Sola con el Asesino

#38

Durante los siguientes horas permaneces en un estado entre la vida y la muerte, producto de la herida que sufriste.

Cuando finalmente tu situación se estabiliza, recibes la visita de tus padres en el hospital: Ellos viven en una provincia bastante alejada de la ciudad, pero en cuanto fueron informados de la gravedad de tu situación, no dudaron en venir inmediatamente.

Tu madre llora de alegría al ver que estás recuperándote, aunque tú la notas todavía sumamente consternada. La noticia de que su hija fue atacada ciertamente ha de ser una de las peores pesadillas de cualquier padre...

Tu padre también se ve demacrado. Está claro que él también experimentó la misma angustia sufrida por tu madre.

Esbozando una débil sonrisa tu rostro, tú tratas de calmarles, asegurándoles que ya te encuentras bien. Y sin embargo, todavía un poco de dolor persiste dentro de ti.

Mientras sigues recuperándote en el hospital, les encargas a tus padres el cuidado de tu departamento, así como también de tu gato mascota Lucas.

Lee la parte #39.