#3

375 18 0
                                        

Sin perder ni un solo segundo, tú usas las luces de tu teléfono celular para alumbrar tu paso hasta la oficina más cercana. Y tal como estabas esperando, la puerta se encuentra cerrada. Afortunadamente, tú tomaste la precaución de tomar el juego de llaves que Martínez traía consigo, probándolas una por una lo más rápidamente que puedes.

Los pasos y silbidos del asesino subiendo las escaleras son cada vez más cercanos...

¡Diablos! Ninguna de las llaves parece entrar en la cerradura. Tal vez lo mejor será intentar buscar otro escondite antes de que sea demasiado tarde...

Si sigues intentando abrir la puerta de la oficina, lee la parte #7.

Si buscas otro escondite, lee la parte #5.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora