#15

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No hay nada que puedas hacer más que esperar la ayuda que tanto necesitas.

Tiemblas sin parar y sientes que estás a punto de desmayarte, pero aun así confías en que la policía será capaz de llegar a tiempo a donde tú estás. Al menos, eso es lo que te gustaría creer.

Unos instantes después, oyes pasos en las cercanías. El asesino está volviendo del sótano.

La puerta de los servicios se abre de par en par. El asesino presiona el interruptor de luz, y el pálido resplandor de los fluorescentes en el techo ilumina el lugar.

El intruso empieza a silbar burlonamente y camina hacia donde tú te encuentras escondida.

Ahora lo que únicamente los separa es la débil puerta del retrete donde estás escondida. Sientes que estás a punto de morir de terror.

Y es entonces cuando el asesino formula las siguientes palabras, hablando con el tono de voz más escalofriante que hayas escuchado alguna vez en tu vida:

—Al fin te encontré.

Lee la parte #18.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora