#13

202 8 4
                                    


¡CRACK!

No bien abres la puerta del casillero, algo cae sobre ti.

Es...es...

Oh Dios mío...Se trata del cadáver de uno de los trabajadores del almacén. La sangre de sus heridas sigue estando fresca, manchándote las ropas de un color rojo oscuro mientras tú no puedes evitar pegar un fortísimo grito.

En seguida, las luces del depósito se encienden, y en cuanto alzas la vista, descubres a una figura alta y encapuchada que lleva una espantosa máscara representando el rostro de alguna clase de muñeca deforme, en cuya frente se exhibe una pequeña estrella roja, semejante a un pentagrama.

Sus ropas están manchadas de sangre, y en la mano derecha lleva un largo y afilado cuchillo, semejante al que usan los carniceros.

Es el asesino de Martínez, y tú has caído en su trampa. Da igual en dónde te escondas, ya has sido detectada.

En cuanto el asesino corre a ti con la misma velocidad de una bestia depredadora, comprendes que la aparente lentitud de su persecución anterior fue solamente un juego: Apenas si le toma unos cuantos minutos tenerte a su merced, noqueándote asestándote un brutal golpe en la nuca.

Todo parece haber terminado para ti. Y sin embargo, en vez de terminar con tu vida, el asesino arrastra tu cuerpo inconsciente hasta un misterioso vehículo aparcado a poca distancia del edificio en donde trabajas, arrancando velozmente con rumbo desconocido.

Lee la parte #12.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora