(Libro paralelo, puede contener spoirler de Enseñame a seducir, no lo leas los dos a la vez. Si el primero no te interesa, puedes continuar con este)
El idiota más grande de "Enseñame a seducir" llega a contar su historia.
(Segundo libro)
Erick O...
¡Lo lograron! Lograron que yo me animara al otro capítulo aunque ví spam en los comentarios 😒 así qué estaré leyendo.
...
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Erick estaba almorzando con Aldo en su Oficina, estaba silencioso y Aldo le hablaba de algo que ni él escuchaba. Solo se limitaba a mover su cabeza y a sonreír a medias. Estaba pensando en todo lo que le ocurría en su vida. Quizás sonara estúpido el hecho de que el se apartara para que su amigo tuviera su oportunidad. Pero... ¿Hay que culpar a alguien que antes solo pensaba en él y ahora decide pensar en los demás?. El Erick que le hizo daño a Alex no pensaría como estaba pensando ahora.
-Erick, sé que no me prestas atención, pero no soy muy bueno con los asuntos del amor, pero si he sido rechazado. Antes cuando estaba gordo las mujeres solo se burlaban de mi, me buscaban por lo poco que yo tenía y porque yo era un chico muy detallista. Creo que finalmente me querían por los detalles que por mi. Así qué sé lo que sientes -le dijo Aldo mirándolo, Erick prestó su atención en él, deseaba escucharlo esta vez.- Así que no entiendo porque todos te tratan así, yo te admiro ahora como mi hermano porque estoy descubriendo que eres buen hombre, porque si fueras malo no te importara esa amistad que lleva con Daniel y le estuviese coqueteando a Abby para hacerle saber que tú puedes tener lo que deseas y que puedes arruinarle lo que ellos tienen. Tú puedes, lo sé porque veo como ella te mira.
Erick sonrió secamente tomando un poco de jugo.
-Gracias por ser el único en entenderme. Puedo hacer lo que él me hizo, pero no quiero, por el simple hecho de que no siento por ella lo que Daniel está sintiendo. Yo solo quería estar con ella como ella quería estar conmigo, ¿qué había de malo en eso?. Éramos dos personas frías que en la cama demostrabamos nuestra calidez. Yo la descubrí a ella y ella a mi, le demostré parte de mi corazón y no para que nos enamoremos, si no para que ambos supiéramos que estábamos en la misma situación.
Aldo comprendía a su amigo totalmente. Veía tristeza en Erick y sabía lo que sentía, él podía sentir ese dolor transmitido en sus palabras.
-Te hiciste a un lado para que ella buscara felicidad en brazos de alguien que si podía dársela, según tú. Pero... ¿Qué pasa si la felicidad ella la tenía cuando tú le dabas esos momentos?
Erick analizó lentamente cada palabras de su hermano. Recordó que Abby podía ser tercas y negarse, pero siempre caía y le encantaba caer en sus brazos.
Era como él, pero una versión más ruda y decidida.
-Quizás, pero te aseguro que Daniel tienes mejores sentimientos y además le puede dar una vida mejor. Yo por el momento solo le podía ofrecer sexo, no quiero tener a mi lado a alguien que un día se levante y espere más de mí, cuando yo aún no puedo dar más. Quiero alguien que se conforme con lo poco que doy, que cuando le abro mi corazón no sea para romperlo, si no para valorar el hecho de que la persona más fría pudo demostrar que no era de hielo.
