#102

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Considerando que ni siquiera sabías hacia dónde estabas apuntando, la bala bien podría haber dado en el vacío.

Pero en cambio...Tu disparo ha conseguido darle al cómplice del asesino en la cabeza, matándole al instante. Jamás habrías podido esperar semejante resultado.

El asesino pega un grito de horror al presenciar la muerte de su aliado. Él ha bajado la guardia: ¡Esta es tu oportunidad! ¡Tal vez puedas matarlo a él también!

Si intentas dispararle, lee la parte #104.

Si en cambio intentas huir, lee la parte #116.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora