#10

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Por fortuna para ti, el lugar donde te encuentres cuenta con una señal, así que no tardas en ponerte en contacto con el número de emergencias de la estación policial más cercana.

Una mujer contesta tu llamado, y al instante tú procedes a informarle de tu situación, sintiendo que se te va la vida en cada de las palabras que pronuncias. De forma amable, la mujer policía te pide que conserves la calma, tras lo cual ella solicita la ubicación del edificio en donde trabajas, a fin de enviar a una patrulla allí.

En cuanto se la das, la mujer se esfuerza en tranquilizarte, solicitándote esperar la llegada de la policía mientras tú no puedes evitar romper en sollozos producto del terror que experimentas durante esos momentos.

—La patrulla llegará pronto, se lo aseguro...— afirma la mujer, del otro de la línea.

Tú esperas de todo corazón que así sea. Y sin embargo...Hay un detalle extraño, que te inquieta muchísimo: Fuera de tu escondite no se escucha el más mínimo ruido.

El contra de lo que estabas esperando, el asesino no ha intentado ingresar por la fuerza en la oficina donde te escondes, sino que permanece inmóvil fuera de dicho lugar, acaso como si estuviese a la espera de que pasase algo.

No tienes ni la menor idea de que puede estar tramando aquel siniestro personaje, pero de ninguna manera tú estás dispuesta a bajar la guardia, suceda lo que suceda.

Tan sólo deseas que la policía llegue al edificio ya mismo, dándole fin a esta pesadilla.

"Que vengan ya por favor, Dios mío..." piensas tú, entre sollozos.

Lee la parte #16.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora