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Un fuerte griterío se produce en las cercanías, proveniente de muchos lugares distintos: Tú oyes a varias mujeres gritar, y también vuelves a escuchar nuevamente el sonido de disparos a muy poca distancia de donde tú te encuentras, estando los tiros está vez acompañados por el feroz bramido de lo que parece ser una turba furiosa, acercándose más y más.

Tú y Rodrigo no saben hacia dónde dirigirse, puesto que el caos parece estar a punto de desatarse por doquier. Y en cuanto ustedes dos intentan escabullirse a través de una callejuela, no tardan en aparecérsele unos sujetos de aspecto peligroso, quienes llevan puestas unas grotescas máscaras que bien podrían ser usadas por algún asesino serial.

Uno de ellos te señala, y entre ellos intercambian una serie de risotadas que te hacen temer lo peor, razón por la cual tú y Rodrigo deciden echar a correr de allí inmediatamente, siendo perseguidos por los matones.

Ustedes dos corren sin rumbo fijo, pero uno de los enmascarados no tarda en darle alcance a Rodrigo, abalanzándose sobre él.

— ¡Corre! ¡CORRE! —te grita Rodrigo con desesperación, justo antes de que el matón lo derribe y empiece a golpearle brutalmente, riéndose como un endemoniado.

Tú recuerdas entonces que llevas tu pistola escondida en tu bolso...Eres consciente de que todavía no sabes cómo manejar esa arma correctamente, pero bien puede que sea la única manera en la que tú puedas salvar a Rodrigo de su atacante.

Los demás matones están acercándose... ¡Tienes que actuar de una vez!

Si utilizas tu pistola, lee la parte #105.

Si en cambio decides no utilizarla, lee la parte #103.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora