#73

73 2 0
                                    

No tienes más alternativa que obedecer a los dos asesinos. Oponer resistencia tan solamente podría empeorar las cosas para ti.

Apuntas con la pistola en dirección hacia Guzmán Sachs y disparas, matándole en el acto. Luego te preparas para hacer lo mismo con Benigno Roca, pero en cuanto presionas el gatillo, nada ocurre.

Tal parece que dicha pistola contaba solamente con una bala. Tú le diriges una mirada llena de desconcierto al asesino, quien simplemente te responde lo siguiente:

—No te preocupes...Has pasado la prueba...Por favor, permíteme terminar lo que empezaste...

Acto seguido, él procede a volarle la tapa de los sesos a Benigno Roca.

Tú gritas horrorizada, mientras que el asesino y su cómplice empiezan a proferir al unísono un aterrador bramido de triunfo, alzando sus brazos izquierdos hacia el cielo, como invocando a alguna clase de deidad desconocida.

Semejante reacción te parecería de lo más ridícula en otras circunstancias, pero luego de todo lo que acaba de suceder, lo que estás presenciando se te hace un espectáculo demencial e insoportable.

— ¡Ahora tú también te convertirás en parte de nuestra orden! ¡Serás una asesina que ayudará a cambiar el curso de la historia de este mundo para siempre! —gritan esos dos psicópatas, saltando a tu lado, y agarrándote del brazo.

— ¡No! ¡NO! ¡BASTA YA POR FAVOR! ¡BASTA YA DE TODO ESTO! ¡YO NO SOY COMO USTEDES! —gritas tú con desesperación, pero antes de que atines a hacer nada, el cómplice del asesino coloca un pañuelo con cloroformo sobre tu rostro, haciendo que pierdas el sentido en seguida.

Lee la parte #76.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora