Regalo de la madrugada del domingo, o sea hoy. Ya que no podré subir capítulos hasta el lunes.
Así que dejenme todo el amor posible y motivación. 😍😍😍
...
Una vez más el pobre Erick tuvo que irse con su cabeza agachada, pues Abby no quiso escucharlo, lo abofeteó mandandolo directo a la zonas de rechazados. Los mariachis tuvieron pena ajena de él, pero no era algo de otro mundo, ya estaban acostumbrados a ver estas cosas.
Y entró al auto escuchando como sus hermanos dejaban de reír.
-¿De que se reían, pendejos? -preguntó molesto.
Jordy miró a Aldo y trataron de contener la risa en los asientos delanteros.
-De nada -toce Aldo para apaciguar el momento.
-¿Me ven cara de payaso o qué? -preguntó nuevamente cruzado de brazos. Enseguida se echaron a reír.
-Pues si, no mames. Yo te dije que era mala idea lo del mariachis -respondió Jordy no aguantando su estómago de la risa.
-Si te sigues riendo, créeme que cuando despiertes no tendrás cabello, y no bromeo.
Enseguida cerraron el pico del miedo.
-Ya, no aguantas ni verga. - Jordy encendió el motor y manejó alejándose de la casa de Abby.
Erick se apoyó de la cabecera del asiento y llevó una mano a su mejilla, le había dolido bastante aquella bofetada. Abby si tenía cojones de enfrentarlo.
-Que difícil me está saliendo la güera esa -susurró haciendo que ambos hermanos escucharan.
-Es que te pasas, Erick, pero bueno, tú más que nadie sabrás cómo conquistarla -opinó Aldo con un gesto triste porque perdió quinientos. La vida conspiraba en su contra.
-Sí, nosotros te apoyaremos porque eso hacen los hermanos -murmuró Jordy guiñandole un ojo a Aldo porque se haría rico apostando.
-Si, pero te recomiendo que te dé valor Erick, no puedes andar rogando como un perrito en busca de comida, comportaste como un hombre, no la llames, déjala respirar -aconsejó Aldo.
-¿Saben? Ustedes tienen razón. Estacionaste en ese bar, hoy vamos a beber hasta ponernos bien pedo -exclamó Erick más que decidido a darse su valor de macho.
Y entraron, empezaron a tomar, Erick se tomaba el tequila como agua. Bailaba, cantaba, se divertía y tratando de olvidar todo. La música corría por sus venas al igual que alcohol que pronto haría su efecto.
-Recuerda Erick, por nada del mundo te pongas a pasar pena por amor, haz las cosas bien -le recordó Aldo.
Enseguida le pusieron su canción preferida de Alejandro Fernández- mátala. Y cantó a todo pulmón: "Mátala con una sobredosis de ternura, asfixiala con besos y dulzura, contagiale toda tu ternura. Mátala, con flores con canciones no le falles, que no hay una mujer en este mundo, que pueda resistirse a los detalles"
-¡Pero ella si se resiste putoooo! -gritó tomándose otra copa.
-¡Jayayayyyy! -le siguió Aldo apoyando a Erick.
Así siguieron, cantando hasta ponerse roncos de tantos gritos al aire.
-Iré al baño, pendejos -dijo Erick con su tono borracho sacando el móvil.
-No la llames, recuérdalo, valor hermano -aconsejó nuevamente Aldo.
-Ya la superé, pendejo -volvió a escupir esas palabras yendo al baño.
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Enseñame A Ser Tu Hombre (Libro2) Terminado✔
Romance(Libro paralelo, puede contener spoirler de Enseñame a seducir, no lo leas los dos a la vez. Si el primero no te interesa, puedes continuar con este) El idiota más grande de "Enseñame a seducir" llega a contar su historia. (Segundo libro) Erick O...