#61

121 6 0
                                    

El aludido simplemente te sonríe, para luego explicarte con la mayor tranquilidad del mundo que su supuesta muerte a manos del asesino no fue más que un elaborado engaño, y para demostrártelo, el anciano te conduce hasta otra habitación, donde se encuentra aquel mismo supuesto cadáver degollado que encontraste en la oficina, dispuesto sobre una mesa de madera.

Al verlo, no puedes evitar soltar un grito de espanto, pero Martínez no tarda en tranquilizarte, revelándote que dicho cuerpo no se trata nada más que de una pieza de utilería que bien podría haber sido utilizada para una película de terror.

—Aunque eso sí, debo admitir que se ve muy real...—reconoce el viejo conserje, al tiempo que pasa sus dedos por la grotesca herida exhibida en el cuello por su falso doble—. Y por cierto, la sangre que brota de este muñeco es de verdad, aunque no se trata de sangre humana, sino de cerdo.

—Pero...No entiendo que está pasando aquí...—dices tú—. ¿Es que acaso todo lo que pasó no fue más que una simple jugarreta? ¿Una broma de mal gusto?

— ¿Una broma? No, para nada, mi joven amiga. Simplemente se trató de una prueba...Un "rito de iniciación" si se prefiere, a fin de hacerle comprender algunas verdades básicas, predicadas por nuestra organización...Y por lo que parece, la prueba ha dado el resultado esperado...

Martínez extrae entonces de uno de sus bolsillos una extraña insignia con la forma de una estrella roja de cinco puntas, entregándotela para que la examines más de cerca: En el centro de dicho emblema hay una estrella más pequeña, blanca y de cuatro, de cuyos costados brotan rayos.

—De seguro has de haber visto este símbolo antes en las noticias, como la marca del "asesino de la estrella roja". Pero también es el símbolo de Shamash, el dios sumerio de la justicia...Y como usted habrá podido comprobar, la persona que fuiste obligada a matar no era para nada una víctima inocente...Es más: Yo me atrevería decir que lo que hizo usted fue un acto de verdadera justicia... ¿No lo cree?

Si respondes afirmativamente, lee la parte #97.

Si no respondes nada y guardas silencio, lee la parte #89.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora