Enseñame A Ser Tu Hombre (Libro2) Terminado✔

fase tres y cuatro: superar y conquistar (parte 2/2)

Louisa arriba. Saldrá más adelante en el cap.

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Erick se levantó de la cama medio mareado, sentía que su cabeza se iba a explotar. Daniel no quería verlo, Abby menos, solo quedaba su familia. Y el pobre Aldo que no dejaba de tocar la puerta porque no quería que él se suicidara y terminara en el hospital como Alex.

-Erick por favor, abre. No cometas una locura hermano, por favor -suplicó detrás de esa puerta. Había pasado diez días y Erick no quería hacer nada por su vida.

Se miró al espejo, vió esas ojeras marcadas en sus ojos. Su barba más crecida, su cabello alborotado. Estaba horrible.

-¿Así es el amor? ¿Así es cómo nos ponemos de pendejos?

¿Qué haría ahora con su vida? ¿Se quedaría ahí estancado sin mover un dedo? La empresa lo necesitaba, todos los necesitaban. Ericka fue varias veces a hablar con él y no abría. Incluso Katy había ido y tampoco obtuvo respuesta.
La pobre estaba tomando su tratamiento y gracias a su doctor no se sentía sola, pero extrañaba a Erick porque tenía mucho sin verlo. Mientras que Daniel no lo tomó así, este no se quedó en su cama tirado llorando, es más, ni siquiera lloró después que Abby terminó con él. Esta vez Daniel se levantó más decidido a seguir su vida. E inauguró su negocio. Gonzalo estaba trabajando para él y hacía algunas obras con sus manos bastante buenas.

Unos de esos días Daniel estaba poniendo un cuadro sobre la pared.

-Hola -dijo una voz Femenina.

Se giró y ahí vió a una muchacha morena con unos folletos en mano. Esa era Louisa.

-Hola, ¿puedo ayudarte en algo?

Ella sonrió y se acercó más, abrió su folleto y miró algunas obras.

-Vengo de la Universidad, el profesor Ignacio Martinis me ha enviado para darle esto. -ella se lo extendió y él lo tomó.

Era una invitación a las clases de arte.

-Oh sí, ya sé quién es.

Louisa se quedó mirando las cantidades de cuadros y uno le llamó la atención, era Abby.

-¿Esa es Abby? -le preguntó. Él frunció el ceño.

-Ah sí, ¿la conoces?

Louisa se acercó más a ese cuadro, en donde solo estaba un retrato de cara de ella. Se veía muy bonita.

-Era mi compañera de trabajo en casa de Erick, pero renunció.

Eso lo dejo totalmente sorprendido.

-Ah, pues que mal. Pero si, es ella. Cuando se venga el cuadro le daré lo que le pertenece.

Louisa frunció el ceño.

-¿Pagarle por la venta? -preguntó.

-Si, porque creo que se lo merece.

-¿Es tu novia?

Daniel sonrió con sequedad y negó.

-No, no llegamos a tanto.

Louisa lo miró confundida.

-Ah, entiendo. ¿No necesitas empleada nueva?. -quiso aprovechar la oferta en los días que no trabajaba.

-Si, pero ¿Y tú no trabajas para Erick?

-Si, pero tengo de ocho a dos libre de lunes a viernes, y los sábados y domingo libre. Estudió en la universidad y Erick me permite ir y volver al trabajo. Pero necesito ocupar mi tiempo libre para así ganar algo más de dinero.