres? ¿quién eres? ¿una esclava? —pregunté ocultando mis oídos.
—¡Por Dios, soy yo su sirvienta!
Muevo mi cabeza a un lado y abro los ojos, la veo mirándome y sosteniendo una bandeja. Frunzo el ceño y como puedo trato de sentarme.
—Ah, ¿qué quieres?
—Vine a traer su desayuno... ¿No va a trabajar? Ya son la ocho de la mañana, mi señor.
Dejo escapar un bufido, no tengo nada importante que me haga llegar de primero a mi trabajo.
—No necesito que me recuerdes nada, ¿donde está la otra esclava?. —Ella me mira confundida y capto lo que dije—.Me refiero a la otra sirvienta.
—¡Ah, ella no ha llegado!
Eso me molestó un poco, miré mi reloj y me di cuenta de su tardanza, es algo que me molesta bastante.
—Lleve mi desayuno a la mesa.
Ella obedeció y se marchó. Me llevanto de la cama y camino directamente hasta la ventana, en donde la veo llegar en un taxi. No sé porque viste de esa manera, a un estilo de machera. No le gusta usar ropa más femenina, como unos vestidos ajustados, unos jeans que le marque hasta lo que no tiene, una blusa corta o no sé, pero siempre suele andar con polo anchos y si no fuera por esas tetas tan grandes y redondas, se vería horrible; Pero a la maldita desgraciada le queda todo bien.
Me alejo de la ventana y me desnudo. Una buena ducha no cae mal.
Cuando acabé de asearme por completo, tomé una toalla y me la envolví en la cadera. Luego escogí la ropa de hoy, quizás una camisa roja no me quede mal con un fino pantalón negro.
Me miro al espejo acabando de abotonar mi camisa. Pienso en como llevarme a la cama a esa chica tonta pobretona. Que rico sería hacerla mía y hacer que pague lo que me le hizo al auto, también cada rechazo que me ha dado. ¿Qué se cree? Nadie puede rechazarme.
—¡Nadie puede! ¡si yo fuese una mujer me hiciera caso, hasta me arrodillara y suplicara, o sea, mira que bellezo! —le digo a mi reflejo.
De lo único que me siento agradecido es de mantener mi ego alto, es un don increíble, ser hermoso no se hace, se nace.
Alex tuvo suerte de nacer lindo, eso se debe a que salió más a mi padre, —en belleza claro, porque en lo demás no es tanto— y también Aldo, ese gordete que ta es flaco, le debe agradecer tanto a los testículos de mi padre, porque la verdad está tomando camino hacia la belleza de los Ovens.Suspiro lentamente, la verdad extraño a todos mis hermanos, en especial a Alex, lo que le está pasando me está torturando bastante, pues es de mi sangre y eso pesa más que el agua.
....
Bajo hasta la sala y dirijo mi mirada hasta la pelinegra que se encuentra limpiando el piso del salón. Camino hasta ella, quién se ve muy concentrada pasando el trapeador. Veo un cubo de agua y fijando que ella ya esta terminando, decido darle más trabajo.
Así que tumbo el cubo.—¡Up lo siento! —me excuso esbozando una sonrisa. Ella se gira mirando el agua recorrer por todo el salón, luego eleva sus ojos hasta escanearme y dar con los míos.
—¿Por qué lo hizo?
—No hice nada, eso te pasa por dejar un cubo en plena entrada, debes manejarte menor, tonta.
Su mirada se carga de furia y odio hacia mi persona, es algo que me excita, debe ser una fiera en la cama. Ella suspira, intenta decir algo pero se silencia calmando todo.
—Entiendo, perdón por acusarlo, que tenga un lindo día. Permitale atenderlo en la mesa.
Tanta amabilidad me confunde, no esperaba eso de ella.
—Es lo justo.
Me guía hasta la mesa y me siento en ella. Se eleja y poco luego se acerca con la bandeja.
—Aquí está su desayuno, mi señor.
Su expresión es confunsa pero le sonrío.
—Ya, vete a limpiar.
Se aleja sonriendo. Tengo aquí tostada de huevo, tocino, ensalada de fruta, jugo y café. Empiezo a desayunar sin dejar de mirarla limpiar el desastre causado por este hombre irresistible, apostaría que le gusto.
Término de comer todo, menos las frutas, no necesito dieta.Ella al parecer terminó y la veo llevando el cubo a otro lado.
—Mi señor, ¿se siente mejor?
Miro al frente y veo a Louisa ante mi, al parecer su tono de piel le permite sonrojarse. Y vamos, no tengo problemas con la piel, no soy racista, he tenido novias morenas y esta es bonita sin lugar a duda.
—¿No se me nota? Si yo estoy bien sexy ¿no?
Ella se ríe nerviosa asintiendo.
—Con todo respeto, usted es bastante guapo, nunca había tenido un jefe como usted.
—¡Sape gato! —murmura Abby en tono burlón.
—¿Que dices? ¿que significa eso EH? —le pregunto curioso.
—Nada —me esquiva
—No, ahora debes decirme... ¿Le parezco sexy a usted?
Ella se detiene y me mira de arriba hasta abajo.
—A sinceridad, para mi no. Si se ve bien, pero no me llena la belleza de un cerebro vacío. —Levantó sus cejas y esbozó una sonrisa burlona mientras se alejaba.
—Eres una ciega, no sabes lo que dices.
Con molestia me levanto y siento un mareo profundo.
—¿Que le pasa señor?
—No sé... Me siento raro. Bueno debo irme. Y tú Abbychuela, espero que no te vayas hasta que yo regrese, llegaste tarde y debes cumplir con cubrir tu tardanza con dos horas más.
Con sus quejidos tomé mi saco y me largué de ahí.
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Enseñame A Ser Tu Hombre (Libro2) Terminado✔
Romance(Libro paralelo, puede contener spoirler de Enseñame a seducir, no lo leas los dos a la vez. Si el primero no te interesa, puedes continuar con este) El idiota más grande de "Enseñame a seducir" llega a contar su historia. (Segundo libro) Erick O...